Fundaron la compañía con el objetivo de “hacer el mejor cargador de coches eléctricos del mundo”. Pero, apenas 5 años después, su ambición pasa por hacer la gestión energética de los hogares, de forma sostenible, inteligente, transparente y sencilla para el usuario. Y, para ello, quieren además dar respuesta a algunos de los problemas de las renovables, como su almacenamiento.
Hablamos de Wallbox, una empresa con más de 200 empleados que en mayo recibía una inversión de 23 millones de euros después de haber recibido otros 19 millones el año anterior. Una empresa que diseña, desarrolla y fabrica cargadores inteligentes de vehículos eléctricos e híbridos enchufables, tanto para uso doméstico, como empresarial pero que tiene puesta su mirada en la gestión integral de la energía del hogar.
“Estamos ahora mismo dando ese paso y en el futuro evolucionaremos mucho más hacia la energía”. Enric Asunción es el CEO de Wallbox, una empresa afincada en Barcelona que se considera a sí misma internacional: desde el año pasado hacen negocio también en Asia (tienen una fábrica a cien kilómetros de Shanghái y operan través de una joint venture con una empresa china) y América del Norte (con oficina en California desde la que quieren distribuir sus productos en todo Estados Unidos, Canadá y México).
Según sus propios datos, Wallbox vende sus productos en más de 40 países y el nuestro apenas supone el 20% del negocio. Donde más éxito tienen es en los nórdicos, pero Asunción asegura que están creciendo muy fuerte en Inglaterra, Francia y Alemania. De aquí a un año se espera que cada uno de los continentes represente un tercio de la facturación
Dejar un trabajo en Tesla para montar tu negocio
Enric Asunción tiene un amplio bagaje profesional en el sector de las baterías para automóviles eléctricos. De hecho, reconoce que ha estado “toda su vida profesional” trabajando en la carga de este tipo de coches: desde crear las normativas y estándares hasta los dispositivos para que los cargadores fueran compatibles.
Fue fichado por Tesla para que, pese a las diversidades técnicas y normativas que hay en los diferentes países europeos, ningún ciudadano de Europa dejase de comprase un coche eléctrico por culpa de su recarga. “Cuando estaba poniendo en marcha este trabajo en Tesla me di cuenta de que los cargadores eran estáticos y sin ningún tipo de inteligencia”, nos cuenta. “El 80% de las cargas de los vehículos eléctricos se realiza en casa. Necesitamos que se haga con la energía más barata, adaptándose al uso energético que se hace en el hogar”, defiende.
Enric Asunción estaba convencido de que estos puntos de recarga podían ser más eficientes y tener más funcionalidades. Una charla con un gran amigo suyo en una boda el día que cumplió 30 años acabó por convencerle de que las empresas que hasta ese momento eran sus socios en Tesla pasarían a ser su competencia: iba a montar Wallbox.
Una empresa para el 0,1% del mercado
Tanto a Asunción como a su socio les mueve una idea común para abandonar sus trabajos y lanzarse a la aventura de emprender. “Queríamos hacer el mejor cargador del mundo y solucionar los problemas que lleva asociado el vehículo eléctrico”, nos cuenta. Y, además, como conocían bien el sector, “teníamos muy claro lo que no teníamos que hacer”.
Wallbox quiere que se utilicen las baterías de los coches enchufables como sistema de almacenamiento y romper así una de las barreras de las renovables
El CEO de Wallbox asegura que ya entonces “estábamos convencidos de que el coche eléctrico era el futuro”. Sin embargo, cuando fundaron la compañía, hace 5 años, apenas se vendían 900 coches eléctricos en nuestro país, según los datos de ANFAC (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Coches). Y se matricularon más de un millón de automóviles. Es decir, que los que no eran de combustión apenas representaban el 0,1% del mercado.
“Creo que es uno de los grandes éxitos y ventajas del Wallbox; haber sido los primeros en apostar por este mercado”, responde cuando le ponemos estos datos encima de la mesa. Al mismo tiempo, justifica que la vocación fuera ser una compañía internacional desde el mismo momento en que nacieron. “La primera venta que hicimos fue en Noruega, la segunda en Finlandia”, recuerda el CEO de la compañía. “Desde el primer día tuvimos que ser internacionales. No había más remedio”, entre otras cosas porque el mercado español era muy pequeño. Algo que, para Asunción, “nos ha facilitado las cosas: ser una compañía global”.
Optimistas pese a la Covid
En estos cinco años, el mercado del coche eléctrico (en sus diferentes versiones) ha ido expandiéndose. Del millar de unidades de hace cinco años hemos pasado a que en 2019 se realizaran 12.286 matriculaciones de vehículos eléctricos en España y 7.458 de los híbridos enchufables. Pese a todo, los no enchufables siguen siendo la opción preferida, con 109.755 matriculaciones.
A falta de conocer los datos de este 2020, todo apunta a que el sector del automóvil será uno de los más afectados por la Covid 19. Pero Asunción es optimista porque las previsiones que manejan es que en Europa se alcance el millón de unidades vendidas. “Aumentaremos en un 50% los coches enchufables respecto al año pasado”.
Cree, además, que las políticas europeas (y también las españolas) van a forjar aún más el camino hacia la movilidad electrificada. “La recuperación económica pasa por la sostenibilidad. Wallbox va a ser un habilitador de esta recuperación económica, que será verde”, asegura.
Cargadores para el hogar y el profesional
Desde que fundaron la compañía hasta que lanzaron su primer cargador, Commander, transcurrió un año y medio en el de desarrollo de producto. Lo presentaron en la feria EcarTec de Munich en 2017. “Aún teníamos que incrementar la capacidad de fabricación, pero era la feria más importante del momento, conseguimos atraer mucho interés y llegaron los primeros contratos de compañías eléctricos y de fabricantes de coches. Eso nos permitió tener más financiación y mejorar nuestras capacidades”, rememora Asunción.
Wallbox tiene cargadores para particulares y empresas. En breve lanzarán también para la recarga en la vía pública
En estos momentos, la compañía tiene productos tanto para el hogar (las gamas Pulsar y Quasar) como para profesionales (Commander 2 y Copper SB). Además, están desarrollando productos para la carga pública, en las calles. “Esperamos lanzarlos en breve”, nos cuenta.
El CEO de Wallbox se muestra orgulloso, en primer lugar, del diseño de todos los productos. Pero donde cree que está el verdadero valor es en la simplicidad de uso para las personas pero en la inteligencia que acompaña la solución. “Nuestros cargadores tienen un diseño muy atractivo y una tecnología detrás que facilita la venta de los coches eléctricos. Simplemente hay que poner el cargador en casa y él, con su inteligencia, se encarga de todo”.
La compañía asegura que la tecnología desarrollada permite que el cargador se adapte al consumo energético que se está realizando en el hogar. “Es capaz de reducir la potencia si es necesario para evitar que te salten los plomos, de saber cuándo la energía es más barata para recargar en ese momento el vehículo y sin que sea necesaria la intervención del usuario”, explica.
Gestionar la energía como un corazón
Pero, como decíamos al inicio de este artículo, el objetivo de la compañía es aprovechar esto para ir un paso más allá. “Donde vemos nuestro futuro es en desbloquear el potencial que hay en las baterías de los coches eléctricos”, avanza. “Algunas baterías pueden alimentar hasta 5 días una casa”, por lo que, si toda esa energía no se emplea solo para cargar el coche sino que se puede extraer para alimentar la casa, “podemos jugar con la energía: cargar las baterías cuando es más barata y usarla en los momentos en que es más cara. Podemos reducir nuestra potencia contratada”, añade.
Es más, en su opinión este tipo de cargadores que funcionan en dos sentidos puede ser una de las soluciones a uno de los principales problemas de las energías renovables: su almacenamiento. “Si usamos las baterías como almacenamiento para luego devolverla a la red, es un punto clave”. Y es en ese terreno donde quieren jugar en los próximos meses y años.
Quasar es el nombre de este cargador que ha recibido un premio en la feria CES a la mejor solución de movilidad y que permite usar la batería del coche para proporcionar energía al hogar o venderla a la red. Es decir, que su funcionamiento es como el del corazón, capaz de recibir y también bombear energía.
La instalación de cualquiera de sus cargadores es, según Wallbox, muy sencilla aunque se recomienda hacerlo a través de un instalador autorizado. En este sentido, la compañía cuenta con una red de socios, encargados de vender e instalar el producto, aunque también se pueden comprar de manera independiente.
Mientras pueda implantar su visión de forma independiente, Wallbox prefiere no aceptar las ofertas de compra que reconoce haber recibido
Cuando se adquiere un cargador, además del producto de hardware se acompaña una plataforma que incluye la gestión energética. De hecho, ésa es la verdadera clave de Wallbox. “Queremos que la gente empecé a usar nuestra plataforma” como puerta de entrada a esa gestión total de la energía en el hogar. Si eres un particular, cuando adquieres un Wallbox (bien con la adquisición de un coche, a través de una compañía eléctrica o de un distribuidor autorizado), el uso del software es gratuito de por vida. Para empresas y flotas, hay un pago mensual, que depende del tipo de carga y de usuarios.
Enric Asunción confirma que los próximos lanzamientos de productos de Wallbox irán más en esa línea. “Ahora mismo estamos en la unión entre el coche eléctrico y la energía, pero evolucionaremos mucho más hacia la energía del futuro”. Para lograrlo, están invirtiendo en nuevos productos y han ampliado plantilla. “Hemos contratado a más de 140 personas, especialmente durante la pandemia y tenemos planes de seguir creciendo”, asegura.
Del dicho al hecho…
Enric Asunción tiene 3 coches y los tres son eléctricos. No solo como fundador, también como usuario, insiste en que la instalación, integración y uso de sus dispositivos es muy sencillo y transparente para el usuario. Incluyendo la conexión WiFi y a la red eléctrica y de tarificación del usuario.
El software que realiza esta gestión reside tanto dentro del cargador como en el móvil del usuario. Esto es así porque puede haber aparcamientos en los que no hay acceso a redes WiFi ni 4G. “Si quieres extraer datos o actualizar ese cargador que no tiene acceso a Internet, basta usar Bluetooth para conectarlo al móvil y descargar esos datos o actualizarlo”, explica.
La otra “inteligencia” y que tiene más funcionalidades es cuando está conectado a Internet. Se trata de un desarrollo propio con el que se gestionan las sesiones de carga, el consumo, etc. Si eres un particular, cuando adquieres un Wallbox (bien con la adquisición de un coche, a través de una compañía eléctrica o de un distribuidor autorizado), el uso del software es gratuito de por vida. Para empresas y flotas, hay un pago mensual, que depende del tipo de carga y de usuarios.
Las eléctricas no le quitan el ojo
Una de las grandes rondas de inversión que Wallbox recibió fue el año pasado y una de las principales compañías en apostar dinero fue Iberdrola. Enric Asunción asegura que, pese a eso, siguen siendo completamente independientes de los objetivos que pueda tener la eléctrica, aunque confirma también que la estrategia y la visión de ambas están alienadas. “Ambas creemos que la recuperación económica vendrá por el green recovery”, pone como ejemplo de esas coincidencias.
Los planes de Iberdrola por la transición energética hacia las renovables y el coche eléctrico son conocidos. Asunción es de la opinión de que este plan es “el más ambicioso” (y no solo en España) en relación a la carga en la vía pública y en el hogar. El papel de Wallbox aquí es como proveedor y no como socio. “Nuestro reto es ofrecerles el mejor servicio para que este plan sea un éxito, porque al final va en beneficio de todos”, detalla. El reto es que el coche eléctrico llegue antes posible y se asiente como opción.
Asunción tiene claro que tanto particulares como empresas acabaremos consumiendo energías renovables. “Obviamente habrá gente que no tendrá acceso a placas solares y tendremos que seguir generando energía”, pero en su visión de futuro las renovables serán mucho más masivas que ahora. “De nuestros clientes que son compañías eléctricas, todos ellos tienen programas de energía solar. Todos ellos están invirtiendo en energías renovables”, añade.
Aún no es tiempo de vender
Teniendo en cuenta esta relación que mantiene con las eléctricas y que incluso Iberdrola haya invertido en Wallbox, la pregunta de si ha sobrevolado la opción de la venta de la compañía es evidente.
“Creo que, si lo estás haciendo bien, lo normal es que haya compañías que te quieren adquirir”, confiesa, para añadir que Wallbox tiene una misión y un plan que quiere implementar de manera independiente. “Queremos tener una marca y seguir siendo independientes, ser líderes en el mundo de este sector de la gestión energética”.
¿Quizá las ofertas recibidas han sido bajas? “No es un tema de dinero. Es un tema de cuán viable es el implementar nuestra visión”, aclara. “Si yo veo muy claro que la misión de Wallbox la podemos ejecutar solos, que no necesitamos a nadie, seguiremos así. El día que veamos que esta visión requiere un partner adicional, pues obviamente haremos algún tipo de transacciones”. Pero “lo mismo aplica” a sus posibles adquisiciones, como la reciente de Electromaps. “Lo importante es la visión”, sentencia.
Además, nos confirma que ahora mismo la empresa no es rentable. “Podríamos serlo, pero preferimos expandirnos a nuevos mercados e invertir en nuevos productos. Ahora lo importante es lograr esa posición en el mercado y esperar un poco de tiempo para empezar a ser rentables”, añade.
Los planes no siempre salen como esperas
En apenas 5 años, Enric Asunción ha pasado de tener un puesto en Tesla a fundar una empresa con 200 trabajadores, presencia internacional que ha conseguido varias rondas de financiación y diversos premios internacionales. ¿Lo imaginaba así?
“Cuando montas una empresa de la nada siempre esperas que vaya mejor y más rápido”, confiesa. Pero, echando la vista atrás, cree que no se puede quejar de lo logrado, especialmente si tiene en cuenta que todo podría haber sido mucho más complicado. “La gracia cuando comienzas un nuevo proyecto es que no eres consciente del reto que hay por delante. Eso también es lo que te empuja”, señala. Por eso, se muestra “muy satisfecho” con lo que conseguido hasta ahora.
¿Y de aquí a 5 años? “Debemos democratizar el uso de la energía. Tú puedes estar en Madrid y quizá estás generando energía que podrías compartir con alguien en Barcelona. Estoy convencido de que el futuro será así”, vaticina.
A renglón seguido, confiesa que se siente agradecido por “habernos dado cuenta de que teníamos que cambiar la forma en que se genera la energía”. “Se puede vivir de otra manera. Estamos en un buen momento para cambiar la forma en que vivimos, siendo más sostenibles. Quizá dentro de 5 años, cuando miremos para atrás, nos demos cuenta de que la Covid fue una desgracia pero al menos nos hizo ver que podíamos respirar aire más limpio”, concluye.
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La noticia De trabajar en Tesla a crear Wallbox, una empresa española de cargadores para coches eléctricos que ya tiene más de 200 empleados fue publicada originalmente en Xataka por Arantxa Herranz .
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