Te subes al coche, colocas el móvil para que te sirva de navegador GPS y marcas el destino al que quieres llegar. Y entre los datos que te ofrece está no solo está esa ruta guiada que te ayuda a llegar sin perderte, sino la información que permite establecer la hora de llegada aproximada a destino.
Sin embargo esa hora de llegada estimada dista a menudo mucho de la realidad, incluso si uno utiliza aplicaciones que toman en cuenta uno de los factores esenciales para tratar de predecir cuándo llegaremos a destino: el tráfico. Un reciente estudio de las opciones disponibles demuestra que hay mucho margen de mejora en un segmento de herramientas cada vez más conectadas.
Buen comportamiento, pero mejorable
En esas pruebas el equipo de NPR evaluó el comportamiento de un trayecto habitual al trabajo de uno de sus miembros aprovechando INRIX, Waze, HERE de Nokia (veremos si por mucho tiempo), Google Maps y Apple Maps. Todas ellas toman en cuenta diversos factores para estimar esa hora de llegada, y entre ellos está el tráfico que evalúan a través de diversos sistemas de alertas.
En la interfaz de esas aplicaciones es posible mostrar directamente información sobre el tráfico gracias al color que toman las carreteras por las que vamos a pasar (habitualmente el rojo para mucho tráfico, verde para tráfico ligero). El trayecto tardó en realizarse 30 minutos, más de lo que la mayoría de las aplicaciones predijeron. INRIX estimó 23 minutos, Waze 30, y Apple Maps 22 -no se dan datos de las otras dos- y entre todas ellas destacó por su precisión Waze.
Sin embargo ninguna de ellas era especialmente precisa en el tratamiento de la información del tráfico. Por ejemplo en Waze llegó una alerta de un accidente de tráfico en el carril derecho de una de las carreteras por las que se pasaba, pero ese accidente no aparecía en otras como INRIX. Y de hecho al pasar por esa parte el accidente en cuestión no parecía haberse producido, o ya había sido gestionado por las autoridades y los servicios de asistencia.
Retrasos y precisión, los problemas
Uno de los problemas que permiten explicar las imprecisiones de estas aplicaciones es el hecho de que los informes de tráfico llegan con retraso (de ahí que el accidente ya no estuviera ahí cuando los responsables pasaron por esa vía) y a menudo no son relevantes para los trayectos que muchos usuarios realizan. Ray Resendes, del Transportation Institute en la Universidad Virgina Tech, indicaba que "la frustración va a ser la misma con casi cualquier aplicación que uses, porque todas usan los mismos datos".
En Estados Unidos los datos de tráfico se recogen a través de la información que proviene de los teléfonos móviles que usan aplicaciones como Waze y también de sensores de agencias gubernamentales o de flotas de transporte, además de cámaras de tráfico que permiten conocer la situación en tiempo real en las principales vías.
Aún así, hay limitaciones en esos datos, y en Waze por ejemplo no se precisa en cuál de los carriles de una autopista nos encontramos, lo que haría que incluso si es un solo carril el afectado por el atasco -como ocurre en algunas salidas y entradas a vías importantes en horas punta- la indicación de tráfico alto afecta a todo el tramo de la carretera.
Los coches conectados prometen mejoras importantes
Resendes indicaba cómo eso podría solucionarse con sistemas de GPS diferencial que permiten mejorar la precisión y hacer que se hable de márgenes de error de apenas unos centímetros. Otros problemas a esa navegación con una predicción acertada de tiempos de llegada son los debidos a túneles o a la recepción problemática de las señales GPS en áreas en las que existen muchos edificios altos. Para este experto, aunque las aplicaciones hacen un buen trabajo con los datos que tienen, no son capaces de ser eficientes a la hora de mostrar datos con un mayor nivel de detalle. Las aplicaciones actuales, destaca, son probablemente más útiles para conductores que no transitan por esas áreas mostradas habitualmente que para aquellos que las recorren a diario y conocen más o menos el estado de esas carreteras en esas horas.
La precisión de estos sistemas podría mejorarse en el futuro si como parece nuestros coches están aún más conectados que nunca y se convierten en parte de un gigantesco sistema en el que cada vehículo pueda "comunicarse" con el resto. Tim Lomax, analista en el Texas A&M Transportation Institute, cree que esa comunicación podría hacer innecesarias las señales de tráfico.
Si los coches hablan los unos con los otros no necesitarías señales de tráfico. Al acercarte a un cruce, tu coche básicamente solicitaría paso, y eso haría que el resto de coches supieran que esa petición se ha producido y la tomarían en cuenta para evitarlo.
Puede que aún quede algún tiempo para llegar a ese punto, pero Lomax cree que las aplicaciones que personalizan esa información son una realidad. Según este analista eso permitiría una ventaja interesante: que no todo el mundo eligiera la misma ruta y vías para trayectos similares, aligerando el tráfico general y haciendo que todos esos trayectos se consideraran de forma global para que los tiempos de llegada fuesen lo mejores posible para todos los conductores. Incluso podría animar a los usuarios de vehículos privados a usar el transporte público si esa opción les permitiera llegar más rápido (además de ahorrar).
En Xataka | Estrategia de los navegadores GPS integrados
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La noticia Tu app de tráfico no predice bien la hora de llegada, pero lo hará mucho mejor en ese futuro hiperconectado fue publicada originalmente en Xataka por Javier Pastor .
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