Cuando Netflix anunció que iba a incorporar a su catálogo una comedia titulada 'Santa Clarita Diet', parecía que sus protagonistas, Drew Barrymore y Timothy Olyphant, iban a interpretar a un matrimonio de agentes inmobiliarios con una vida aburrida en un barrio residencial. Después, los primeros teasers empezaron a desvelar un lado caníbal un poco inesperado y, cuando se pudo ver por fin la primera temporada, quedó claro que 'Santa Clarita Diet' no era sólo una comedia sobre un matrimonio monótono, sino que era una comedia de zombies.
Realmente, la creación de Victor Fresco (responsable de otra serie tan inclasificable como 'Better off Ted') se encuadra dentro de una renovación del género zombie que se ha notado, sobre todo, en el cine independiente y en televisión. 'The Walking Dead' puede seguir siendo el gran fenómeno popular, con permiso de 'Juego de tronos', pero 'Santa Clarita Diet' viene a demostrar que el género es mucho más elástico.
Qué es 'Santa Clarita Diet'
Primero, pongámonos en situación. Los protagonistas de 'Santa Clarita Diet' son Sheila y Joel Hammond, un matrimonio que podría haber salido de 'Mujeres desesperadas'. Tienen dos hijos ya crecidos, una inmobiliaria que no les va mal y una vida asentada que transcurre en una rutina muy predecible. Hasta que, un día, Sheila muere y se convierte en una zombie (aunque no quieran usar esa palabra, que es denigrante).
Desde entonces, Sheila come carne humana y la consigue gracias a un acuerdo al que llega con su marido: van a asesinar a las personas que lo merezcan, un poco como si fueran una versión no muerta de Dexter Morgan. Que la familia actúe como si eso fuera completamente normal, y lo realizada y feliz que se siente ella ahora que está muerta,son el combustible de la comedia, que tira de todo el gore posible en una premisa como la suya.
Sheila Hammond entra más en la línea de historias como 'Memorias de un zombie adolescente' o la serie británica 'In the flesh', que se preguntan cómo sería la vida normal de un zombie si estuviera integrado entre los vivos. Esas propuestas, además, permiten que espectadores que, habitualmente, no son seguidores del género se acerquen a ellas, mientras ofrecen algo nuevo a los fans más acérrimos. Y justo hemos preguntado a dos de esos espectadores sus impresiones obre 'Santa Clarita Diet'.
Fan de los zombies vs no fan
Que sea un estreno de Netflix ha dado a la serie de Drew Barrymore una plataforma de lanzamiento mayor de la que habría tenido de otra manera, lo que también ha ayudado a que más gente le diera una oportunidad. Entre esos espectadores figuran Mariajo Arias, periodista del diario Público, que nunca ha sido demasiado aficionada al género zombie, y Naomi Barki, bailarina y colaboradora en la web El Palomitrón, y fan confesa de las historias de muertos vivientes. A las dos les gusta 'Santa Clarita Diet', pero una la sigue a pesar de ser, más o menos, una historia de zombies, y la otra precisamente por eso.
"Creo que me gusta, aunque sin pasarse, porque en realidad no es muy de zombies. En el fondo podía ser una caníbal y daría igual, ¿no? El porqué le da por comer carne humana es casi lo de menos", explica Mariajo, que añade que "lo más atrayente es el personaje de él, de Timothy Olyphant, que es realmente divertido. Eso y cómo la familia Hammond al completo intenta normalizar el hecho de que matar gente para alimentarla a ella no está tan mal. En plan, ‘no es para tanto, era mala persona. Nadie le va a echar de menos. Lo congelamos y tenemos comida para un tiempo'".
Para Naomi, sin embargo, el nexo zombie es importante en su apreciación de 'Santa Clarita Diet': "logra desdramatizar toda la temática zombie, que a veces llega a ser un poco pesada y repetitiva en cuanto a trama. Consigue normalizar la situación, hacerla cómica, la acerca a la vida real y me parece una idea super original". Eso sí, las series y películas de este género tienen un componente gore intrínseco que la comedia de Netflix lleva al extremo (buscando el chiste) y que puede echar para atrás a quienes no sean aficionados a los no muertos.
Como apunta Mariajo, "en cuanto al gore, como no fan del género zombie, creo que algunas veces se les va un poco la mano, la verdad. Hay una escena en los primeros capítulos en la que (Sheila) se come un brazo así como si fuese un burrito que da mucho asquete. Sobre todo si no tienes el estómago hecho a estas cosas".
Para alguien a quien no le guste el género zombie, el gancho de 'Santa Clarita Diet' es, precisamente, la comedia. "La clave para un no fan del género como yo creo que está en que huyen del drama y la oscuridad apocalíptica y apuestan por algo más desenfadado en el que los zombies son los protagonistas, y no atrezzo", señala Mariajo.
Pero, ¿y para un seguidor de los muertos vivientes? Naomi explica que "la verdad es que, cuando empiezo a ver series, no me gusta saber de qué va la trama, y en el caso de 'Santa Clarita Diet', pues no tenía ni idea de qué me podía esperar, y en cuanto empecé a verla me sorprendió mucho, y considero que ha roto todos los moldes. Es entretenida, original, tiene su punto violento y canalla".
Los otros zombies
'Santa Clarita Diet' se encuadra en esa renovación del género de los muertos vivientes que lleva ya unos cuantos años en marcha, a través de historias con toques de humor, o que se preguntan seriamente cómo sería vivir con un zombie o ser uno (si fueran algo más que pedazos ambulantes de carne putrefacta). No abandonan el componente social que tienen desde 'La noche de los muertos vivientes' y pueden aportar muchas más cosas, que es una de las razones por la que Naomi Barki es fan de los zombies.
Ella misma apunta que "para mí, (el género zombie) representa una manera de vivir y pensar cada vez más extendida en la sociedad. Para mí, cada vez estamos más "alienados". No quiero entrar en términos políticos, pero considero que, cada vez más a menudo y por norma general, se actúa en modo automático, no nos tomamos el tiempo de pensar en lo que hacemos, nos limitamos a seguir la corriente y punto. Por no hablar de que cada vez comemos más porquerías y nos envenenamos con productos químicos tóxicos que nos quitan calidad de vida. Para mí, los zombies son como la consecuencia final de todos nuestros errores, pero también la solución. Si alguna vez existe el fin de la humanidad y esa bajada al infierno de la que tanto se habla, creo que, seguramente, ése sería el final más coherente".
Por cada 'The Walking Dead' y 'Guerra Mundial Z', que apuestan por tratar el género de la manera más tradicional, surgen otras propuestas que lo abordan desde otras ópticas. POr ejemplo, 'Melanie. The girl with all the gifts' busca el enfoque más humano dentro de un mundo postapocalíptico que ya hemos visto otras veces, mientras la serie 'iZombie' (adaptación de un cómic de Vértigo) presenta a su protagonista casi como una superheroína que, al comerse los cerebros de víctimas de asesinato, adquiere sus recuerdos y algunos rasgos de su personalidad.
De hecho, 'iZombie' y 'Santa Clarita Diet' tienen algunos puntos de contacto en la manera en la que Liv Moore y Sheila Hammond se preparan sus comidas (Liv tiene ya un recetario de cerebros humanos con salsa picante digno de 'Masterchef') y en que son series que pueden ver espectadores que no son aficionados al género, como reconoce Mariajo Arias: "Creo que lo que me enganchó (a 'Santa Clarita Diet') fue ese recuerdo, muy lejano, a 'iZombie'. Salvando las distancias, claro. Comparten ese tono así como más desenfadado y colorido, que se aleja de otras series de zombis como 'The Walking Dead' o 'Fear the Walking Dead', que son más puristas en este sentido y a las que me he asomado en varias ocasiones".
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La noticia Con 'Santa Clarita Diet', el género de zombies ya no es el que era fue publicada originalmente en Xataka por Marina Such .
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