Si estás pensando en comprar un smartwatch son varias las opciones que tienes delante. Podrías optar por un Apple Watch Series 4 con watchOS, un Samsung Galaxy Watch Active con TizenOS, un Huawei Watch GT Active con su sistema operativo propietario o un Amazfit GTR de Xiaomi. Opciones hay varias, pero llama la atención que no se nos vengan a la cabeza las marcas convencionales de relojes. Hablamos de Casio, Seiko, Polar, Swatch o Festina, marcas que todos conocemos y que, a diferencia de lo que sucede en el mercado de los relojes analógicos, no hacen demasiado ruido en el sector de los relojes inteligentes.
Sin embargo, algunas de ellas sí han intentado meterse en este mercado. Es un mercado complicado, puesto que el Apple Watch mantiene un liderazgo indiscutible seguida por las marcas Android que, curiosamente, no usan WearOS, tal y como muestran desde Counterpoint Research. Hablemos de marcas por todos conocidas como Casio, Festina, Fossil, Polar, Swatch, Seiko o Tissot. ¿Qué ha sido de ellas en lo que a relojes inteligentes? Grosso modo, poca cosa.
Antes de pasar a hablar de ellas, cabe decir que marcamos el punto de salida en el año 2012 porque fue el año en que vieron la luz el Pebble y el Sony Smartwatch. Antes hubo algunos relojes peculiares como el Fossil Palm Pilot o el Linux Wristwatch, pero no fue hasta 2012 con Pebble y Sony cuando los dispositivos empezaron a cobrar importancia. Dicho esto, comenzamos.
Los fabricantes que han entrado en el mercado: Fossil y Casio
Marcas de relojes hay muchas, así que hemos hecho una selección de algunas conocidas para ver qué han hecho (si es que han hecho algo) para meterse en el sector de los smartwatches. Que hayan entrado en condiciones, es decir, que hayan lanzado varios modelos y apuesten fuerte por este nicho, solo hay dos: la americana Fossil y la mundialmente conocida Casio.
Hablemos de la primera. La compañía lanzo en octubre de 2015 el Fossil Q Founder, su primer reloj con Android Wear con caja circular y un precio de 275 dólares en Estados Unidos. A lo largo de los años ha ido renovando su gama, siendo los últimos en llegar los Fossil Gen 5, que conservan el diseño circular y WearOS como sistema operativo. También tiene otro con estética deportiva (el Fossil Sport) y mantiene en el catálogo el Gen 4.
Como dato curioso, la compañía tiene varios relojes híbridos, es decir, analógicos y conectados. Tienen sus manillas, su cronómetro y su pila de toda la vida, pero permiten conocer la fecha, hacer sonar el teléfono, controlar la reproducción de música y hasta registrar la actividad física. No son smartwatches al uso, pero al menos los mantienen en su oferta de productos.
Desde Xataka nos hemos puesto en contactos con Fossil para saber cómo les ha ido hasta el momento con relojes con WearOS. Nos cuentan que "con el sistema operativo WearOS de Google podemos llevar las novedades de Google a nuestros productos" como Google Fit, Google Assistant y Google Pay, puesto que es "lo que pide el consumidor". Afirman que su misión "es entregar productos que cumplan con estas expectativas" y que "vemos que este enfoque está funcionando".
Fossil compite con grandes empresas como Samsung o Huawei, así que ante la pregunta de cómo es esta competición y de si pelean por el mismo nicho de usuarios defienden que "nuestra fuerza es la fusión de funcionalidad y diseño. Eso es lo que nos diferencia de nuestros competidores. Como empresa que tiene sus raíces en el sector de la moda, creemos firmemente que para tener éxito necesitamos ganar tanto en tecnología como en estilo. Por esa razón, Fossil Group se enfoca en crear relojes inteligentes que nunca comprometan el diseño y que los consumidores usarían en cada ocasión".
Los últimos relojes de Fossil cuentan con algunas funciones como diferentes modos de batería, 8 GB de almacenamiento interno y 1 GB de memoria, además de ser los primeros relojes con WearOS en permitir llamadas conectadas para usuarios de iPhone. Según el grupo, "seguimos trabajando para mantener la curiosidad cuando se trata de innovaciones y nuevas oportunidades para avanzar en la categoría de wearables".
En cuanto al sector, opinan desde Fossil que "es un sector de rápido crecimiento en Europa", que ven "un interés creciente en un mundo cada vez más conectado e inteligente" y que "hoy la gente quiere tener un reloj inteligente en la muñeca para usarlo como un compañero que le haga la vida un poco más fácil". Hablaremos de esto más adelante, pero es cierto que el mercado de los relojes inteligentes está creciendo de forma paulatina.
La otra marca que, al menos, actualiza sus dispositivos de forma anual es Casio. Fundada en Tokio en 1946, Casio es para muchos un sinónimo de reloj digital y también ha hecho una pequeña incursión en el mundo de los relojes inteligentes.
¿Cómo? Principalmente con la gama Pro Tek, compuesta por dos modelos, aunque la primera vez que Casio apostó por WearOS (Android Wear, por aquellos entonces) fue en 2016. El 5 de enero la compañía dio a conocer su WSD-F10, un dispositivo inspirado en los G-Shock con una pantalla de 1,3 pulgadas y resolución 320 x 300 píxeles. Un año más tarde lanzaron el Casio Pro Trek Smart WSD-F20 y lo renovó ligeramente con una edición especial poco después con el Casio Pro Trek Smart WSD-F20S.
La gama Pro Trek se caracteriza por tener una estética más "aventurera", si se me permite la palabra. Son relojes con una estética más robusta y no tan elegante como podrían ser los Apple Watch o los Michael Kors, lo que convierte a los relojes de Casio en una opción para los que quieren "un reloj inteligente que parezca un reloj".
Esa línea de diseño quedó clara con el Casio Pro Trek WSD-F30, un reloj con pantalla de doble capa OLED y monocromo que vio la luz en agosto de 2018 (no es casualidad, lo presentaron en el IFA). Decíamos antes que Casio actualiza sus relojes con carácter anual, y para no faltar a la cita hace escasos días se anunció el Casio Pro Trek WSD-F21HR (sí, lo de los nombres da para otro artículo).
Si buscamos otra marca convencional que apueste fuerte por los relojes inteligentes como Fossil o Casio no la vamos a encontrar. La que más se podría asemejar es Michael Kors, que actualiza periódicamente su gama de smartwatches con WearOS (los últimos son los Michael Kors Access y valen entre 349 y 369 euros), pero es una marca de moda y no tanto de relojes.
Los que se han asomado: TAG Heuer y Polar
Pasamos así a las marcas que han hecho algo para entrar en el mercado de los smartwatches, pero que tampoco es que hayan puesto toda la carne en el asador. De nuevo, son dos las marcas que nos ocupan: TAG Heuer y Polar.
Empezamos por la primera, que seguramente te suene y la relaciones con relojes de lujo. Y no es para menos, porque su primer reloj inteligente no es que fuese precisamente una ganga. La firma suiza TAG Heuer ha lanzado un par de smartwatches y lo hizo por primera vez en noviembre de 2015. Por ponerlo en contexto, estas líneas se escriben a principios de septiembre de 2019.
Hablamos del TAG Heuer Connected, un reloj con una corona de 46 mm de diámetro hecho de titanio de grado 2 con revestimiento de carburo de titanio negro arenado. Su pantalla es una IPS de 1,5 pulgadas completamente redonda recubierta por un cristal de zafiro, procesador Intel y WiFi. Lo más curioso (y polémico) es que se puede convertir en un reloj mecánico. ¿Cómo? Extrayendo la electrónica y metiendo un sistema convencional. Cómo es ese proceso es algo que quedó en el aire. Su precio era de 1.350 euros.
Luego lanzó los TAG Heur Connected Modular 45 y TAG Heur Connected Modular 41, dos relojes que no son precisamente baratos (2.150 y 3.950 euros, respectivamente). El último en ver la luz fue el Tag Heur Connected Modular 41 en enero de 2018. No han vuelto a lanzar ninguno más, aunque sí una aplicación para golfistas llamada TAG Heur Golf pensada para "supervisar y mejorar el juego desde el smartphone". Si quieres algo de TAG Heuer, lo más nuevo que hay en su web es el TAG Heuer Carrera Calibre Heuer O2 que puede ser tuyo por 5.400 euros.
La otra marca es Polar, una firma más enfocada a relojes deportivos. Tiene varios "relojes inteligentes", aunque con WearOS solo tienen uno: el Polar M600. El resto, más monitores de fitness que relojes, componen la totalidad del catálogo e igualarían a Polar a empresas como Fitbit. Es un nicho diferente.
El Polar M600 se lanzó a principios de agosto de 2016 y todavía se comercializa (249,90 euros en la web de la empresa). Tiene una pantalla TFT de 1,3 pulgadas con resolución 240 x 240 píxeles, 512 MB de memoria RAM, 4 GB de memoria interna y 5.00 mAh de batería. Llama la atención que Polar lo ha actualizado, puesto que se lanzó con Android Wear y recibió el cambio a WearOS. Sin embargo, ha sido el primero y el último en llegar.
Polar también ha querido hablar con nosotros. Nos cuentan que "el M600 con WearOS ha encontrado seguidores en los que aprecian un reloj inteligente optimizado para deportes", aunque como empresa privada no han querido dar cifras de ventas o ingresos. Para Polar, su estrategia consiste en ofrecer un "rendimiento atlético y orientación fitness, por lo que es importante para nosotros estar realmente concentrados en esa área del mercado". En pocas palabras, enfocarse a los usuarios más deportistas.
"Estamos viendo que tanto los medios como los consumidores esperan algunas funciones de reloj inteligente "básicas" en todos los dispositivos portátiles, independientemente de si no son un reloj inteligente verdadero", afirman desde Polar. "Algunas de las características de moda del reloj inteligente son el seguimiento de actividad, la conectividad del teléfono móvil para notificaciones y el seguimiento del sueño", siguen desde la compañía, que afirma que "una característica que la gente está buscando pero que a menudo falta es la del verdadero coaching u orientación; ir más allá de simplemente seguir sus pasos, dormir, etc., pero analizar esos datos y proporcionar planes de capacitación personalizados".
Es ahí donde Polar quiere marca la diferencia. Por ejemplo, su reloj puede "proporcionar sugerencias de entrenamiento bajo demanda en función de lo descansado que esté tu cuerpo de la noche anterior. Estas sugerencias de entrenamiento bajo demanda son ideales para aquellas personas que tal vez no quieran tener un plan de entrenamiento a largo plazo, pero que hagan ejercicio cuando surja la oportunidad. Es algo que probablemente comenzaremos a ver más a medida que los monitores de fitness se vuelvan más sofisticados", sentencian.
En relación al mercado, coinciden con Fossil en lo referente a que crece rápidamente, pero creen que "a pesar de los numerosos avances y añadidos, lo que aún le falta a la mayoría de los relojes inteligentes es una forma clara y fácil de reunir esos datos (refiriéndose a los de las apps de terceros), y ayudar a los usuarios a saber qué hacer con ellos. Aquí es donde Polar es único", opinan.
Nos ponen el ejemplo de que "Polar no solo puede medir y ofrecer información sobre varias etapas del sueño, así como la recuperación del sistema nervioso autónomo (SNA), sino que también tomamos esa información y hacemos recomendaciones de estado físico basadas en los datos. Si tuvo un día estresante en el trabajo y no durmió bien, un reloj inteligente Polar le recomendará entrenamientos más ligeros ese día. Polar es líder en esta área de "fusión de características" que hace que los datos sean más procesables".
Concluyen, afirmando que "todos los datos están procesándose juntos para proporcionarle recomendaciones para que pueda continuar mejorando, y aquí es donde vemos aún más potencial de crecimiento en los relojes inteligentes. A medida que la tecnología se vuelva más sofisticada, veremos relojes inteligentes que son muy inteligentes, y no creemos que el mercado se desacelere en el corto plazo".
Los que ni están ni se las espera
Y llegamos al final con el resto de marcas clásicas, que ni han entrado ni hay indicios para pensar que vayan a entrar. Tenemos aquí a Festina, Nautica, Lotus, Swatch, Seiko y Tissot, todas ellas empresas con una amplia trayectoria en el mundo de los relojes del que, por ahora, no parece que vayan a salir.
La que ha coqueteado con algo que no sean relojes convencionales ha sido Swatch con dispositivos como los Touch Zero One y Touch Zero Two, que más que relojes inteligentes son dispositivos pensados para el entrenamiento. Y es curioso, porque la propia empresa dijo estar desarrollando un "ecosistema único hecho en Suiza [...] diseñado especialmente para las necesidades de pequeños objetos conectados (IoT) y, naturalmente, ante todo para los relojes". Dijeron que los primeros productos verían la luz a finales de 2018 y aquí estamos, a punto de terminar 2019 y sin noticias de ese Swiss OS.
Tissot, del grupo Swatch, tampoco ha hecho nada al respecto. En una entrevista de finales de 2014 François Thiébaud, director de Tissot, dijo que "Tissot, como Swatch, presentará un nuevo smartwatch en los próximos meses, antes de Baselworld. Como se recordará, el Grupo Swatch fue un pionero en la tecnología smartwatch, con sus modelos Paparazzi y Access". Para que nos hagamos una idea, un Swatch Paparazzi y un Swatch Access eran de todo menos lo que entendemos por smartwatch.
Al ser preguntado por su posición con respecto a los smartwatches dijo que "personalmente, no tengo ningún deseo de recibir notificaciones cada 30 segundos. No estoy buscando constantemente en mi smartphone ahora, mientras estoy hablando con usted" y que los relojes inteligentes tienen muchas desventajas (principalmente, la batería y tener que cargarla). Sin embargo, sí veía en estos dispositivos una ventana interesante: "los jóvenes que no están acostumbrados a llevar relojes serán introducidos en la relojería a través del smartwatch". Sea como fuere, no tienen un reloj inteligente en su catálogo.
La española Festina tampoco se ha lanzado a producir relojes inteligentes, aunque sí tiene algún que otro reloj conectado llamado Festina Hybrid y un aparente plan de futuro. El Hybrid permite recibir notificaciones, monitoriza el sueño y la actividad, pero no es un smartwatch con un sistema operativo de smartwatch, sino un híbrido.
El movimiento más llamativo lo vimos a principios de año, cuando Festina compró Kronaby, una empresa de relojes híbridos y creadora de los Sekel, Apex, Nord y Carat. En palabras del Miguel Rodríguez, presidente del grupo Festina, "es una adquisición muy importante para nosotros, no solo porque tendremos una nueva marca en nuestro catálogo, sino también porque daremos un paso en el sector de los relojes inteligentes". "Todos sabemos que el mundo está cambiando constantemente y los dispositivos conectados son algo que tenemos a nuestro alrededor cada día", concluía.
Terminamos con Seiko, que es un caso peculiar. Los más veteranos del lugar seguramente recuerden el Seiko TV Watch, que pudimos ver en la muñeca de Roger Moore en '007: Octopussy'. Se lanzó en 1982 y era, efectivamente, un reloj con una pequeña pantalla incorporada para ver la tele (si es que eso es posible en un panel de 1,2 pulgadas). Era atrevido, por lo que llama la atención que no se hayan aventurado en el mundo de los smartwatches.
Como comentan en Bloomberg, Akio Naito, presidente de la junta directiva de Seiko Corp, afirma que se ha discutido varias veces sobre el tema y que no hay una postura clara al respecto. En sus palabras, "no creo que debamos competir con Apple o Samsung. No necesitamos un mercado en el que tengamos que estar constantemente actualizando el software y asegurándonos de que los dispositivos sean compatibles con los numerosos smartphones del mercado".
¿Cómo está el mercado de los relojes inteligentes?
Ya hemos visto que, salvo excepciones, las marcas tradicionales no han apostado fuerte por los relojes inteligentes. Las que sí lo han hecho han sido las marcas "de ahora", entendiendo como "marcas de ahora" Apple, Samsung, Huawei o Xiaomi. A nivel mundial, la líder indiscutible es Apple con un 46,4% de cuota de mercado en el segundo trimestre de 2019. Detrás está Samsung con un 15,9 y luego Fitbit con un 9,8%, de acuerdo a Statista.
Counterpoint Research publicó a principios de año los envíos de relojes inteligentes y la evolución desde el primer trimestre de 2018 hasta el primer trimestre de 2019. La consultora afirma que Apple gana, Samsung le sigue e imoo (un fabricante chino) se queda con el bronce. No es hasta la séptima posición que encontramos una marca convencional: Fossil, cuya cuota de mercado es del 2,5%.
Aún sin la fuerza de las marcas tradicionales, el mercado de los relojes inteligentes crece, habiendo pasado de cinco millones de unidades vendidas en 2014 a 75 millones de unidades en 2017, según los datos de Statista, pero no termina de cuajar. En un mercado tan potente como es Estados Unidos, los datos de 2019 hablan de que solo uno de cada seis ciudadanos tiene un reloj inteligente, mayormente personas de entre 18 y 34 años.
Por otro lado, el mercado de los relojes no parece estar sufriendo la llegada de los relojes inteligentes. Los ingresos se han mantenido estables y hasta han crecido ligeramente de forma interanual. De acuerdo a la Federación de la Industria Relojera de Suiza, las exportaciones de relojes suizos en 2018 ascendieron a 21.200 millones de francos suizos (19.346 millones de euros), un 6,2% de crecimiento con respecto a 2017 y consiguieron tasas de exportaciones positivas en los mercados clave como Hong Kong, Estados Unidos o China.
Visto lo visto, parece que los relojes de toda la vida siguen de moda, algo que podría explicar que las marcas tradicionales no hayan querido abandonar su mercado y apostar por uno más techie. Y tiene sentido, porque entrar ahí supondría competir contra gigantes como Apple, Samsung o Huawei, marcas con menos experiencia en el mundo de los relojes, pero con una amplia trayectoria en el sector de la electrónica de consumo.
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La noticia Siete años después de la llegada de los smartwatches, así se han adaptado los fabricantes tradicionales de relojes fue publicada originalmente en Xataka por José García Nieto .
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