El diseño es una parte esencial en cualquier vehículo y determina aspectos que van desde la aerodinámica como la comodidad, como ocurre con las bicicletas, y en el boom que estamos viendo con las bicis eléctricas de vez en cuando aparecen propuestas llamativas. Una de las más recientes es la del diseñador Erik Habermann, cuya futurista bicicleta eléctrica de descenso propone algo distinto a lo habitual.
Lo que podremos echar en falta en un primer vistazo y sin estar muy al día del diseño de las bicicletas de cualquier tipo es que no tiene tubo vertical. Un cuadro curioso que Habermann ha rediseñado para esconder los componentes eléctricos.
El minimalismo llega a un estilo marcado por la exigencia de resistencia
Erik Habermann dice llevar nueve años trabajando en las industrias del automóvil y las bicicletas, y no en vano fue diseñador en Volkswagen y en Canyon (una compañía de bicicletas). Actualmente está en el estudio KRB.Berlin, componiendo su colección Gnarly Bikes, con aire futurista y bicicletas de varios estilos.
La última es la versión definitiva de su bicicleta eléctrica de descenso o downhill, unas bicis pensadas para bajar montañas a alta velocidad y aguantar bastante que normalmente van equipadas con doble suspensión, aunque ésta es algo distinta a lo que se suele ver en este campo. La Gnarly E-DH, como decíamos, no tiene tubo vertical en el cuadro y además de las horquillas de suspensión dispone de un amortiguador, que está en horizontal en el cuadro.
Es un diseño que nos puede recordar a la primera bicicleta eléctrica de Gogoro, la Gogoro Eeyo, también sin ese tubo. Aunque se trataba de una bicicleta urbana y sobre todo ligera (12 kilogramos), un concepto distinto a esta Gnarly para descenso.
Los componentes de la parte eléctrica quedan ocultos en el cuadro, que en su diseño final es bastante distinto al primer diseño que mostraba en su web y que ha ido cambiando tras varios meses de prototipos y pruebas. En el tubo superior hay un LED que indica la carga de la batería, el mismo sistema que se implementa en el manillar para el ajuste del cambio y la potencia del motor, y las habituales manillas para los frenos son en este caso dos anillos.
De este modo, el amortiguador queda a la vista y más accesible para el mantenimiento y ajuste. Además, en la parte inferior hay una bisagra (con un diseño también minimalista) que permite que la estructura tenga movilidad y pueda absorber las irregularidades del terreno en el descenso, como detallan en Híbridos y eléctricos.
Sobre lo que no ha dicho nada el diseñador en su post de Facebook es sobre autonomía, velocidad y otros datos del motor, pero sobre todo acerca de su fabricación en serie y comercialización. Veremos si finalmente llega al mercado y si resulta ser una bicicleta tan resistente como suelen serlo las de este tipo
Imagen | Erik Habermann
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La noticia Esta bicicleta eléctrica de descenso tiene un peculiar diseño: sin tubo vertical, con indicadores LED y con el motor escondido fue publicada originalmente en Xataka por Anna Martí .
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