Hace no demasiados años, la idea del binge-watching -los atracones o maratones con todos los capítulos de una o más temporada de las series- era una extravagancia que no pertenecía a nuestro vocabulario como espectadores. Por descontado, todos en algún momento nos habíamos regalado fines de semana sin apartarnos de la tele encadenando DVDs de 'Buffy'. Y en Estados Unidos era relativamente normal que cadenas de televisión por cable programaran maratones de sus series más famosas, como el merecidamente mítico maratón de 'Los Simpson' en FXX (propiedad de Fox) en 2014, con los 552 episodios producidos hasta entonces.
Pero esos atracones eran eventos especiales. El binge-watching como costumbre, como nueva forma de consumir televisión (como lo es también el ver series en el móvil o, sencillamente, en el momento del día que más nos conviene, y no cuando decide el canal de turno) es un fenómeno más reciente. Pero sobre todo, está vinculado a determinadas formas de programar. Concretamente, a la política de programar series de Netflix.
Aproximadamente a partir de 2013 en USA y con el desembarco de Netflix a territorio internacional unos años después, la plataforma popularizó el término cuando estandarizó su forma de programar series: todos los episodios de temporadas completas, para que los espectadores pudieran organizarse el tiempo. Quizás era una herencia de sus inicios como compañía de alquiler de cintas de VHS a domicilio, pero lo cierto es que la glotonería de los espectadores convirtió esta invitación a organizarse el tiempo de ocio en una invitación a pasar por ese ocio como un elefante por una cacharrería.
Quizás lo de la herencia del origen del negocio de Netflix no sea ningún disparate. Si nos vamos al extremo contrario, a los canales que, pese a poder imitar a Netflix, se mantienen en una subida progresiva (normalmente semanal) de episodios a sus plataformas, tenemos el caso de HBO, que sigue funcionando como canal por cable, pero cuyo núcleo de negocio es ya el streaming. Sin embargo el canal, fiel a sus viejas costumbres, mantiene la política del estreno escalonado incluso en series recientes y planificadas con internet en mente, como 'Watchmen' o la inminente 'Territorio Lovecraft'.
Binge-watching |
Estrenos escalonados |
|
---|---|---|
Netflix |
SI |
NO |
HBO |
NO |
SI |
Amazon Prime Video |
SI |
Ocasionalmente |
Filmin |
SI |
Ocasionalmente |
Starzplay |
SI |
SI |
Movistar+ |
NO |
SI |
Disney+ |
NO |
SI |
Hemos repasado en este cuadro las plataformas más importantes con emisión en España y qué tendencia prefiere cada una. Salvo algún caso como Filmin, que alterna unas y otras dependiendo de la emisión original (aunque tiene preferencia por la subida de todos los episodios simultáneamente, en algunos casos ha hecho excepciones, sobre todo si la serie original aún está en emisión, como sucedió con 'Inside No. 9'), cada una tiene su propia política. Los dos casos más extremos son Netflix y HBO, imaginarios abanderados de cada una de las dos opciones.
En esta comparación hay que considerar que se han tenido en cuenta primordialmente las series propias y de estreno en una plataforma. Es decir, hay excepciones: si Amazon Prime Video recupera 'Los Serrano', lo normal es que la suba íntegra. Los casos idóneos para esta comparación son producciones propias y actuales de cada plataforma.
Qué implica el sistema para cada plataforma
Dejando aparte el hecho de que en los mencionados casos de HBO y Netflix hay algo de posicionamiento de marca (a estas alturas, por ejemplo, es imposible que Netflix se plantee un cambio en ese sentido: el binge-watching está indisolublemente unido a la filosofía de consumo rápido y para todos los públicos que asociamos a la plataforma), hay otras cuestiones relacionadas con cómo quiere vender cada plataforma las series que produce. HBO, por ejemplo, está interesada en seguir dando imagen de productora de series de prestigio, muy cuidadas y alejadas de la "comida rápida" de Netflix. Sus series no son para consumir con atracones, sino saboreando cada plato, y la complejidad de producciones como 'Watchmen' o 'Perry Mason' exige un paladeo progresivo.
Disney+ tiene un poco el mismo acercamiento a su catálogo. Sus continuaciones de la franquicia 'Star Wars' y, en el futuro, del MCU, venden la idea de ser pequeñas películas encapsuladas, a la altura de sus hermanas mayores que se estrenan en salas. Es el motivo de que 'The Mandalorian', incluso llegando con retraso a Europa con respecto a Estados Unidos, haya respetado parcialmente esa filosofía de estreno progresivo.
En el lado contrario, las plataformas que siguen el estilo de "cuanto más mejor" de Netflix claramente tienen una concepción de su producto más masificada, con la clara intención de tocar la mayor cantidad posible de palos, estilos y edades. Amazon Prime Video lleva la filosofía de Netflix, en ese sentido, hasta el extremo, ya que incluye, a veces sin orden ni concierto (ni, a veces, promoción) series de todos los estilos y de todas las procedencias. La tendencia de Netflix de estrenar cerca de un centenar de series y películas al mes encuentra aquí su más clara imitación, con un sistema incluso más caótico y brutal.
En cuanto a los efectos de escoger una u otra técnica de distribución, ambos sistemas tienen su parte positiva y sus inconvenientes. La positiva es, obviamente, cuando consiguen sus objetivos de dar al público lo que quiere, teniendo en cuenta que ambas opciones son igualmente defendibles: un consumo más reposado y masticadito o enloquecedores orgías de episodios consecutivos. Y el efecto negativo, justo el opuesto: habrá quienes encuentren la disponibilidad total de episodios que garantiza Netflix asfixiante y difícil de seguir. Pero los devotos de ese sistema no tendrán la paciencia para esperar una semana entre capítulo y capítulo.
La conversación, ese tema
Hay un efecto lateral que sin duda las plataformas que asumen una u otra opción tienen muy en cuenta, y es la conversación que las series generan, tan importante a la hora de difundir las bondades de un producto en internet. La explosión de comentarios que series como 'Stranger Things' o 'The Witcher' generan en la semana que rodea a su estreno es apabullante, ya que todo el mundo acude a verlas y a comentarlas lo más aprisa posible, intentando esquivar spoilers y, por qué no, no quedarse atrás en la conversación del momento.
Una serie de estreno escalonado tiene más difícil mantener ese interés durante los entre diez y quince episodios que suele durar una temporada, y hay que suplir esa necesidad a golpe de marketing. Hay quien lo consigue: 'Juego de tronos' lo logró, generando conversaciones comparables a las de toda una temporada de una serie de Netflix con cada uno de sus capítulos. Es un caso especial, y HBO lo logró convirtiendo cada episodio en un evento independiente, uno que llevara aparejadas sus propias conversaciones sin necesidad de depender de las anteriores, como si cada semana hubiera una película de 'Juego de tronos'. Sobra decir que repetir la hazaña es extremadamente complicado.
Nada de lo aquí expuesto está escrito en piedra. Por ejemplo, la segunda temporada de 'The Boys' tendrá en Amazon Prime Video una distribución mixta: tres episodios de una tacada, y a partir de ahí, un episodio cada semana, como 'The Mandalorian' cuando llegó a Europa. La estrategia está clara: la primera temporada de la serie de Amazon creció en audiencia con el paso de las semanas y gracias al boca-oreja. Amazon Prime Video quiere favorecer que se repita ese fenómeno con la distribución escalonada. ¿Es este estilo mixto una posibilidad que se abre de cara al futuro? Nuestra apuesta: Disney y sus series del MCU tienen la respuesta y marcarán el compás en gran medida, como han marcado las modas cinematográficas de los últimos años.
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La noticia Atracón de temporadas completas o estrenos escalonados de episodios: por qué cada plataforma de streaming emite sus series de forma distinta fue publicada originalmente en Xataka por John Tones .
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