Este dispositivo no aspira a tener un alcance masivo. A muchos usuarios no les encajará porque considerarán que su smartphone les ofrece lo mismo. Y mucho más. Y si nos ceñimos a los números, a las especificaciones, es cierto. Al menos en gran medida. Pero no debemos pasar por alto que este es un producto con personalidad propia. No es un teléfono «capado», a pesar de que en sus entrañas late Android; es un ingenio diseñado exclusivamente para ofrecernos la mejor experiencia posible con nuestra música favorita.
Su pertenencia a la gama Walkman es toda una declaración de intenciones por parte de Sony. Y es que todas las características de este reproductor, como su diseño externo, su arquitectura interna y las apps que vienen preinstaladas, están pensadas para escuchar música. Solo para escuchar música. Por esta razón que este producto tenga o no sentido dependerá de si realmente consigue ofrecernos una experiencia más satisfactoria que un smartphone en este escenario de uso en particular. El propósito de este análisis es, precisamente, responder esta pregunta.
Sony NW-A105: especificaciones técnicas
Antes de que empecemos a indagar en la experiencia que nos propone este dispositivo merece la pena que dediquemos unos minutos a repasar sus características más relevantes. Es la manera más eficaz de intuir qué es lo que nos está sugiriendo Sony. El elemento que actúa como interfaz principal entre nosotros y el hardware del dispositivo es la pantalla, aunque, como veremos un poco más adelante, los siete botones alojados en el perfil derecho del reproductor también son importantes porque nos permiten actuar sobre la reproducción sin necesidad de recurrir a la pantalla. Esta ya es una diferencia relevante que permite a este dispositivo distanciarse de los teléfonos móviles.
Este reproductor incorpora un panel TFT táctil de 3,6 pulgadas en color asistido por retroiluminación LED blanca y con una resolución de 1.280 x 720 puntos. No es una pantalla espectacular, pero cumple su cometido perfectamente
La pantalla se apoya en un panel TFT táctil de 3,6 pulgadas en color asistido por retroiluminación LED blanca y con una resolución de 1.280 x 720 puntos. No es una pantalla espectacular ni por su nivel de detalle ni por la forma en que reproduce el color, pero no hace falta en absoluto que lo sea. Este dispositivo no está pensado para ver fotografías o reproducir vídeos, aunque es posible utilizarlo para ambas cosas, por lo que su pantalla tiene la calidad adecuada para permitirnos administrar nuestra biblioteca musical y controlar la reproducción. De esto se trata en el fondo. Para todo lo demás es preferible recurrir a nuestro teléfono móvil.
El sistema operativo sobre el que se ejecutan las apps es Android 9.0, exactamente la misma plataforma que podemos encontrar actualmente en muchos smartphones. Su interfaz también es la misma a la que estamos acostumbrados, pero Sony ha aligerado este software tanto como es posible para evitar que interfiera con el rendimiento del dispositivo cuando lo estamos utilizando para escuchar música. Y me parece un acierto porque, aunque la marca japonesa no ha desvelado cuál es el SoC que incorpora este reproductor, es muy probable que se trate de un chip con unas prestaciones comedidas, y no de uno de los potentes microprocesadores que gobiernan los móviles de gama media y alta actuales.
La capacidad de almacenamiento de este dispositivo es 16 GB, una cifra a priori no demasiado generosa, pero que, en teoría, debería permitirnos almacenar una biblioteca musical amplia incluso utilizando formatos de audio en alta resolución. Nada de eso. El espacio útil del reproductor nada más sacarlo de la caja es de solo 6,7 GB. El 58% del espacio lo ocupan el sistema operativo y las apps preinstaladas, por lo que más pronto que tarde nos veremos obligados a comprar una tarjeta micro-SD para ampliar sensiblemente su capacidad. Afortunadamente su precio se ha reducido mucho durante los últimos años, por lo que hoy podemos hacernos con una tarjeta de 32 GB por 6 euros. O con una de 64 GB por poco más de 11 euros.
Este reproductor de la familia Walkman es capaz de procesar archivos DSD, PCM lineal, FLAC, WAV, AAC, HE-AAC, MQA y toda una retahíla de códecs de audio que nos permite despreocuparnos del formato en el que hemos almacenado nuestra música
Una última característica de este reproductor en la que me parece importante que indaguemos es el abanico de formatos de codificación de los ficheros de audio con el que es capaz de trabajar. Puede procesar ficheros DSD de hasta 11,2 MHz para pasarlos a PCM lineal; reproduce FLAC de hasta 24 bits, WAV de hasta 32 bits y 384 kHz, AAC y HE-AAC; PCM lineal de hasta 24 bits y 192 kHz, etc. Si queréis conocer con detalle toda la retahíla de formatos de codificación de audio que este reproductor es capaz de procesar podéis echar un vistazo a la tabla que tenéis a continuación, pero antes de seguir adelante me gustaría hace un breve inciso y dedicar unas líneas a un formato más que este dispositivo también es capaz de descodificar: MQA (Master Quality Authenticated).
Esta sigla identifica un códec de audio que utiliza compresión con pérdida de calidad y que fue lanzado en 2014 por el fabricante británico de componentes de alta fidelidad Meridian Audio. Su impacto en la industria de la música ha sido importante, tanto que ha recibido el apoyo de sellos como Warner Music o Lindberg Lyd (2L), y también del servicio de música en streaming Tidal, pero esto no ha impedido que haya sido objeto de críticas bastante duras que ponen en tela de juicio tanto la calidad del códec como el modelo de licencia impuesto por sus propietarios. Algunos de sus detractores son los fabricantes de equipos de alta fidelidad Linn Products y Schiit Audio, escocés el primero y estadounidense el segundo.
SONY NW-A105 | Características |
---|---|
CAPACIDAD DE ALMACENAMIENTO | 16 GB |
PANTALLA | TFT táctil de 3,6 pulgadas en color con retroiluminación LED blanca y resolución HD (1.280 x 720 puntos) |
FORMATOS COMPATIBLES | MP3 (.mp3): 32 Kbps - 320 Kbps (compatible con tasa de bits variable [VBR])/32 kHz, 44,1 kHz, 48 kHz, WMA (.WMA): 32 Kbps - 192 Kbps (compatible con tasa de bits variable [VBR])/44,1 kHz, FLAC (.flac): 16 bits, 24 bits/8-384 kHz, WAV (.WAV): 16 bits, 24 bits, 32 bits (flotante/integrado)/8-384 kHz, AAC (.mp4, .m4a, .3gp): 16-320 Kbps/8-48 kHz, HE-AAC (.mp4, .m4a, .3gp): 32-144 kbps / 8-48 kHz, Apple Lossless (.mp4, .m4a): 16 bits, 24 bits/8-384 kHz, AIFF (.aif, .aiff, .afc, .aifc): 16 bits, 24 bits, 32 bits/8-384 kHz, DSD (.dsf, .dff): 1 bit/2,8224 MHz, 5,6448 MHz, 11,2896 MHz *Se extrae audio que se convierte a PCM lineal, APE (.ape): 8 bits, 16 bits, 24 bits/8-192 kHz (rápida, normal, alta), MQA (.mqa, .flac): Compatible |
SISTEMA OPERATIVO | Android 9.0 |
AMPLIFICADOR DE AURICULARES | Respuesta en frecuencia: 20 Hz a 40 kHz Potencia de salida máxima (JEITA 16 ohmios/mW): 35 mW + 35 mW |
CANCELACIÓN ACTIVA DEL RUIDO | Noise Cancelling digital y selección del entorno NC: Reducción de ruido mediante inteligencia artificial (AINC) completamente automática, Autobús/tren, Avión, Oficina |
CONEXIONES | Jack de 3,5 mm para auriculares, ranura para tarjetas micro-SD y puerto de conexión USB de tipo C |
CONECTIVIDAD INALÁMBRICA | WiFi 802.11ac, Bluetooth 5.0 y NFC |
TIEMPO DE CARGA | 5,5 horas |
DIMENSIONES | 55,9 x 98,9 x 11 mm |
PESO | 103 g |
PRECIO | 349 euros |
Sony NW-A105 - Reproductor de Audio Walkman (16GB, Hi-Res Audio, Wi-Fi, Bluetooth, Pantalla táctil de 3.6", Android 9.0, S-Master HX, DSEE-HX, USB Tipo C) Verde
Compacto y diseñado para durar, como corresponde a un 'walkman'
Las fotografías que ilustran este análisis no hacen justicia a lo bien diseñado y acabado que está este reproductor. Su caja está fabricada en aluminio reforzado y no contiene ni un solo tornillo visible. Además, la pantalla está mucho menos expuesta que la de un smartphone y es más pequeña, por lo que no me cabe ninguna duda de que este dispositivo soporta mejor las caídas que la mayor parte de los teléfonos móviles. Afortunadamente durante mis pruebas no se me cayó al suelo ni una sola vez, y la mayor parte del mérito la tienen el tacto ligeramente rugoso de la caja de aluminio del reproductor y sus bordes curvos, que permiten agarrarlo de una forma muy sólida. Desde un punto de vista estrictamente constructivo no puedo ponerle ni una sola pega.
El bloque de audio analógico está físicamente separado tanto del bloque de alimentación como de la sección digital para evitar la injerencia del ruido digital en la delicada señal analógica
En los primeros párrafos del artículo os he adelantado que este dispositivo tiene menos en común con los teléfonos móviles de lo que parece. El diseño y el acabado de su caja de aluminio solo son los primeros indicios de esta estrategia. Lo realmente interesante está en su interior debido a que la distribución de los componentes en su placa de circuito impreso está ideada para optimizar su calidad de sonido. Esto no sucede en los smartphones, por muy cuidados que estén. Una decisión de diseño que los ingenieros de Sony han tomado directamente de los componentes de alta fidelidad es que el bloque de audio analógico, que es la sección en la que residen el DAC y el circuito integrado de amplificación, está físicamente separado tanto del bloque de alimentación como de la sección de audio digital con el propósito de evitar la injerencia del ruido digital en la delicada señal analógica.
Puede parecer un recurso algo exagerado, pero no lo es si tenemos presente que, precisamente, este tipo de decisiones son las que permiten a este dispositivo exacerbar su calidad de sonido y desmarcarse de los teléfonos móviles. En cualquier caso, esta no es la única idea que han tomado los ingenieros de Sony de los componentes de alta fidelidad. Los condensadores utilizados en la sección analógica son de película de alta calidad, por lo que son con toda seguridad similares a los que marcas carísimas y con pedigrí audiófilo como McIntosh, Krell o Audio Research utilizan en sus productos. Su razón de ser no es otra que preservar la integridad de la señal analógica.
Otra decisión que delata la minuciosidad con la que ha sido fabricado este reproductor es que la conexión entre la batería y los componentes de la placa de circuito impreso se ha confiado a una soldadura sin plomo que incorpora una pequeñísima cantidad de oro. La elección de este elemento no responde a una razón esotérica o lujosa, sino, simplemente, al hecho de que la conductividad eléctrica del oro es superior a la de los elementos que suelen utilizarse habitualmente en las soldaduras de los dispositivos electrónicos.
La fotografía que podéis ver justo encima de estas líneas muestra los siete botones alojados en el perfil derecho del reproductor necesarios para encenderlo, subir y bajar el volumen, actuar sobre la reproducción sin necesidad de recurrir a la pantalla táctil y bloquear los botones para impedir su pulsación accidental cuando, por ejemplo, nos metemos el dispositivo en el bolsillo. En el perfil inferior de este walkman residen el jack de 3,5 mm para auriculares (un conector indispensable en un reproductor con vocación audiófila como este), el puerto USB de tipo C al que tenemos que recurrir para cargar la batería y la ranura para tarjetas micro-SD que, como he mencionado unos párrafos más arriba, nos invita a apostar por una tarjeta micro-SDXC o micro-SDHC para ampliar la exigua capacidad de almacenamiento de este dispositivo.
No solo suena bien; también se ocupa del ruido y el sonido de ambiente
Antes de describir mis impresiones acerca del sonido de este reproductor me parece importante indagar en una prestación interesante que puede tener un impacto importante en nuestra experiencia siempre y cuando utilicemos este dispositivo en espacios ruidosos: la cancelación de ruido digital. Sí, si nuestros auriculares no tienen cancelación de ruido no pasa nada: nos la proporciona el reproductor. Y funciona. No tiene un rendimiento espectacular (mi referencia en este terreno siguen siendo los fabulosos auriculares WH-1000XM3 de la propia Sony), pero cuando el ruido de fondo es relativamente homogéneo y tiene un nivel de presión sonora persistente la cancelación consigue atenuarlo de forma perceptible. Para activar la tecnología de cancelación del ruido tenemos que recurrir a la app Noise Cancelling que viene preinstalada.
Esta herramienta nos ayuda a afinar el rendimiento de la cancelación actuando sobre un control deslizable que nos permite seleccionar uno entre treinta niveles de cancelación posibles. También podemos indicar a la app en qué tipo de entorno nos encontramos (autobús o tren, avión u oficina) con el propósito de que el algoritmo de cancelación tenga más información acerca de las características del ruido de fondo. No obstante, desde esta app no solo podemos habilitar el algoritmo de cancelación; también incorpora un modo específico que nos permite actuar sobre el nivel de presión sonora del sonido ambiental. Esta prestación es útil si queremos que nuestra música se imponga al sonido de fondo, pero manteniendo un cierto grado de atención sobre el entorno en el que nos encontramos (por ejemplo, si estamos caminando por la calle). Al igual que la cancelación del ruido, la app nos permite ajustar el nivel de sonido ambiental manipulando un control deslizable.
Si la toma de sonido de la grabación tiene la suficiente calidad el audio de este reproductor es incisivo, detallado y muy dinámico
Para analizar la calidad de sonido de este reproductor recurrí a dos auriculares diferentes: unos WH-H910N de la propia Sony y unos Audio Technica ATH-M50. Estos últimos son desde hace varios años mis auriculares de referencia. Ambos modelos son circumaurales, electrodinámicos y de recinto cerrado, y los ATH-M50 en particular tienen una combinación de impedancia y sensibilidad muy útil para revelar las carencias de la sección de amplificación del reproductor. En lo que se refiere a la música utilicé varios cortes que conozco muy bien en formato DSD, PCM y FLAC con una resolución de 24 bits y una frecuencia de muestreo de 96 kHz. Podéis ver algunos de estos temas musicales en la siguiente fotografía del artículo.
Sony no ha revelado las características precisas del DAC integrado en este dispositivo, y de la sección de amplificación para auriculares solo conocemos su respuesta en frecuencia (20 Hz a 40 kHz) y su potencia de salida máxima ajustada al estándar JEITA (35 mW + 35 mW). Aun así, cuando la toma de sonido de la grabación que estamos escuchando tiene la suficiente calidad el audio de este reproductor es incisivo, detallado y muy dinámico sin importar el rango del espectro de frecuencias audible en el que nos fijemos. Las voces tienen resolución y riqueza armónica, los agudos son detallados y los graves tienen el impacto del que tanto se benefician algunos géneros musicales, como el rock, el jazz o la música clásica. La calidad de sonido de este modelo de la gama Walkman es alta, pero si queremos sacarle el máximo partido posible es imprescindible que utilicemos unos buenos auriculares. Pueden ser inalámbricos o con cable, pero tienen necesariamente que ser de buena calidad debido a que su impacto en el sonido es aún mayor que el del propio reproductor.
Además de las aplicaciones que nos propone este dispositivo para reproducir nuestros cortes favoritos, administrar nuestra biblioteca musical y habilitar tanto la cancelación del ruido como el modo de sonido ambiental, incorpora una app adicional que contiene un ecualizador y varios filtros. Yo soy partidario de respetar a pies juntillas la toma de sonido original (siempre y cuando sea de calidad), y también de limitar el postprocesado de la señal de audio, por lo que suelo decantarme por una ecualización plana. Eso sí, admito que es una opción personal y me parece igualmente respetable tomar el camino contrario. En cualquier caso, esta app permite que quien quiera ecualizar el sonido a su gusto pueda hacerlo con total libertad.
Los filtros, por su parte, sirven para procesar los ficheros comprimidos en MP3 con la intención de incrementar su nivel de detalle y riqueza armónica (algo que, honestamente, no me convence porque dudo que realmente alcancen este objetivo); para reforzar la respuesta de baja frecuencia, minimizar la diferencia de volumen entre los temas musicales de nuestra biblioteca y emular la calidez del sonido de los discos de vinilo (intuyo que para hacerlo introducen distorsión de segundo orden). El filtro que nos permite normalizar el volumen de nuestros temas musicales me parece útil, pero los demás no me convencen porque requieren llevar a cabo un postprocesado de la señal de audio en el dominio digital que inevitablemente va a alterar la toma de sonido original. Aun así, solo es una decisión personal, por lo que creo que merece la pena que cada usuario decida con libertad si estos filtros encajan o no en sus preferencias.
Este reproductor ha salido bien parado de todos los escenarios de prueba a los que lo hemos sometido hasta ahora, pero tiene un «talón de Aquiles»: su autonomía. Las cifras que promete Sony en sus especificaciones pintan bien porque oscilan entre las 8 horas que en teoría alcanza al reproducir ficheros DSD con el modo de sonido de ambiente activado y las 26 horas que nos ofrece al reproducir archivos MP3 con el modo de sonido de ambiente desactivado. El problema es que estas cifras son demasiado optimistas. La autonomía de este dispositivo está condicionada por el formato de los archivos de audio que reproducimos, por la activación de la cancelación del ruido y el modo de ambiente, por los filtros que utilicemos y por el nivel de presión sonora al que nos gusta escuchar nuestra música. Incluso la app de reproducción que usamos tiene un impacto claro en el consumo.
En cualquier caso, durante mis pruebas la autonomía mínima del dispositivo fue de 132 minutos reproduciendo archivos DSD y FLAC de alta resolución desde la propia app de reproducción de Sony, con la cancelación del ruido activada, la pantalla apagada y el volumen al 75 (de un valor máximo de 120). A partir de aquí si utilizamos auriculares inalámbricos, reproducimos ficheros MP3, y desactivamos la cancelación del ruido y el modo de sonido de ambiente tendremos una autonomía sensiblemente mayor, pero en ningún caso equiparable a las cifras anunciadas por Sony. En mi opinión en este terreno este reproductor tiene un margen de mejora importante, y no tengo claro que una actualización del firmware consiga dilatar mucho más la autonomía. Un último apunte antes de encarar la recta final del análisis: el proceso de carga de la batería desde 0 al 100% utilizando el puerto USB de mi MacBook Pro requirió cinco horas y cuarenta y siete minutos, un plazo que también me parece demasiado largo.
Sony NW-A105: la opinión de Xataka
Antes de escribir el texto de este análisis he utilizado este reproductor de forma intensa durante quince días. Y me gusta. Como os he confesado en las primeras líneas de este artículo no me parece un producto concebido para alcanzar una gran penetración en el mercado ni por sus características ni por su precio, pero es un dispositivo muy interesante para los usuarios que quieren escuchar su música con la máxima calidad de sonido posible y prefieren mantener su biblioteca musical a buen recaudo fuera de su teléfono móvil.
Su baza más contundente es su calidad de sonido, pero también convence por lo bien que está fabricado, así como por su ligereza y su diseño
Su baza más contundente es su calidad de sonido, pero también convence por lo bien que está fabricado, así como por su ligereza y su diseño. Incluso las conexiones Bluetooth y WiFi, que en este tipo de dispositivos con frecuencia dan más problemas de los deseables, se han comportado de una forma muy estable durante mis pruebas. El problema es que también tiene varias carencias que empañan algo la experiencia, como una autonomía limitada si lo utilizamos para escuchar música en alta resolución con la cancelación de ruido o el modo de ambiente activado, y una capacidad de entrega de potencia comedida que no permite al reproductor ofrecernos un nivel de presión sonora realista si utilizamos unos auriculares con una impedancia exigente (47 ohmios o más). Eso sí, si nuestros hábitos de uso nos permiten sortear estas debilidades y su precio encaja en nuestro presupuesto, merece la pena tenerlo en cuenta. Es un dispositivo que debería proporcionarnos muchas horas de disfrute musical durante muchos, muchos años.
Este producto ha sido cedido para la prueba por parte de Sony. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
Sony NW-A105 - Reproductor de Audio Walkman (16GB, Hi-Res Audio, Wi-Fi, Bluetooth, Pantalla táctil de 3.6", Android 9.0, S-Master HX, DSEE-HX, USB Tipo C) Verde
Más información | Sony
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La noticia Sony NW-A105, análisis: así es como este 'walkman' pretende que volvamos a escuchar música como antes fue publicada originalmente en Xataka por Juan Carlos López .
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