Cuando alguien me invita a ver una serie con una coletilla en la línea de "a mitad de temporada mejora" no puedo evitar poner los ojos en blanco; y más ahora, con tanta saturación de títulos e historias con potencial a nuestro alcance. Cuesta tener aguante y dar segundas oportunidades cuando se está rodeado de estímulos y, sin embargo, es fácil caer en la contradicción de recomendar algo con una insistencia que utiliza la paciencia como uno de los argumentos. Este contraste es el que traigo hoy con 'Colony', una serie de ciencia ficción que arrancaba como poco más que prometedora pero que ha crecido y mejorado exponencialmente con el paso de los episodios.
El título de 'Colony' hace referencia a las diferentes colonias, o bloques separados por altos y gruesos muros, que se crean en la tierra tras una invasión alienígena. En la serie vivimos este futuro distópico en Los Angeles, donde sus habitantes viven bajo una ocupación militar que impone las políticas establecidas por los aliens (llamados "anfitriones") mediante un organismo llamado La Autoridad. Este organismo está liderado y formado por personas que colaboran con un régimen definido por los toques de queda, la vigilancia constante, el trabajo forzado, la propaganda, la reducción del acceso a recursos básicos y el control total de los habitantes.
La historia arranca cerca de un año después de la ocupación alien y tiene en su epicentro en los Bowman, la familia protagonista. Kate Bowman (Sarah Wayne Callies, 'The Walking Dead'), es un operativo de la resitencia, un grupo insurgente que intenta tanto mejorar la calidad mediante circuitos clandestinos de recursos como cambiar la situación sociopolítica mediante acciones que el régimen califica como terroristas.
Su marido, Will Bowman (Josh Holloway, 'Perdidos'), es un ex militar y ex agente del FBI que es obligado a unirse a los Cascos Rojos (la policía militar) y cuya misión precisamente es encontrar a los miembros de la resistencia. Los Bowman tienen tres hijos: el mayor, que apunta a ser un futuro insurgente, el mediano, que quedó atrapado en otra colonia cuando aparecieron los muros y no saben nada de él, y la pequeña, que va camino de ser adoctrinada por los profesores que envía el régimen.
Entre otros personajes fuera de la familia destacan Alan Snyder (Peter Jacobson), el gobernador del bloque de Los Angeles, Broussard (Tory Kittles), contacto en la resistencia de Kate, y la hermana de ésta, Maddie (Amanda Righetti). 'Colony' está creada por Carlton Cuse (uno de los showrunners de 'Perdidos', creador de 'Bates Motel' y la próxima 'Jack Ryan') y Ryan J. Condal ('Rampage') y tiene tres temporadas (y, si Netflix u otra no la rescatan, no habrá más).
¿Colaboras o resistes?
Aunque se trate de una serie de ciencia ficción, lo cierto es que en 'Colony' los elementos de género son más una alegoría y los aliens un macguffin. La verdadera intención de la historia es profundizar en los diferentes aspectos de una dictadura militar y las diversas reacciones que provoca este tipo de represión, desde la psicología del colaboracionismo hasta los grises de una insurgencia con violencia, explorando dilemas morales derivados de todo esto y mezclándolo con el día a día de la vida de esa familia en la dinámica de la colonia.
Un arranque prometedor por explotar
Como seguro que aún permanece el eco de lo que dije sobre recomendar "series con cláusula de paciencia", sí, 'Colony' es una de esas historias que se toma tiempo en alcanzar su verdadero potencial. Aunque desde el primer momento el aspecto sociopolítico de su premisa resulta estimulante, el equilibrio entre éste y las tramas más familiares y cotidianas no acaba de cuajar del todo. Quizá por el intento de apelar a un público más amplio, la presentación y el desarrollo inicial de los personajes y tramas en el terreno más dramático y familiar se antoja excesivamente convencional y ya visto.
Su atractivo diseño argumental inicial invita encontrarse a los personajes en situaciones que involucren al espectador a juzgar moralmente sus acciones, al fin y al cabo es lo más atractivo de un planteamiento como éste. Sin embargo da la sensación de que a los guionistas les puede el miedo a que sus protagonistas resulten demasiado oscuros o antipáticos, o el contenido demasiado denso, por lo que se pierden los matices que la premisa invita a desarrollar.
Con todo, siempre hay escenas, subtramas o situaciones concretas que sí explotan el potencial de la premisa y la temática; momentos en los que la resistencia echa mano de métodos discutibles que los personajes cuestionan, decisiones y acciones terribles e inhumanas que los colaboracionistas dan la vuelta para justificarse a sí mismos o pequeños detalles cotidianos que muestran cómo un régimen de estas características se va asentando y normalizando en el día a día. Digamos que a pesar del arranque torpe, 'Colony' es constante en ofrecer algo a lo que agarrarse para continuar.
Profundizando en los perfiles humanos
Aunque sus primeros episodios no aprovechen del todo el potencial de la premisa, no creo que esto se traduzca en un visionado aburrido insostenible; no para mí al menos. Tira de ciertos clichés y cuesta horrores conectar con los Bowman inicialmente, pero los episodios tienen ritmo y aumentan el contexto de la historia con cada entrega, por lo que no es complicado encontrar elementos a los que agarrarse para seguir la historia.
Éste es una de las virtudes que crece poco a poco, ya que si una cosa caracteriza la narrativa de 'Colony' es que en general no es amiga de estirar situaciones o subtramas y hay gratificaciones constantes para el espectador en forma de mini arcos argumentales de conspiración, secretos, revelaciones o decisiones radicales de los personajes.
Sin entrar en detalles concretos ni spoilers, digamos que no es una serie que tenga miedo a cambiar la situación de sus protagonistas de forma drástica. En tres temporadas hemos vivido varios cambios de escenario, un giro total del estatus de algún personaje, muertes e incluso saltos temporales que evitan que la serie se quede estancada en una situación reiterativa. El discurso último de 'Colony' está en explorar el abanico de cualidades humanas que salen a la superficie en situaciones extremas y exigentes como ésta, y poco a poco va profundizando en los diferentes perfiles, mostrando todos sus grises.
Aunque parta de arquetipos marcados como pueden ser el del superviviente altruista, el superviviente egoísta, el líder, el idealista, el derrotista, el cobarde o el violento, la trama va evolucionando y arrinconando a los personajes en situaciones cuya resolución hace más compleja la definición de su perfil.
Es una lástima que la serie no vaya a tener la oportunidad de explorarlo, pero tras cierto evento en la tercera temporada, los protagonistas Will y Kate Bowman toman una actitud en su faceta de padres que se antoja tan lógica y humana desde su perspectiva como dolorosa y reprobable desde el punto de vista de sus hijos. No es nada grandilocuente ni explícito argumentalmente, es un estado emocional sutil que se hace patente poco a poco y que sorprende por su valentía. Si en la primera temporada temían perder la simpatía del espectador, con este detalle queda claro que los guionistas no tienen miedo alguno.
En el terreno de lo visual, por cierto, es una producción resultona que gasta presupuesto en los momentos adecuados y aprovecha las tensiones entre personajes y la puesta en escena para presentar un aspecto dinámico. Se nota además la presencia recurrente de Juan Jose Campanella en la dirección, un realizador con una narrativa visual y elocuencia con los planos extraordinarios (ahí están 'Halt and Catch Fire' o 'El secreto de sus ojos' para demostrarlo).
The Big Picture
Carlton Cuse, está familiarizado con recibir preguntas constantes acerca de cuán planeada está una trama de una serie; era una preocupación recurrente (y cansina) de los seguidores de 'Perdidos'. 'Colony' no tiene una mitología tan compleja ni juega a generar puzles para el espectador, pero sí que maneja cierto nivel de incógnitas en lo que respecta a los aliens y el objetivo de su invasión. En este sentido, una de sus grandes virtudes es la consistencia con la que va abriendo el panorama y ofreciendo más información al espectador sobre el contexto en el que ocurre todo. Es especialmente patente que hay detalles de los personajes y del destino final de la historia que tenían definidos desde un inicio, ya que cuanta más información recogen los protagonistas (y con ellos el espectador) más van encajando ciertos detalles.
Fun fact: revisando mis notas personales sobre la primera temporada, tenía recogidos ciertos agujeros argumentales o saltos de fe que había que hacer que, curiosamente, ahora tienen mucho sentido. Tomo esta anécdota como un argumento más para alabar la forma de administrar las revelaciones y el avance de la historia a un nivel global; prefiere pisar sobre seguro antes que aventurarse a incluir cosas para llamar la atención o atrapar con cliffhangers vacíos.
Otra virtud derivada de esa consistencia y del interés exponencial es la evolución de su discurso principal. Ese abanico de reacciones y perfiles humanos no sólo evoluciona sino que muestra diferentes etapas en la forma de enfrentarse a la situación, incluso en los mismos protagonistas. Aunque el lado de la resistencia sea el foco principal de la historia, dentro de ésta se encuentran diferentes acercamientos y movimientos. Se reflexiona sobre los ideales, sobre la propia política dentro de una organización insurgente, sobre qué valores tienen que mantenerse firmes en un movimiento de oposición y cuáles deben ser flexibles y cuáles deben cuestionarse.
También se muestra cómo un opositor motivado y convencido puede pasar de actuar desde la individualidad o un grupo reducido, a actuar a mayor escala, a aceptar la situación o incluso a intentar adaptarse como sea a la sociedad que te ha tocado vivir. Durante unos episodios explora la familia como motivo para luchar y sobrevivir, pero también evoluciona a situaciones en las que es patente que esa unión no es sólo un motivo para sobrevivir sino la manera en la que se puede conseguir. Y tampoco falta en la historia esos momentos en los que se muestra los efectos de una familia rota.
Hay momentos en los que 'Colony' deja a un lado su exploración de cuestiones morales y se centra en la supervivencia y viceversa. Es una serie que evoluciona constantemente, que se vuelve más oscura y fatal con el paso de los episodios y que, en definitiva, ha encontrado la forma de no quedarse estancada sin perder la esencia de su discurso y temática.
Mientras escribía este artículo recomendándola aprovechando que se estrenó la tercera temporada en España el 24 de julio, la cadena anunció su cancelación justo unos días antes de la emisión del último capítulo de la temporada, que por lo tanto será el último de la serie si no tiene lugar un rescate milagroso por parte de Netflix o similares.
Aunque creo que es bastante difícil que ese último episodio cierre todo según está la trama, las incógnitas principales con respecto a los alien, quién son y por qué están en la tierra están prácticamente resueltas. Da lástima sobre todo porque, con toda esa información, la cuarta temporada prometía ser espectacular. Es por ello que aunque seguramente nos deje con ganas de más, no dudo en seguir recomendándola a todos aquellos que os haya llamado los elementos genéricos y temáticos que definen 'Colony' y que he tratado de exponeros aquí. Está en emisión en SyFy España y en streaming en Sky.
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La noticia La dictadura militar alienígena de 'Colony' nos regala una de las mejores series scifi del momento fue publicada originalmente en Xataka por Adriana Izquierdo .
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