«Mucha de la carne que comemos está llena de antibióticos». No lo digo yo, ni ninguna oscura publicación de Facebook megusteada por decenas de miles de personas. Lo dice la "cuenta oficial de Naciones Unidas en español" y es mentira. No, la carne que comemos no tiene antibióticos. Empezamos bien septiembre.
Parto del hecho de que, probablemente, en unas pocas horas el tweet desaparecerá y los responsables de redes sociales de la ONU aclararán que fue un error, un malentendido. El tweet en cuestión intenta promocionar un artículo de la Organización Mundial de la Salud en el que, por supuesto, no se dice nada parecido.
El hecho es que, sea un malentendido o no, el perfil oficial de la Organización de Naciones Unidas está a estas horas contribuyendo a difundir uno de los bulos alimentarios más extendidos del mundo. Un bulo que, además, hace un flaco favor a los esfuerzos de OMS por frenar las resistencias antibióticas porque solo crea confusión y miedo en torno a sus causas.
El problema de las resistencias
Durante años, el uso de antibióticos en la ganadería ha sido un enorme problema. Aún hoy lo sigue siendo. Pero el problema no está en la alimentación como dice el tweet de la ONU: está en el uso veterinario. El origen está en que los antibióticos, administrados en cantidad subclínicas, tienen dos efectos especialmente atractivos para la industria: reducen las infecciones y aumenta el crecimiento.
En pocas palabras: usar los antibióticos de esta forma era rentable, hace las explotaciones más eficientes y productivas. Con eso bastó para que su uso se volviera indiscriminado en todo el mundo. El resultado (no tan imprevistos) es que expusimos a miles de bacterias a toneladas de antibióticos: el caldo de cultivo perfecto para que, por mero azar, se generaran resistencias.
Cuando las autoridades sanitarias se dieron cuenta de la magnitud del problema empezaron a prohibir el uso de antibióticos como promotores del crecimiento. La Unión Europea, por ejemplo, lo hizo en 2006; pero es una práctica que sigue usándose en muchos países del mundo (en Asia, en particular). Ese es el problema que denuncia la OMS y sobre el que hemos hablado en numerosas ocasiones.
¿Tiene antibióticos la carne que consumimos?
No. En 2016, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria examinó 123.000 muestras de carne en busca de antibióticos. Sólo 239 no cumplían los requisitos legales. Eso es el 0,18%. Y, eso, teniendo en cuenta que hay países que aún abusan del uso de antibióticos. España entre ellos.
Un 0,18% puede parecernos mucho o poco, pero desde luego no da pie a decir que «mucha de la carne que comemos está llena de antibióticos». Sobre todo, porque los límites legales ya son, de por sí, muy muy bajos. La carne (y la leche) de consumo es segura y lo contrario no se puede sostener con la evidencia que tenemos.
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La noticia La ONU difunde bulos alimentarios en Twitter: la carne que consumimos es segura y no, no tiene antibióticos fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .
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