AirPods, Galaxy Buds, True Buds, auriculares TWS o como usted los quiera llamar: es pura metonimia. Esos auriculares cercenados que se han hecho tan populares en estos últimos años, y que a veces usamos de forma tan natural que acabamos olvidando que los llevamos puestos, lo cual da pie a situaciones incómodas. Como cuando entablamos una conversación con alguien... sin quitarnos los auriculares.
Hay más escenarios que a estas alturas ya nos resultan más o menos familiares pero que siguen siendo susceptibles de ser mejorados, al menos si nos preocupa no quedar como unos bordes o como personas demasiado ajenas a la realidad por culpa de los AirPods.
Cuando vayas a hablar con una persona, quítatelos
Ambos. Hablar con alguien que tiene sus orejas tapadas por auriculares resulta extremo, transmite una relación asimétrica en la que una persona tiene interés en escuchar a la otra, pero la segunda no.
Si se trata de una consulta puntual, puedes quitarte solo uno
Sobre todo si va a ser una conversación más allá de una consulta breve, del tipo "oigan, ¿aquí venden pendrives?". En ese caso puedes quitarte uno.
Si la conversación puede alargarse, guárdalos en su estuche
Un diálogo corto puede ser resuelto sosteniendo los auriculares en la mano. Si va a ir más allá, mantenerlos en ella puede ser visto como un gesto que evidencia las ganas de volver a ponérselos, y por tanto, de acabar la conversación.
No le ofrezcas uno a alguien para que escuche algo en tu móvil
Compartir un auricular así es algo bastante íntimo. Ni es habitual que una persona tenga ganas de ponerse el de cualquiera en su oreja, ni debería serlo que tenga ganas de ir ofreciendo el suyo. Solo para personas de gran confianza.
Úsalos para señalizar tu disponibilidad de forma sutil
Cuando estamos en un entorno como una oficina o en casa con otras personas, sobre todo si estamos trabajando en este último caso, los AirPods pueden servir para mandar un mensaje pasivo al resto.
Usar ambos equivale a estar concentrado y no estar disponible para interrupciones. Usar solo uno, a estar trabajando pero estar dispuesto a ser interrumpido.
Si no suena nada, quítatelos
Mantenerlos en las orejas sin razón alguna no solo es raro, sino que puede hacernos olvidar que están ahí e incluso salir a la calle con ellos puestos de forma inconsciente, o interactuar con otras personas que se extrañarán al vernos hablarles sin habérnoslos quitado.
Piensa dos veces si vas a usarlos estando con otras personas
No importa el contexto: si no resulta evidente que tienes una razón para usarlos, como atender una llamada, escuchar un mensaje de voz de forma privada o ponerte a trabajar; ponerse unos auriculares estando con otras personas transmite desinterés y desdén.
Controla el volumen si alguien puede hablarte
Tampoco es lo más constructivo estar junto a otras personas y que alguien te hable... y ni siquiera le escuches porque el volumen de los auriculares te lo impide. Aunque cada uno esté a sus cosas, no dejamos de estar juntos.
Líneas rojas
Conduciendo, en una reunión presencial, en una boda o en un funeral. Simplemente hay situaciones donde ningún adulto debería llevar auriculares en sus orejas. Y por supuesto, entender cuáles son sin necesidad de que alguien se lo escriba.
¿Creen que esto solo es una colección de obviedades? Bueno, les aseguro que quien escribe estas líneas ha visto prácticamente de todo, y hasta aquí puedo publicar.
Imagen destacada: Jackson Simmer y Tarun Savvy en Unsplash.
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La noticia Tras seis años usando los AirPods, estas son las nueve reglas de etiqueta que deberíamos conocer para usarlo fue publicada originalmente en Xataka por Javier Lacort .
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