Publicado originalmente en Motorpasión
Mazda ha emprendido una nueva era de diseño y producto y su punta de lanza ya es el Mazda3 2019. Lanzado originalmente en 2003, el modelo nipón ha sufrido un profundo lavado de cara que se advierte sobre todo una parte trasera que dejó con la boca abierta durante su primera presentación oficial y que además sorprende al volante.
En carrocería hatchback ya disponible y en sedán -para esta tendremos que esperar a mayo- el nuevo Mazda3 equipa el motor diésel 1.8 l Skyactiv-D de 116 CV y el gasolina 2.0 l. Skyactiv-G, de 122 CV. Mientras tanto, el santo grial de la firma, el motor Skyactiv-X aún tardará en aparecer: se encuentra en pleno proceso de homologación. Estas son nuestras primeras impresiones al volante.
¿Y el Skyactiv-X 'pa cuándo'?
El Mazda3 es el tercer pilar de la marca de Hiroshima, seguido por los SUV CX-3 y CX-5, el rey en ventas. Desde su lanzamiento en 2003 se han vendido 6.055.973 unidades del compacto a nivel global, de las cuales más de un millón se han quedado en Europa.
Este compacto ha sido profundamente rediseñado para convertirse "en un objeto de deseo" y no quieren que se le compare con ningún rival: será el consumidor el que decida si es digno de batirse con marcas premium como Audi, Mercedes-Benz o BMW.
Como spoiler podemos decir que el nuevo modelo japonés sí puede jugar en la categoría del Audi A3, Mercedes-Benz Clase A y del BMW Serie 1, y llevando un equipamiento de serie muy destacable.
Ya en 2017 la firma nipona adelantó que el próximo Mazda3 sería el primer modelo del mundo en usar su revolucionario motor Skyactiv-X. Llevan tanto tiempo hablando de él que ahora la expectación es máxima. Y es que durante el primer contacto con el compacto, solo se mencionaron los Skyactiv-D y Skyactiv-G y la pregunta era evidente: ¿dónde está ese motor con tecnología de ignición por compresión?
En un primero momento, desde Mazda España nos dijeron que lo veríamos en junio, pero en la posterior presentación oficial del compacto se dejó claro que no lo veremos hasta el último trimestre del año.
¿La razón? Está en pleno proceso de homologación.
¿Qué sabemos? Que será un motor de 180 CV que llevará asociado, al igual que el gasolina actual, un sistema de microhibridación de 24V y 600 kJ, más un transformador DC/DC.
¿Por qué 24V y no 48V? Básicamente, porque es justo lo que necesitan y es más barato.
Al igual que los demás motores del Mazda3, se complementará con una transmisión manual de seis velocidades Skyactiv-MT o con una transmisión automática Skyactiv-Drive de seis velocidades. Aparte de la tracción delantera, la versión de 5 puertas con motor Skyactiv-X también estará disponible con el sistema de tracción total i-Activ.
Además nos confirman que el Skyactiv-X llevará etiqueta ECO al igual que el actual motor de gasolina. ¿Problema? El sistema actual de etiquetado medioambiental penaliza la tecnología en lugar de las emisiones.
Lo podemos comprobar en el propio configurador del Mazda3: vestir al coche con una etiqueta ECO no implica emitir menos CO₂ a la atmósfera. Mientras que el gasolina emite 139 g/km (ciclo WLTP), el diésel emite 131 g/km, según especifica la marca japonesa en su web.
Desde la firma nos cuentan que les costó hacer entender en su país natal por qué necesitaban introducir un motor asociado a un sistema mild-hybrid de 24V.
Y es que la necesidad para los fabricantes de obtener una media de emisiones de CO₂ de 95 g/km para toda su gama en 2020 les ha llevado a centrarse en la creación de coches eléctricos e híbridos enchufables o PHEV, pero también a buscar soluciones imaginativas para poder lograr esa media de emisiones en los coches de combustión interna sin tener que invertir cantidad ingentes en el desarrollo de tecnologías más caras.
Así que de momento, tendremos que esperar para conocer el que afirman es el mejor motor de la gama Mazda3, y que promete ser un 20 % más potente y un 20 % más eficiente que el actual motor de gasolina.
Pero en los planes de la firma sí que entran los híbridos enchufables y los eléctricos: puede que comencemos a tener noticias a partir de este año. De momento, en unos pocos días podremos descubrir el que con toda seguridad será el próximo SUV compacto de Mazda: un posible CX-4.
Diseño agresivo para el 5 puertas; sobrio para el sedán
Los primeros coches en los que tomó cuerpo este nuevo lenguaje de diseño fueron el concept Mazda RX Vision, que se exhibió en el Salón del Automóvil de Tokio de 2015, y el Mazda Vision Coupe, otro concept que pudo verse en la edición de 2017.
Fueron estos dos prototipos los que dieron forma al 5 puertas y al sedán, que tienen personalidades -y público objetivo- totalmente diferenciadas.
Mientras que en el hatchback los robustos pilares C contribuyen a un diseño de la sección trasera muy agresivo, en el que el habitáculo y la carrocería parecen formar un único cuerpo, en el sedán el estilo es manifiestamente más tradicional y mucho menos emocionante.
Sedán |
5 puertas |
|
Longitud total |
4.660 mm |
4.660 mm |
Anchura total |
1.795 mm |
1.795 mm |
Anchura total (de espejo a espejo) |
2.028 mm |
2.028 mm |
Altura total sin carga |
1.440 mm |
1.435 mm |
Distancia entre ejes |
2.725 mm |
2.725 mm |
En el nuevo Mazda3 se ha revisado el diseño de las luces: los faros siguen un patrón sencillo, con una luz circular en el centro y acentos de iluminación en la sección lateral. Los grupos ópticos traseros cuentan con cuatro luces redondas. Por su parte, las luces del Sedán se encuentran más próximas entre sí; transmiten una sensación más sobria.
Por su parte, la capacidad del maletero con todos los asientos traseros en uso es más que aceptable: 450 l para el sedán y 358 l para la carrocería cinco puertas. El único inconveniente, no exclusivo del Mazda3, es una boca de carga demasiado alta que obliga a hacer un esfuerzo extra a la hora de meter maletas u objetos pesados.
Un interior sin ruidos visuales
Mazda ha querido eliminar el ruido visual con un interior simétrico y muy equilibrado. Su principal propósito, tal y como se desveló durante la rueda de prensa es evitar las distracciones: esa fue la respuesta a la pregunta de cuándo introducirían una pantalla táctil de mayor tamaño.
En este caso comparar la cabina con modelos como el Mercedes-Benz Clase A no tiene mucho sentido, pues el interior del modelo alemán es una auténtica discoteca plagada de luces de colores y pantallas: todo es digital.
Sin embargo, la filosofía de Mazda de centrar el diseño en el conductor es acertada. Como ya hemos visto en el nuevo CX-3, es un interior sobrio pero más que suficiente para tener a mano cualquier funcionalidad que se necesita. Y no, no hay distracciones.
La pantalla TFT de 7 pulgadas situada en el centro del cuadro de instrumentos presenta información bastante clara y sencilla, y está alineada con la pantalla Head Up Display que muestra las instrucciones de un sistema de navegación con cierta tendencia a la ecolalia que llega a ser molesto.
El volante, el panel con tres relojes y las salidas de ventilación forman un diseño simétrico que no abruma, mientras que la posición de la palanca de cambio y del mando HMI se han optimizado y en la transmisión manual la posición del brazo resulta realmente cómoda.
Uno de los puntos que pueden posicionar al Mazda3 junto a rivales premium es el nivel de los acabados interiores: cuenta con plásticos muy agradables, bien acabados.
El salpicadero, por ejemplo, es de un material que recrea la piel genuina y que tiene una textura hecha en exclusiva para Mazda, con arrugas con diferentes formas y profundidades. El panel de la palanca de cambios también es de nuevo diseño: tiene una primera capa de color negro, grabada por láser, que se cubre con una segunda capa transparente.
Por su parte el equipo de sonido de serie, de 8 altavoces, tiene un diseño de tres vías, con altavoces de graves 3L en los laterales de la rejilla del parabrisas, un par de altavoces de agudos de 2,5 cm en la base de los pilares, y altavoces de rango medio, de 8 cm, en la parte superior de las puertas delanteras y traseras.
Tanto la carrocería 5 puertas como la Sedán cuentan con llantas de aleación de 16 pulgadas en color silver metallic. En el caso del Sedán, las llantas de 1 pulgadas están disponibles en tono silver metallic o bright silver, mientras que en el 5 puertas se pueden montar en color grey metallic o black metallic.
En cuanto a sistemas de seguridad, el nuevo compacto incorpora tres elementos de seguridad activa de nuevo desarrollo: el Detector de fatiga con cámara, el Detector de tráfico delantero (FCTA) y el Asistente de tráfico y crucero (CTS). Todos ellos se encuentran disponibles dentro del acabado Zenith Safety.
Al volante de este compacto evolucionado
La entrada a las plazas delanteras del vehículo es cómoda, más aún el puesto de conducción. Realmente se nota ese diseño de asientos envolvente: los lumbares y la cadera quedan perfectamente recogidos. El problema llega al acceder a las plazas traseras.
Partimos de la base de que se trata de un compacto; sin embargo, incluso personas de estatura más bien corta, tienen que calcular bien el movimiento de cabeza a la hora de sentarse. Una vez dentro se nota esa cintura tan alta e incluso una cierta de sensación de agobio, pues la cabeza se acerca peligrosamente al asidero.
Este espacio tan contenido en las plazas traseras puede convertir un viaje para tres adultos en un trayecto no demasiado cómodo, y para un niño en un viaje incierto, pues es complicado que llegue a ver a través de la ventanilla.
Ya en marcha, nos hemos ido primero a por el motor gasolina 2.0 l. Skyactiv-G, de 122 CV con cambio automático. Y grata sorpresa (sobre todo después de probar el diésel): tiene un comportamiento muy dinámico, es divertido y cómodo de conducir y se nota que se ha refinado el sonido de la combustión.
Este motor desarrolla 122 CV a 6.000 rpm y entrega un par máximo de 213 Nm a 4.000 rpm. Su consumo medio de combustible es de 6,0-6,7 l/100 km, aunque en algunos tramos logramos bajarlo.
Cuenta con desactivación de cilindros. Esto implica que el motor puede funcionar con dos o con cuatro cilindros, y cambia automáticamente de un modo a otro en función de las condiciones de conducción. En situaciones de carga baja —por ejemplo, cuando se circula en llano a velocidad constante—, el sistema apaga los cilindros 1 y 4.
Como ya nos ocurrió con el nuevo Audi Q3, la activación de este sistema es imperceptible en el tacto del coche. Por otro lado, los cambios de marcha resultan limpios y fluidos, y la insonorización del habitáculo es buena.
En el motor diésel 1.8 l Skyactiv-D de 116 CV con transmisión manual la cosa cambia. Resulta más áspero y algo ruidoso. Sustituye a los motores 1.5 l. y 2.2 l. previamente utilizados en el Mazda3, y se combina con una transmisión manual de seis velocidades bastante suave.
Desarrolla 116 CV a 4.000 rpm y un par máximo de 270 Nm entre 1.600 y 2.600 rpm. Combina un consumo promedio de combustible de 5,7 l/100 km y como novedad equipa un catalizador de almacenamiento de NOx (NSC) que convierte los óxidos de nitrógeno en nitrógeno.
Por otro lado, el Mazda3 incorpora un sistema G-Vectoring Control Plus más evolucionado: potencia la estabilidad mediante el uso de los frenos para controlar directamente el momento de inercia. Por ejemplo, a la salida de una curva, el GVC Plus aplica una ligera fuerza de frenado a las ruedas exteriores. Con ello, genera un momento de estabilización que ayuda a devolver al vehículo a la línea recta.
En definitiva: un coche compacto muy a tener en cuenta en cuanto a diseño, prestaciones y un equipamiento de serie bastante impresionante, que incluye, entre otras cosas:
- Llantas de aleación 16".
- Sensor de aparcamiento trasero.
- Control de ángulo muerto avanzado.
- Detector de fatiga.
- Reconocimiento de señales de tráfico (TSR).
- Sistema de aviso de cambio involuntario de carril
- Sistema de aviso y prevención de cambio de carril involuntario (LKA).
- Sistema de frenada de emergencia pre-impacto (SBS).
- Control de crucero adaptativo por radar (MRCC).
- Control de luces de largo alcance.
- Head Up Display proyectado en el parabrisas.
- Navegador.
- Nueva pantalla central de 8,8".
- Android Auto/Apple CarPlay.
- Sistema de sonido con 8 altavoces.
- Climatizador automático bi-zona.
- Sensor de lluvia y luz.
Precios
El nuevo Mazda3 parte de los 23.415 euros y viene con una campaña de lanzamiento de 2.700 euros y una 'FlexiOpción' con entrada de 5.200 €, a 3 años y 10.000 km que añade otros 300 € a la campaña. También con opción renting por 300 euros al mes (con entrada de 3.150 €, a 3 años y 10.000 km).
5 puertas (ya disponible)
- 2.0 Skyactiv-G 122 CV MT Origin: 23.415 €.
- 2.0 Skyactiv-G 122 CV MT Evolution: 24.325 €.
- 2.0 Skyactiv-G 122 CV MT Zenit: 26.115 €.
- 2.0 Skyactiv-G 122 CV AT Evolution: 26.115 €.
-
2.0 Skyactiv-G 122 CV AT Zenith: 27.915 €.
-
1.8 Skyactiv-D 116 CV MT Origin: 25.415 €.
- 1.8 Skyactiv-D 116 CV MT Evolution: 26.315 €.
Sedán (disponible en mayo de 2019)
- 2.0 Skyactiv-G 122 CV MT Origin: 23.915 €.
- 2.0 Skyactiv-G 122 CV MT Evolution: 24.815 €.
- 2.0 Skyactiv-G 122 CV MT Zenit: 26.615 €.
- 2.0 Skyactiv-G 122 CV AT Evolution: 26.615 €.
-
2.0 Skyactiv-G 122 CV AT Zenit: 28.615 €.
-
1.8 Skyactiv-D 116 CV MT Origin: 25.915 €.
- 1.8 Skyactiv-D 116 CV MT Evolution: 26.815 €.
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