Los todo-en-uno son una opción interesante para los que quieren ahorrar espacio al tiempo que dan un toque de estilo a su escritorio y Lenovo es uno de los fabricantes que más en serio se toma esta categoría. Junto a la serie M y los Yoga Home con pantalla táctil, el fabricante también ofrece la gama Lenovo ThinkCentre X1, protagonista de este análisis.
El ThinkCentre X1 integra todos sus componentes bajo una pantalla FullHD de 23,8 pulgadas y está disponible en varias configuraciones, todas ellas con un diseño en aluminio de base redonda. El Lenovo ThinkCentre viene con Windows 10 y se postula como un equipo muy capaz en el entorno empresarial, veamos si lo consigue.
Lenovo ThinkCentre X1, especificaciones técnicas
Como ya hemos adelantado, el ThinkCentre X1 se vende en varias configuraciones en las que los principales cambios residen en la memoria RAM, el procesador y el disco duro. Lenovo propone tres opciones con precios que oscilan entre 1.059 y 1.529 euros, pero también permiten al cliente configurar los componentes que desee. A continuación vemos la tabla de especificaciones del modelo entre manos:
Lenovo ThinkCentre X1 | |
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Pantalla | Pantalla IPS de 23,8 pulgadas FullHD 1.920 x 1.080 píxeles Brillo de 250 nits |
Procesador | Intel Core i7-6600 Quad-core @ 2.60 GHZ |
Memoria | 1 x 8GB DDR4 a 2.133 MHz |
Gráficos | Intel HD 520 |
Almacenamiento | 256 GB SSD PCIe M.2, Serial ATA 6.0 Gbps |
Conectividad | WiFi 802.11ac (2x2) Bluetooth |
Puertos | 5 x USB 3.0, dos de carga rápida Lector de tarjetas 7 en 1 Minijack auriculares/micrófono Entrada LAN DisplayPort inteligente |
Sonido | 2 altavoces de 5 vatios con audio Dolby Micrófonos de matriz dual |
Sistema operativo | Windows 10 Pro 64 bits |
Otros | Teclado y ratón con módulo receptor inalámbrico USB incluidos Cámara frontal 1080p |
Dimensiones y peso | Sin soporte: 570 x 33 x 360 milímetros Con soporte: 570 x 240 451 milímetros |
Peso | Sin soporte: 4 Kg Con soporte: 5 Kg |
Precio | 1.568,93 euros |
Lenovo ofrece el Intel Core i7 6600U de cuatro núcleos (2.6 GHz) como la opción más avanzada en su gama ThinkCentre, dejando los Core i5 6200U y 6300U para los modelos más sencillos. En este caso, la memoria RAM se queda en 8 GB (aunque es posible aumentar a 16 GB) y el disco duro es un Samsung SSD de 256 GB de capacidad.
En lo que sí coincide toda la serie es la pantalla, las conexiones y periféricos. Para el panel, Lenovo ha apostado por un IPS antirreflejos de 23,8 pulgadas con resolución 1.920 x 1.080 píxeles. Los ThinkCentre X1 vienen acompañados de un juego de teclado y ratón inalámbricos y cuentan con un juego de puertos físicos formado por cinco puertos USB 3.0, lector de tarjetas 7-en-1, entrada Ethernet, DisplayPort y un minijack para auriculares y micrófono.
Diseño, elegancia contenida
El diseño es clave en los todo-en-uno, tanto en lo funcional como, por supuesto, en lo estético. Es habitual encontrar diseños originales en esta categoría, pero no es el caso del ThinkCentre X1. Lenovo no arriesga y apuesta por una apariencia sobria que refuerza ese espíritu profesional que esperamos en un equipo de oficina.
La base redonda es el elemento más característico del diseño. Ofrece un buen apoyo y se conecta a la pantalla mediante un pie en acero cromado que contrasta con el acabado negro que se ha dado al aluminio. El único elemento que aporta una nota de color es el anillo rojo sujeto al pie con el que se pueden reunir todos los cables.
Para el montaje de la base no es necesario ningún tipo de herramienta, basta con colocar las piezas y apretar a mano el tornillo de la parte inferior.
La pantalla queda encajada en un marco negro que resulta bastante ancho en todos sus lados- aunque más en el inferior, donde se ha colocado el logotipo de ThinkCentre. El único elemento en el frontal, además del logo, está en la parte superior y es la cámara para videoconferencias, todos los botones físicos se han movido al lateral derecho y a la izquierda integra dos USB, el conector de auriculares y el lector de tarjetas.
Los puertos laterales son fácilmente accesibles, pero si queremos conectar un cable Ethernet, una pantalla o más USB hay que acceder a la parte trasera y aquí la base antideslizante puede ser un incordio. No es un equipo excesivamente pesado, pero con 5 Kg de peso no resulta especialmente cómodo para estar moviéndolo por el escritorio muy a menudo. Lo que sí destaca es la delgadez de la pantalla, tan sólo 1,2 centímetros en su parte más fina, aunque se ensancha por encima de tres centímetros en la parte inferior.
La bisagra giratoria con la que la pantalla queda fijada a la base resulta muy práctica. La pantalla se puede inclinar en un ángulo bastante amplio y viene bien para evitar posibles reflejos. La pega es que no nos permite ajustar la altura y ligeramente baja, por lo que si queremos subirla hay que inventar algún tipo de base improvisada como el clásico paquete de folios.
Pantalla: experiencia visual equilibrada
Sin ser un tamaño excesivo, las 23,8 pulgadas del Lenovo ThinkCentre X1 dan mucho de sí tanto a la hora de trabajar como de ver vídeos y su diagonal es suficientemente amplia como para trabajar a pantalla partida cómodamente. Sin embargo, aunque sus 1.920 x 1.080 píxeles son una resolución adecuada a su tamaño, se quedan algo justos y echamos de menos un poco más de nitidez.
Evidentemente la distancia de visionado es clave y la matriz de píxeles se hace evidente cuanto más nos acercamos, por eso el Lenovo ThinkCentre X1 exige un escritorio amplio para que la imagen respire. La experiencia visual que nos ofrece este equipo se puede calificar de correcta y el sistema antirreflejos, junto con el brillo de 250 nits, hacen que sin llegar a ser destacable, se comporte bastante bien en la mayoría de ambientes.
La mayor pega a la que se enfrenta el Lenovo ThinkCentre en lo visual no reside en la pantalla, sino en la tarjeta gráfica: una Intel HD 520 integrada. La GPU pone de manifiesto que estamos ante un equipo más pensado para trabajar en entornos ofimáticos que para jugar o usar aplicaciones que demandan más potencia gráfica, pero esto lo veremos con más detalle en el apartado de rendimiento.
El Lenovo ThinkCentre X1 permite conectar una pantalla secundaria y también se puede convertir en una pantalla a la que conectar otras fuentes de vídeo, todo a través del DisplayPort de la parte trasera, nada de HDMI. También cuenta con Intel WiDi para emitir contenido multimedia sin cables a través de un dispositivo compatible.
Con respecto al sonido, el Thinkcentre X1 integra dos altavoces de 5 vatios con Dolby Audio que se han integrado en el borde inferior de la pantalla, uno a cada lado. La calidad del sonido es bastante buena, tanto a la hora de escuchar música como con la voz hablada en películas o series, respetando las frecuencias graves sin llegar a distorsionar. La pega es que al estar dirigidos hacia abajo, da la sensación de que se pierde algo de volumen.
Rendimiento correcto con gráficos mejorables
El ThinkCentre X1 insiste en su papel de equipo de oficina en el rendimiento. El procesador i7 6600U con gráficos Intel HD 520 se desenvuelve muy bien con las tareas más habituales y el disco SSD agiliza tanto la apertura de programas como el arranque, potenciando la sensación de fluidez. Sin embargo, es una configuración más bien comedida que se queda muy justa cuando le apretamos las tuercas en el apartado gráfico, tal y como se refleja en las puntuaciones obtenidas en las pruebas benchmark.
Lenovo ThinkCentre X1 (Intel i7-6600) | |
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PCmark Home | 2.841 (mejor que el 51%) |
PCmark Creative | 2.758 (mejor que el 48%) |
PCmark Work | 3.218 (mejor que el 76%) |
3DMark Sky Diver | 3.551 (mejor que el 10%) |
3DMark Fire Strike | 735 (mejor que el 3%) |
3DMark Cloud Gate | 5.591(mejor que el 31%) |
Las cifras ponen de manifiesto que el Lenovo ThinkCentre no es un ordenador para gamers ni tampoco para trabajadores creativos, pero como esto de los benchmark no es una ciencia exacta, instalé algunos programas para poner a prueba sus capacidades.
La experiencia de uso con programas como Adobe Photoshop es buena al realizar ediciones relativamente sencillas, pero empieza renquear cuando trabajamos con archivos muy grandes con muchas capas. En ocasiones hay tirones en la imagen, los ventiladores se aceleran de forma repentina y los tiempos de espera se prolongan al guardar o aplicar efectos más complejos como Licuar y Pincel Corrector.
La edición de vídeo es otra de las tareas que demandan más recursos del sistema, y así lo pude comprobar al trabajar en un proyecto de Adobe Premiere. La memoria RAM de 8 GB empezó a saturarse al añadir unos pocos efectos y el rendimiento general del equipo se vio afectado al renderizar un vídeo de apenas tres minutos -para el que por cierto se tomó unos holgados 10 minutos. Editar imágenes y vídeos es posible con el Lenovo Thinkcentre X1, pero desde luego no a nivel profesional.
Lo de jugar ya está más complicado. La tarjeta Intel HD 520 queda en evidencia con juegos muy exigentes como por ejemplo OverWatch -aunque tengo que reconocer que aquí no se lo puse nada fácil al configurar calidad Épica y 60fps. Los benchmark no se equivocaban y el resultado fue que consiguió llegar a los 16fps a duras penas y no respondía bien a las ordenes, tanto que en menos de un minuto mi personaje ya había pasado a mejor vida.
Periféricos y software
Lenovo incluye un juego teclado y ratón inalámbricos básicos que se conectan al ordenador mediante un receptor USB. El diseño sigue la misma línea del equipo con el negro como tono dominante y algunos detalles en rojo como la rueda del ratón o las teclas F del teclado.
Llama la atención que el diseño del ratón sea tan compacto, casi de portátil, y el teclado apueste por una disposición más amplia propia de un ordenador de escritorio. La pulsación de las teclas tipo isla es mejorable, pero la separación entre los distintos bloques lo hace más cómodo para trabajar.
Cada elemento alberga dos pilas; dos tipo AAA para el teclado y dos de tipo AA en el caso del ratón. Esto hace que a pesar de su diseño compacto, el ratón resulte bastante pesado -aunque a cambio obtenemos más autonomía.
La cámara frontal merece una mención especial, aunque más que por su calidad (monta un modesto sensor de 2 megapíxeles capaz de grabar vídeos FullHD) es por una función que gustará a los usuarios más celosos de su privacidad. Que las cámaras web pueden ser un instrumento de espionaje no es ninguna novedad, de hecho lo de poner un trozo de cinta adhesiva sobre la cámara frontal del portátil es bastante habitual, pero con el Lenovo ThinkCentre X1 no hará falta, basta con deslizar la clavija de la parte superior y la cámara queda oculta.
El Lenovo ThinkCentre trae instalada la versión de 64 bits de Windows 10 en sus variantes Home y Pro. También se puede configurar con Windows 7 Pro, que fue el caso de la unidad de prueba, por lo que las primeras horas de uso las dediqué a instalar la actualización a Windows 10. Además de las funciones básicas del software de Microsoft, Lenovo también aporta algunas herramientas propias.
lenovo-thinkcentre-x1-software
Entre el paquete de aplicaciones que incluye de serie está Lenovo Solution Center, donde se puede realizar un diagnóstico del sistema y recibir soporte o Lenovo Companion, para comprobar el sistema y optimizarlo si fuera necesario. También hay espacio para el servicio de almacenamiento en la nube Lenovo REACHit y el paquete de herramientas Lenovo ThinkAdvantage, con el administrador de contraseñas, el modo de recuperación y el centro de mensajes.
El panel de control de gráficos de Intel HD cuenta con un juego bastante completo de herramientas de configuración de imagen y permite almacenar perfiles para poder ajustar los parámetros según la tarea que estemos haciendo. El sonido se puede ajustar con la app de Dolby Audio, que permite elegir entre modo dinámico, juegos, voz, película, música o ecualización personalizada.
La opinión de Xataka
El ThinkCentre X1 puede ser un buen aliado como equipo para el trabajo de oficina o como ordenador para el hogar con el que navegar, consumir contenidos multimedia y jugar de forma ocasional, pero siempre sin exigirle demasiado. La experiencia es bastante ágil en los escenarios de uso habituales (en gran parte gracias al disco SSD) pero hemos comprobado que se queda corto con tareas más pesadas, sobre todo si hay gráficos complejos de por medio.
El Lenovo ThinkCentre X1 se enfrenta a un dilema habitual en esta tipología, y es que los todo-en-uno se mueven entre dos aguas. Su diseño ahorra espacio y queda muy bien en el escritorio, pero las ventajas que ofrece su condición de todo-en-uno quedan empañadas por un rendimiento mejorable, en parte fruto de esa miniaturización más propia de un portátil que de un sobremesa.
El precio, sin ser excesivo, no juega a su favor. La configuración más avanzada se sitúa por encima de los 1.500 euros, y ya hemos visto que no está exenta de limitaciones.
El ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de Lenovo. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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La noticia Lenovo ThinkCentre X1, análisis: solución todo-en-uno para los no exigentes fue publicada originalmente en Xataka por Amparo Babiloni .
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