"Dejad de escuchar podcasts a 1,5x". El artículo de The Verge con ese titular se publicó en 2015 y lamentaba que hubiera oyentes de podcasts que decidieran escucharlos a mayor velocidad de la que fueron concebidos y grabados originalmente. Buzzfeed los bautizó el año pasado como los "podfasters", reconociendo que es una práctica mucho más habitual de lo que puede parecer a simple vista. Y que no se restringe sólo al audio.
Quizás sorprenda, pero hay espectadores que ya no conciben no ver sus series favoritas a 1,5x (o hasta al doble de la velocidad original) y lectores que devoran los libros en el estilo del robot de 'Cortocircuito'. ¿Lo hacen sólo para ganar tiempo y poder ver, leer y escuchar más cosas? ¿Qué beneficios, y qué desventajas, acarrea esa práctica? ¿Estará el FOMO detrás de todo esto?
Quiénes son los "fasters"
Para la elaboración de este tema, preguntamos en Twitter si había alguien que tuviera por costumbre ver las series a 1,5x. La mayoría de las respuestas oscilaban entre las genuinamente sorprendidas y horrorizadas con las que reconocían haberlo hecho alguna vez, en casos excepcionales, cuando tuvieron que ver por obligación algo que no les interesaba. Ninguna de ellas daba crédito a que existieran personas para las que la velocidad 1,5x fuera lo normal.
Pero existen. El tuitero Araide Sensei reconoce que ve todas sus series a 2x porque "va demasiado lento para mí todo. Me aburro, me pongo nervioso, saco el móvil, me distraigo... Necesito un poco (bueno bastante, je) más de velocidad que me obligue a mantener la atención y que condense el entretenimiento". También hay quien probó alguna vez esta práctica y entiende que se utilice para estar al día de lo que se estrena o para hacerse una idea de cómo es la serie, como señala Carlos Sarmiento: "(sirve para) enterarte y ver cómo se enfoca el desarrollo dándole una cantidad de tiempo menor".
En teoría, a 1,5x, las voces no se distorsionan tanto y los diálogos se comprimen lo justo para poder entenderlos sin perder información, pero los detractores de esta costumbre aseguran que se altera la intención de las escenas y sí que hay cosas que estos espectadores "acelerados" no ven por culpa de esa mayor velocidad. ¿Es así? "No", afirma Juan, desarrollador informático de profesión, que añade: "aunque al poco me di cuenta que usando subtítulos me perdía menos cosas y, por supuesto, si había algo que no pillaba, le daba para atrás y listo. Que lo viera a 1,5x no significaba que quisiera perderme algo". Araide Sensei va un poco más allá, porque reconoce que "si lo viese a velocidad normal sí que me perdería cosas, porque desconecto".
¿Por qué se decide ver las series, y hasta películas, de esta manera? La explicación más común siempre es la misma, y se divide en dos partes: para ahorrar tiempo y para no dejar a medias algo que ya has empezado. Taylah lo resume de esta manera:
Por lo general es por dos cosas: falta de tiempo (si puedo ver un episodio de 45 minutos en 30 y no perderme nada sin que el diálogo se vea afectado, pues fantástico) y 2), cuando sé por otras personas que el episodio que estoy viendo no es de los mejores, y si la serie ha llegado a un momento bajo y luego repunta, pero no quiero saltarme episodios, por completista.
Es un razonamiento que también apunta Javi C., y que es el más extendido entre este tipo de espectadores: "solo las que están en una fase en la que las veo más por completar la serie, que porque me engancha en sí. 1,5x es la velocidad donde no te pierdes nada, pero no la pondrías con una serie que disfrutas (porque se te acaba antes)".
A veces, es un comportamiento que se traslada desde YouTube. Es decir, varias de las personas que nos contaron su experiencia reconocían que sólo veían vídeo a mayor velocidad en YouTube. Y establecían una separación clara entre esos vídeos y las series y películas. "La narrativa de una historia, como una película o un libro, depende del ritmo y del diálogo, de lo que se dice y, sobre todo, cómo. Con una variación de la velocidad se altera completamente la narrativa que pretende el creador", explica Isaac.
Los podcasts acelerados
Aunque se puedan organizar aninmados debates sobre si ver las series a 1,5x es lo adecuado o no, todavía no es una práctica tan extendida como entre los podcasts. Y el debate aún no ha llegado a las mismas cotas que en Estados Unidos. Slate publicaba en 2016 una defensa de ese modo de escucha diciendo "muchos escuchamos podcasts más rápido de lo normal. ¡Únete a nosotros!", y se extendía después contando que se hacía por una cuestión de tiempo y de la gran cantidad de podcasts interesantes que se publican diariamente. Aisha Harris, la autora de ese texto, tenía también su propio podcast y afirmaba que escucharlo todo a 1,5x la convertía en una consumidora más atenta.
Muchos de las personas que se sorprendieron cuando les preguntamos si veían las series a mayor velocidad afirmaban, sin embargo, que sí trasladaban esa práctica a los podcasts, y no pocos habían comenzado a utilizarla para tener una primera impresión de programas que querían seguir, para ver si merecían la pena. "Empecé porque estaba buscando podcasts que escuchar. En el texto puedes echar un vistazo en diagonal, decidir en segundos si te lo vas a leer o no. Con el audio, claro, es más complicado. Inviertes más, son minutos al menos antes de decidir si ese podcast es para ti", explica Antonio Ortiz. "Por eso, para probar nuevos podcasts, les daba a 1,5 x para entender de qué iban antes de decidir si me suscribía. Luego me costaba volver a 1x, así que me he terminado quedando en 1,2x o 1,3x".
Hasta los propios podcasters utilizan la opción de reproducción a 1,2x o 1,5x que dan bastantes reproductores para mantenerse al día. Roberto Pastor, del podcast Kafelog, señala que "yo escucho podcasts a 1,5x simplemente por el hecho de quitarme podcasts acumulados. Lo prefiero a tener que borrarlos sin escucharlos. Si tengo que llegar a ese extremo, lo que hago es desuscribirme del podcast". Es consciente de que tienen oyentes que los escuchan a mayor velocidad, pero no cree que afecte demasiado a la experiencia o a la comprensión de lo que cuentan. Si lo hace, es de una manera mínima: "en nuestro caso, al ser un podcast de humor en el que hablamos bastante rápido, es muy posible que se pierda alguna broma, pero es algo concreto a nuestro caso".
En España, es más habitual que los podcasts sean más tipo magacines o tertulias entre los presentadores, pero también se hace ficción. Ahí, sin embargo, es donde Antonio Ortiz pone el límite a la hora de dar más velocidad a la reproducción: "sólo lo hice con alguno de Podium y es cierto que ahí puede penalizar la experiencia, en tanto en cuanto la narración intenta crear una atmósfera, un clima... Quizás por eso no me he acabado enganchando a los podcasts de ficción".
La tecnología facilita que podamos ver series y escuchar podcasts a mayor velocidad. También existe software que nos ayuda a leer más rápido, aunque esta práctica parece estar más centrada en estudiantes que en aficionados a la lectura. "Lo hacía hace años, en la carrera... No eran los libros en sí, sino mis apuntes. Los pasaba al PC y con un programa ponía la velocidad y me pasaban las letras a toda leche por la pantalla. Máxima concentración para leer, y era ideal de la vida para repasarlo todo", cuenta Aldara.
La otra cara de la moneda: el FOMO
Los "fasters" están ya muy acostumbrados a este consumo a mayor velocidad de la normal y les cuesta volver al 1x. Todo les parece lento y les cuesta prestar atención. "Me impaciento mucho, quizás tenga que ver el ritmo de la web, de internet y el móvil, con mucha notificación y cambio de contexto. Como si mi cerebro fuese ya un poco yonki de eso", explica Antonio Ortiz: "No es que tenga mucha base para afirmarlo más allá de la impresión personal, pero puede ser que no sea algo circunscrito sólo a la escucha de podcasts".
Desde finales de los 90, hay estudios que intentan discernir cómo afectan a nuestro cerebro la velocidad a la que se mueve internet y el modo en el que interaccionamos allí con otras personas. Linda Stone, investigadora de la revolución digital que empezó trabajando en Apple a finales de los 80, acuñó el término "atención continua parcial" para explicar cómo nos concentramos actualmente:
"Prestar una atención continua parcial es prestar atención parcialmente... de forma continua. Está motivada por el deseo de ser un nodo vivo en la red. Dicho de otro modo, queremos conectar y estar conectados. Queremos buscar de forma efectiva la oportunidad y optimizar las mejores oportunidades, actividades y contactos en cualquier momento. Estar ocupado, estar conectado es estar vivo, ser reconocido y ser alguien que importa".
Stone afirma que ese comportamiento responde también a un esfuerzo por no perderse nada, que es donde entra en juego otro término muy reciente: FOMO. Son las siglas en inglés de Fear Of Missing Out, miedo a estar perdiéndose algo, y es un síndrome que los psicólogos han identificado en los comportamientos en las redes sociales. Más en concreto, es "un trastorno producido por el avance de la tecnología y la cantidad de opciones que se nos presentan a las personas hoy en día. La causa de este fenómeno es estar continuamente conectados a la red".
El modo en el que las nuevas tecnologías afectan a nuestras interacciones sociales y a nuestro cerebro es un campo en el que están realizándose actualmente todo tipo de estudios, incluso sobre la psicología de los comentarios online. ¿Llegará a haberlos sobre los visionados de series a 1,5x?
Foto | Serge Seva, MIKI Yoshihito, BuzzFarmers
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La noticia Por qué hay gente viendo series y escuchando podcasts a 1,5x fue publicada originalmente en Xataka por Marina Such .
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