El gaming en móviles se sigue cimentando con productos pensados para aguantar las partidas más exigentes y largas y vemos configuraciones muy ambiciosas, a la vez que accesorios a la carta. Ambos aspectos los hemos visto y comprobado en el análisis del ASUS ROG Phone 3, el último smartphone de la sub-marca Republic of Games del fabricante dedicada al hardware gamer.
El heredero del ASUS ROG Phone 2 incorpora el último procesador de Qualcomm para la gama alta y hasta 16 GB de RAM, aunque la unidad que pasa por nuestra mesa de análisis se queda en 8 GB. Un móvil que viene en una curiosa caja acompañado del AeroActive Cooler 3, un accesorio de ventilación que además le proporciona una entrada física de audio.
ASUS ROG PHONE 3 |
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PANTALLA |
AMOLED 6,59 pulgadas (19,5:9) |
PROCESADOR |
Snapdragon 865+ |
RAM |
12 GB / 16 GB LPDDR5 |
ALMACENAMIENTO |
512 GB UFS 3.1 |
SOFTWARE |
Android 10 + ROG UI |
CÁMARA TRASERA |
64 MP Sony IMX686 |
CÁMARA FRONTAL |
24 MP |
BATERÍA |
6.000 mAh con carga rápida 30 W |
CONECTIVIDAD |
5G NSA/SA, WiFi 6, Bluetooth 5.1, NFC, 2 x USB-C |
OTROS |
Sistema de enfriamiento GameCool 3 |
DIMENSIONES Y PESO |
171 x 78 x 9,85 mm |
PRECIO |
Strix Edition 8 GB/256 GB: 799 euros 16 GB/512 GB: 1.099 euros |
ROG Phone 3 Strix Edition ZS661KS-1A002EU / Qualcomm Snapdragon 865 / Qualcomm Adreno 650 / 8GB LPDDR5 / 256GB UFS3.1 / 6,59" - 16,74cm / Negro Brillante
Diseño: un toque de discreción que se agradece
Parece que para los móviles de gaming se sigue atendiendo a otros cánones y que lo potenciado por dentro se ha de notar por fuera, y el ASUS ROG Phone 3 sigue también esta tendencia. Aunque eso sí, no es de los móviles más llamativos o histriónicos que hemos visto por aquí, al menos de este tipo.
De hecho, viendo el ASUS ROG Phone (el primero) la estética se ha suavizado y para bien. La trasera es menos compleja y esto favorece la comodidad en el agarre, algo importante quizás más en un móvil pensado para jugar y que no es ligero.
Hablando del móvil sin accesorios son 240 gramos, lo cual queda por encima de muchos smartphones de la actualidad que ya hemos calificado como grandes y pesados. Y es algo que notaremos especialmente al sostenerlo con una sola mano con el móvil en horizontal.
El peso no es algo ajeno a los móviles gaming de ASUS, viendo que el ROG Phone 2 pesaba exactamente lo mismo. Aunque eso sí, es más grande que los Red Magic de Nubia de este año, el Red Magic 5G y el Red Magic 5S, dos de los rivales más directos del smartphone que nos ocupa.
También supera en gramos al BlackShark 3, pero el BlackShark 3 Pro queda por encima. Viéndolo junto con otros móviles gaming, el ROG 3 es de los más pesados, aunque teniendo una batería de 6.000 mAh no es de los más voluminosos. Le supera el BlackShark 3 Pro, pero su pantalla también es de diagonal mayor.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
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ASUS ROG Phone 3 | 171 | 78 | 9,9 | 240 | 6,59 | 6.000 | 133,28 | 132,04 |
ASUS ROG Phone 2 | 171 | 77,6 | 9,5 | 240 | 6,59 | 6.000 | 132,7 | 126,06 |
Black Shark 3 | 168,72 | 77,33 | 10,42 | 222 | 6,67 | 4.720 | 130,47 | 135,95 |
Black Shark 3 Pro | 177,79 | 83,29 | 10,1 | 253 | 7,1 | 5.000 | 148,11 | 149,59 |
Nubia Red Magic 5G | 168,6 | 78 | 9,8 | 218 | 6,65 | 4.500 | 131,51 | 128,88 |
Nubia Red Magic 5S | 168,56 | 78 | 9,75 | 220 | 6,65 | 4.500 | 131,47 | 128,19 |
Más diferencia hay con los móviles estándar, incluso con los que ya nos parecieron muy grandes como el Samsung Galaxy S20 Ultra.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
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ASUS ROG Phone 3 | 171 | 78 | 9,9 | 240 | 6,59 | 6.000 | 133,28 | 132,04 |
Samsung Galaxy S20 Ultra | 166,9 | 76 | 8,8 | 220 | 6,9 | 5.000 | 126,84 | 111,62 |
Sony Xperia 1 II | 165,1 | 71,1 | 7,6 | 181,4 | 6,5 | 4.000 | 117,39 | 89,21 |
Huawei P40 Pro+ | 158,2 | 72,6 | 9 | 226 | 6,58 | 4.200 | 114,85 | 103,37 |
Xiaomi Mi 10 Pro | 162,5 | 74,8 | 9 | 208 | 6,67 | 4.500 | 121,55 | 109,39 |
LG Velvet 5G | 167,08 | 74 | 7,85 | 180 | 6,8 | 4.300 | 123,58 | 97,0103 |
Motorola Edge | 161,4 | 71,1 | 9,29 | 188 | 6,7 | 4.500 | 114,75 | 106,60 |
OnePlus 8 Pro | 165,3 | 74,35 | 8,5 | 199 | 6,78 | 4.510 | 122,9 | 104,47 |
iPhone 11 Pro Max | 158 | 77,8 | 8,1 | 226 | 6,5 | 3.969 | 122,92 | 99,57 |
Siendo también un móvil bastante grueso, lo importante era que fuese cómodo y esto se logra (dimensiones a parte) cuando el peso no es problema. La trasera de cristal tiene una ligera curva en los laterales que se une con el borde de aluminio, el cual permite un buen agarre y algo más de grip, dado que esta trasera puede resbalar ligeramente (aunque se entrega una funda con el móvil).
La parte trasera no iba a ser “estándar” porque eso sería atentar contra esos cánones actuales de la estética gamer en móviles a los que nos referíamos antes, pero como decíamos tampoco es de las más llamativas que hemos visto. El logo de ROG protagoniza la parte central, quedando en blanco cuando está apagado pero siendo en realidad un LED de colores.
Hay unos trazados asimétricos que dan ese aire futurista típico y el módulo de cámaras traseras es también algo distinto, muy plano, asimétrico y dejando fuera el dual flash. Además, hay una pequeña apertura que queda en un lateral y que parece ser una pequeña ventana de alivio térmico, aunque cierto es que queda algo tapada cuando se coloca el ventilador.
No logra escapar del todo a las huellas dactilares pero tiene cierta resistencia a ellas, aunque el punto flaco ante la limpieza es el polvo que se acumula fácilmente en los pies del módulo. Hemos tenido el móvil en negro, pero el acabado es en brillo y tiene cierto reflejo estilo "CD" que en ocasiones da la impresión de ser una trasera azulada o verde.
La pantalla está encajada a modo de pieza dentro del chasis que conforma el borde de aluminio, con unos marcos tradicionales y simétricos que albergan dos grandes altavoces, aunque se disimulan relativamente bien. Los botones táctiles están a un lado para dejar el otro para el conector del accesorio del ventilador, el cual podremos proteger del polvo con unas tapas que se entregan con el móvil.
El USB tipo C de carga está en el borde inferior, a un lado y sin nada que le acompañe. Y algo a destacar es que dispone de gatillos táctiles situados en la parte superior e inferior del lado derecho, de modo que sea cómodo pulsarlos con los dedos índice.
A primera vista, el móvil llama la atención (damos fe), sobre todo si tenemos activado el LED de colores del logo, teniendo también tiene LED de notificaciones en el frontal. Pero tiene un diseño algo más sutil que el de otros rivales que hemos mencionado antes, sin relieves u otros elementos que afecten al agarre, llegando a ser incluso relativamente sobrio.
Pantalla: una tasa de refresco de récord con una resolución de costumbre
Estamos viendo que en los móviles de este tipo se supera fácilmente la tasa de refresco habitual de 60 hercios, pero en lo que no parecen arriesgar es en la combinación con las verdaderas resoluciones de la gama alta, quizás por cómo podría afectar a la autonomía (quizás por ajustar costes). En todo caso, se mantiene en este ROG Phone 3 el FullHD+ que ya vimos en el ROG Phone 2 y que hemos visto en otros rivales.
Se trata de una pantalla AMOLED de 6,59 pulgadas con resolución de 2.340 x 1.080 píxeles y una tasa de refresco de hasta 144 Hz. Sobre el papel pinta bien, así que veamos qué tal la experiencia con ella.
La densidad del panel es de 391 píxeles por pulgada, la misma que el ROG Phone 2 y algo por debajo de las de paneles con mayor resolución pero en la línea de otros móviles de gama alta menos ambiciosos en este sentido como el OnePlus 8 e incluso ligeramente mayor que el Xiaomi Mi 10. Es un valor poco competitivo, pero que es suficiente para que la pantalla muestre una buena definición sea cual sea el tipo del contenido.
El detalle es importante en el juego, pero también el contraste y los colores. La pantalla viene muy saturada de fábrica si lo dejamos en el modo de color predeterminado, pero podemos elegir el modo estándar (más natural que el modo "natural", aunque suene contradictorio) y personalizar el balance de blancos, dado que nos quedará muy cálido.
El panel soporta HDR10+ y tiene un buen ratio de contraste para la visualización en general y los videojuegos, pero aunque vemos bien los vídeos de YouTube en algunas apps de streaming se experimenta falta de contraste y un descenso de la calidad, como en Netflix y Amazon Video.
En los ajustes de pantalla veremos bastantes opciones para configurar el aspecto y el funcionamiento de la misma, como lo que veíamos antes sobre el color y la temperatura (apartado Splendid), elegir la tasa de refresco o la personalización de tamaño y estilo de fuente. Interesante que podamos elegir un valor entre 60 y 144 Hz o bien dejarlo en automático. Además, como veremos más adelante podremos cambiar este aspecto directamente desde el menú Game Genie al ejecutar un juego, de modo que podremos dejarlo en 60 ó 90 Hz para ahorrar batería y sólo subirlo a voluntad para sacar el máximo rendimiento del panel para los juegos.
Las ventajas de unas tasas de refresco más altas están en la fluidez de los juegos y apps que las soportan, siendo casi un requisito indispensable hoy en día en un móvil para gaming viendo que hasta los gama media más “estándar” suben ya a 120 Hz. Pero más allá de los videojuegos sobre todo lo notaremos en los scrolls, siendo mucho más fluidos con altas tasas.
Podremos cambiar la navegación del sistema, que viene por defecto con los tres botones tradicionales. Eligiendo la barra de gestos la interfaz podrá aprovechar un poco más el panel.
Hay opción para activar la pantalla ambiente (también llamada Always-on), aunque no podemos configurar nada más allá de la elección del estilo del reloj. Aunque lo interesante es que, además de poder despertar la pantalla al levantar o con doble toque, hay gestos con pantalla apagada que funcionan bastante bien (y no lo encontramos en muchas capas).
Veremos que podemos elegir el aspecto del software con el tema, viniendo por defecto dos de estética más gamer y uno clásico. Personalmente creo que en todo caso son apariencias bastante invasivas, pero que la clásica deja un aspecto mucho más claro y casi cercano a Android stock a la hora de dar con las apps que buscamos (sin entrar en los gustos).
El brillo máximo de la pantalla es más que suficiente, llegando a los 650 nits. El ajuste de brillo automático trabaja bien, aunque cuando pasamos a un entorno oscuro quizás tengamos que subirlo un poco y veremos que se ralentiza si estamos viendo un contenido multimedia.
La sensibilidad táctil es correcta, en parte gracias a que tenemos una pantalla plana. La baza del móvil es el juego, y los paneles planos además de más cómodos evitan que se produzcan sombreados en los bordes, además de que con un marco estándar no se corren riesgos a la hora de que las interfaces se adapten a la pantalla.
Hablando del aprovechamiento el frontal, la pantalla aprovecha un 79,9% de esta superficie, según GSM Arena. Lo logra con unos marcos corrientes, es decir, sin muesca, pantalla perforada o un módulo externo para la cámara. Con ello, las interfaces se adaptan de manera correcta sea cual sea la app.
Rendimiento: lo más nuevo de Qualcomm para que el juego vuele (y “arda”)
Siempre hay ganas de probar un nuevo móvil, pero aquí (más allá de los gatillos, de los que ahora hablaremos) estaba el aliciente de testear el nuevo Snapdragon 865+, una evolución del Snapdragon 865 que vemos en la mayoría de buques insignia de 2020. Otro competidor para los Exynos y los Kirin de gama alta. No es un salto grande y no esperábamos que hubiese un cambio notable en la experiencia, pero nunca está de más probar lo último en procesadores de uno de los principales fabricantes.
Veremos los números en breve, pero antes de entrar en ello hay que recordar que en nuestro caso estamos probando la versión de 8 GB de RAM. Hay variantes hasta los 16 GB y probablemente se note la diferencia, pero en todo caso esta memoria es suficiente para ejecutar todo y no vemos que haya signos de que sea insuficiente, sobre todo buscando las cosquillas con la doble ventana, la reproducción PIP o los videojuegos.
Las tareas pesadas se abren y ejecutan de manera correcta, y os vamos a ser sinceros: nos hemos hartado a jugar (porque de eso se trataba), y ni los juegos más exigentes se han visto interrumpidos ni con lag en ningún momento. Tras los benchmarks, que os ponemos a continuación, hablaremos de la experiencia gamer con este móvil, también comentando los datos de temperatura, porque lo habitual es que se note cierto calentamiento.
ASUS ROG Phone 3 | Nubia Red Magic 5G | Black Shark 3 Pro | Samsung Galaxy Note 20 Ultra | iPhone 11 Pro | OnePlus 8 Pro | Huawei P40 Pro | Sony Xperia 1 II | Xiaomi Mi 10 Pro | |
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Procesador | Snapdragon 865+ | Snapdragon 865 | Snapdragon 865 | Exynos 995 | Apple A13 Bionic | Snapdragon 865 | Kirin 990 | Snapdragon 865 | Snapdragon 865 |
RAM | 12 GB | 8 GB | 8 GB | 12 GB | 4 GB | 12 GB | 8 GB | 8 GB | 8 GB |
Geekbench 4.4/5.0 (single/multi) | 900 / 3.296 (5.5) | 925 / 3.214 (5.5) | 906 / 3.316 (5.5) | 872 / 2.463 (5.5) | 5.475 / 13.232 (4.4) | 885 / 3.136 (5.0) | 943 / 2.527 (5.0) | 905 / 3.330 (5.0) | 892 / 3.224 (5.0) |
3D Mark (Sling Shot) | 8.747 | 9.448 | 7.330 | 6.311 | - | 8.726 | 4.074 | - | - |
PCMark Work | 12.656 | 13.414 | 9.878 | 10.012 | - | 11.490 | 9.476 | 9.994 | 9.929 |
Software: la personalización más completa para el juego en un móvil
Cuando se analiza el software de un móvil de gaming se entra en una especie de universo paralelo de funciones y estética que no son las que encontramos en móviles de la misma marca que no pertenecen a esta clase. Especialmente si, como en este caso, el propio pre-load nos ofrece un tema que cambia de manera bastante radical la apariencia que ya per se la capa (en su versión estándar) haría.
En este ASUS ROG Phone 3 vemos Android 10 con la última versión de Zen UI 7, que además se ha actualizado durante los días que hemos probado el terminal. Sobre todo lo hemos usado con los temas ROG que cambian mucho el aspecto que dejaría Android stock, pero en el caso de usar el tema estándar la personalización no es tan incisiva.
Más allá del aspecto (para gustos, colores), se trata de una capa que no se excede en bloatware, pero que sí dispone algunas apps de terceros preinstaladas como Facebook o Netflix. Aunque lo que vemos aquí de manera puntual es Google Stadia (junto al resto de apps de Google habitual) y Armory Crate, un software específico para los juegos que analizaremos a posteriori.
Viendo los ajustes del sistema encontramos los apartados habituales como los de red, pantalla o seguridad entre otros, pero también la sección de “Avanzado”. Ahí encontramos las habituales herramientas de mantenimiento, la configuración del Game Genie (que luego explicaremos) y los gestos que es posible configurar y añadir, viendo que a los de navegación que hemos visto antes se le suman los de pantalla apagada y el doble toque para encender entre otros.
También vemos ahí el apartado de OptiFlex, que se trata de un sistema automático que acelera o pone más a la cola una tarea y otra según qué uso hagamos de la misma. Al final son unos cuantos añadidos que pueden mejorar la interacción con el móvil y que conviene revisar desde el principio para ver las posibilidades, estando bien distribuido y explicado.
No hemos notado ningún lag ni síntoma con respecto a un problema de estabilidad, por lo que creemos que no hay problemas con esta capa de software y que puede suponer un buen aliciente a Android “puro”. Aunque lo realmente interesante es lo que explicaremos ahora en cuanto al software para juegos.
Jugando con el ASUS ROG Phone 3
Uno de los apartados clave del ASUS ROG Phone 3, quizás el que más, es su equipamiento para el juego hablando tanto en hardware como en software. De lo primero ya hemos hablado y salvo cierto incremento de temperatura lo hemos visto como un móvil totalmente preparado para los juegos más exigentes, pero cabe pararnos un momento a hablar del software, porque es brutal.
En las primeras peculiaridades que nos encontramos está el Modo X, que ofrece tres niveles de configuración de CPU, GPU, tasa de refresco, sensibilidad táctil y la red. Esto es lo que ofrecen según vienen por defecto, pero lo podemos modificar al gusto:
- Nivel 1 (Lv1): optimiza la eficiencia de la CPU y la gráfica para los juegos, de modo que los núcleos van a frecuencias altas (no las máximas). Es exigente con el consumo, pero no se aprecia demasiado en este sentido.
- Nivel 2 (Lv2): aumenta el rendimiento de GPU y CPU para cubrir las exigencias de juegos 3D. Notaremos más aumento de temperatura sobrepasando los 40ºC.
- Nivel 3 (Lv3): es el más exigente (los núcleos van en sus frecuencias más altas), se dispara el gasto energético y la temperatura. De hecho, nos va a exigir conectar el ventilador para activarlo.
Para que os hagáis una idea, no es difícil consumir entre un 15 y un 20% de batería si echamos una partida al 'Real Racing 3' con el modo X al nivel 3 y la tasa de refresco a 144 Hz. Y aunque tengamos conectado el ventilador la exigencia es máxima y veremos como el móvil permanece a 39-40ºC en cuanto estemos más de 10 minutos.
A colación de esto (y siguiendo con el software específico para el juego), algo que nos ha gustado mucho es lo que ASUS llama Armoury Crate y que no es más que la suite de ajustes disponibles para los juegos, pudiendo personalizar un perfil para cada uno. En cada perfil podremos establecer igualmente las opciones de sensibilidad, pantalla y rendimiento como en el modo X, pero de manera específica y con el añadido de configurar los gatillos táctiles, crear asignaciones de teclas y también macros.
Todo esto estará además siempre disponible en plena partida si queremos modificarlo, con la pestaña que se abre al desplazar de izquierda a derecha (Game Genie). Además de comprobar qué tasa de frecuencia está activada, la temperatura y la frecuencia de la CPU, tendremos toggles directos para desactivar notificaciones o configurar los gatillos y las macro.
El nivel de personalización de la actividad del hardware gracias a este software de ASUS es altísimo. De hecho, si tenemos conocimientos avanzados de electrónica y DVFS (Dynamic voltage and frequency scaling (DVFS, el ajuste de potencia y velocidad de procesadores y otros componentes) es muy específico y vale la pena que si es nuestro caso nos sumerjamos un rato para ver hasta qué punto podemos dejarlo a nuestro gusto.
Hablando de los gatillos táctiles (air-triggers), es un aliciente que está extendiéndose en los móviles de gaming y que resulta ventajoso para juegos con muchos controles como el 'PUBG', en los que nos beneficia tener ese "pulgar extra" a efectos prácticos. No cuesta demasiado acostumbrarse y seguramente aún será más fácil si solemos utilizar mandos de juego con botones laterales.
El ASUS ROG 3 viene dentro de una llamativa caja, a modo de sarcófago de otro planeta y otra época, e incluye el accesorio para refrigerar: el AeroActive Cooler 3. Se trata de un ventilador que va dentro de una pinza con la conexión requerida, y junto con los gatillos son los principales añadidos de hardware para salpimentar las partidas.
Para conectarlo tendremos que destapar la conexión lateral que comentábamos antes, lo cual no es muy fácil (queda muy bien sellado y es mejor ayudarse del clip para la bandeja de la SIM para hacer palanca e ir con cuidado). Está fabricado en plástico, es ligero y tiene una parte que se desliza, de modo que podemos insertar el móvil y cerrarlo, a modo de pinza, sin que queden cubiertos los botones físicos. Y como no tardaremos en ver, también tiene LEDs de colores, uno frontal y uno trasero.
Ahora hablaremos de si se nota su acción, pero de buenas a primeras hay que destacar que no molesta en el agarre en horizontal, de modo que podemos sostener el móvil así sin que nos moleste nada. Obviamente no será cómodo el agarre en vertical, pero es un accesorio pensado para los juegos o usos prolongados con aumento de temperatura, los cuales suelen requerir orientación horizontal. De hecho, el software se pone en modo horizontal automáticamente al conectarlo (y se desactiva al desconectarlo).
Hablando de la temperatura, el móvil suele estar en torno a los 34-35 grados en un uso normal, notándose ya un aumento de temperatura en la trasera muy suave. Con los juegos sube con facilidad a 36 grados, y si lo ponemos a pleno rendimiento veremos que queda en torno a los 38, pudiendo llegar a 40ºC.
Probando con el ventilador, especialmente cuanto más subía la temperatura, no hemos visto que hubiese una clara bajada. En algún caso se daba que podía descender un grado, aunque lo que parece es que ayuda a mantenerla y que no suba.
Biometría
En este móvil de ASUS vemos tanto reconocimiento facial estándar como lectura de huellas, cuyo sensor se inserta en la pantalla. Podemos registrar más de cuatro huellas dactilares, lo cual es más que suficiente para que sea en principio un método cómodo para su uso diario.
Aunque lo principal es que es muy rápido y que, aunque el registro de huellas es bastante exigente, normalmente no lo es a nivel de la superficie necesaria de huella para la lectura. Además, el reconocimiento se produce directamente en pantalla apagada, sin necesidad de activarla o de tener Always-On activado.
Eso sí, si combinamos con el reconocimiento facial, la lectura de huellas tiene la batalla perdida con el mismo casi en todos los ambientes. Es rápido, rapidísimo, y además nos reconoce la cara con mascarilla, algo que no había sido posible en ningún móvil de los que personalmente he probado hasta ahora.
En la completa oscuridad no funciona, ni con la tenue luz que la pantalla activa puede proyectar (al menos no con un fondo especialmente claro), pero tampoco tiene problemas para reconocer un mismo rostro con o sin gafas independientemente de lo que se haya registrado. Así que en cuestión de métodos de bloqueo basados en parámetros biométricos, el ASUS ROG Phone 3 no queda nada mal.
Cámaras: escalando poco a poco hacia el nivel esperado
Uno de los puntos de mejora con respecto al ROG Phone II es el apartado fotográfica, pasando en la cámara principal de un sensor Sony IMX586 de 48 megapíxeles a uno Sony IMX686 de 64 megapíxeles. Además, hay dos cámaras secundarias, de manera que al gran angular ahora le acompaña una lente para fotografía macro.
Una lástima que en vez de esto no veamos un teleobjetivo y/o que al menos a la lente principal no le acompañe un sistema de estabilización óptica, además de que la lente gran angular parece no haber evolucionado en cuestión de componentes. Considerando también la cámara frontal, la configuración queda del siguiente modo:
- Sensor principal de 64 megapíxeles con lente con apertura f/1.8
- Lente gran angular con apertura f/2.4 y campo de visión de 125 grados, con sensor de 13 megapíxeles.
- Lente macro con apertura f/2.0 y sensor de 5 megapíxeles.
- Cámara frontal con sensor de 24 megapíxeles y lente con apertura f/2.0.
Ahora nos adentraremos en la app, en cuyo modo de vídeo veremos que hay una opción profesional con opciones como el enfoque acústico o el filtro de viento. El vídeo estándar en la trasera es capaz de grabar en 8K a 30 fps, 4K a 30, 60 y 120 fps y FullHD a 30, 60 y 240 fps, con un máximo de FullHD para la frontal.
App de cámara
La app de cámara de ASUS presenta una interfaz familiar basada en el modelo habitual de navegación por pestañas e iconos en claro sobre fondo negro. Su pantalla principal es completa y práctica, con la elección del disparo con la principal o el gran angular en doble botón en la base y una tira de accesos directos en los que se incluyen los ajustes, el HDR, el ratio, el flash y Google Lens.
Tiene los modos repartidos en pestañas de modo que no hay cajón de “Más” para agrupar los secundarios (tampoco pueden editarse). Vemos en esta lista el disparo con la lente macro, el modo manual, noche, panorámico, retrato, vídeo estándar, seguimiento del movimiento, cámara lenta, time-lapse y el modo pro.
Hay varios aspectos cómodos e interesantes en esta app y en su funcionamiento. Además de dejar el control del HDR al usuario (o bien automático), permite activar un pre-autofocus que nos puede ser de utilidad en algún contexto, aunque lo que más cómodo nos ha parecido es el poder activar la detección automática del modo noche, de modo que sin tener que movernos de pestaña aparece este tipo de disparo.
Además, el modo noche puede ser automático con una velocidad de obturación máxima de hasta 60 segundos (en situaciones plenamente oscuras) o bien elegir una velocidad menor, si bien esto sólo nos aparecerá como opción en el modo noche como tal y no en el que se activa de manera opcional sobre el disparo automático.
El modo noche, además, se puede usar con la lente gran angular, lo cual tampoco es muy habitual. El modo retrato permite cambiar el grado de apertura simulada además de añadir efectos de “belleza” si se desean.
El modo de vídeo es también muy cómodo al tener los controles muy a mano, incluyendo la resolución y el modo de estabilización HyperSteady. Además, se incluye un acceso directo a la reducción del ruido del viento y al enfoque del micrófono.
En los modos profesionales se puede ajustar la velocidad de obturación, la ISO, la exposición, el balance de blancos y el enfoque, además de mostrarse el histograma. Además, en el de vídeo podremos ver el volumen y en el manual de fotografía aparece el nivel.
La app, además de completa y bien diseñada, funciona muy bien y fluida. No hay lag al cambiar de modo o apartado y no se nos ha cerrado inesperadamente ni bloqueado incluso al grabar vídeo (sube más la temperatura del móvil), así que pese a que alguien puede encontrar carencias la elección de formatos de vídeo, el peaking para el enfoque manual o algún aspecto más específico) nos parece una app muy buena y de la que otros desarrolladores pueden aprender.
Cámaras traseras
En condiciones de luz abundante, más favorables, vemos que la cámara principal del ASUS ROG Phone 3 es correcta, sin sorpresas. Tiende a quedar un balance de blancos ligeramente cálido, pero no supone demasiada distorsión con respecto a la realidad y de hecho la colorimetría es acertada, sin exagerar con la saturación.
Veremos que la interpretación de iluminaciones y sombras tiene margen de mejora, tanto en el disparo automático como en el HDR. Hablando del primero veremos que hay prioridad a la hora de conservar las sombras, mientras que las iluminaciones son exageradas si probamos el HDR en una misma escena.
Veremos que a nivel de detalle queda algo más justo, viendo incluso algún caso de distorsión en los bordes, sobre todo cuando la luz es menos abundante (por la tarde, etc.). Junto al rango dinámico, es quizás el aspecto que más mejora podría experimentar.
El ruido no tarda en aparecer, sobre todo en esos disparos en los que aún no es apropiado disparar con el modo noche. Es donde empieza a notarse la carencia de estabilización óptica, aunque veremos que esto se nota más por la noche.
Los 64 megapíxeles tampoco van a aportar un extra de detalle. Sobre todo nos dará fotografías más grandes, pero al recorte no vemos una gran diferencia.
Hablando del gran angular, curiosamente el balance de blancos es más correcto y la temperatura de los blancos se acerca más a la realidad, aunque normalmente veremos que en escenas menos iluminadas subexpone ligeramente. Eso sí, hay una pérdida de calidad bastante apreciable sobre todo por la tarde o cuando no hay tanta luz en el escenario.
De noche hay una buena y una mala noticia. Empezando por la mala, para seguir la tradición, el disparo nocturno en automático es bastante pobre y queda un tanto por debajo de nuestras expectativas. Pero la buena es que el modo noche es el “pequeño milagro” que este móvil necesita para salvar la nitidez en sus fotografías nocturnas.
Además, como hemos comentado antes puede llegar a ejecutarse en largas exposiciones, aunque al ser automático no podremos ajustarlo a nuestro antojo. Pero en cualquier caso, se reduce el ruido y se aumenta la nitidez, recurriendo únicamente a la electrónica y el software.
El objetivo para macro nos da la opción de disparar desde muy cerca, aunque tampoco es un resultado que sorprenda demasiado. De hecho, las macro con la principal (a menos distancia) suelen resultar más atractivas al ser un objetivo más iluminado y con mayor resolución, además de quedar un bokeh bastante equilibrado. Quizás sea el disparo más favorecido de la cámara principal.
Hablando del modo retrato, resulta muy sencillo de aplicar y es realmente efectivo. El recorte es correcto y no hemos visto aberraciones en el fondo o en los bordes, pudiendo ajustar la intensidad del desenfoque y pudiendo dejarlo más sutil y natural.
Cámara frontal
De día y en escenas con iluminación abundante el resultado es muy natural y correcto, con buen grado de detalle y en general fotografías bien expuestas. Hay una muy buena interpretación de iluminaciones y sombras y no se exagera el contraste.
El modo retrato resuelve ben con iluminación favorable y no tanto cuando ésta pone la situación más difícil. En estas ocasiones el software tiene más problemas para aplicar el recorte y el primer plano pierde detalle, pero veremos que son problemas que el modo automático también arrastra a la noche y los interiores poco iluminados.
Normalmente en exteriores nos da un resultado muy bueno: solemos premiar la naturalidad y en este caso los selfies lo son. Falta mejorar algo los disparos con luz poco favorable, pero en general es una cámara frontal a la altura.
Vídeo
Las tomas en 8K sólo pueden realizarse con la cámara principal (también ocurre con las de 4K a 60 fps), y como cabe esperar da buen resultado a nivel de nitidez. Eso sí, como veremos que no sólo ocurre en esta resolución, el rango dinámico es algo limitado.
Dejando a un lado esto, en 4K, tanto a 30 como a 60 fps, tendremos un resultado bastante bueno en cuanto a detalle siempre y cuando la iluminación sea favorable. No obstante, con el gran angular se nota la pérdida de nitidez y de noche veremos que subexpone demasiado.
Es por ello que conviene dejar el 4K fijo en los vídeos con gran angular (si a posteriori el volumen no es un problema), dado que la calidad es algo mayor. Además, lo que vemos es que no se ve afectada la exposición con luz abundante (sí algo más de noche), pero sobre todo que el balance de blancos es correcto y también la colorimetría.
Lo que vemos es que, pese a no disponer de estabilización óptica, el resultado en este sentido no está mal y tampoco hay tomas con golpes o temblores demasiado agresivos salvo los vídeos 1080p de noche, donde el andar sí causa temblores. Visto lo que penaliza en nitidez el modo hypersteady (dando sólo tomas a 1080p), casi es mejor prescindir del mismo si no es ésta nuestra prioridad, pero cierto es que la estabilización en este caso es notable.
El modo de seguimiento trabaja muy bien en cuanto detecta (o le indicamos) el elemento a seguir, de modo que la cámara por sí misma reencuadra “persiguiéndolo”. La captura de sonido, por cierto, es muy buena, y el modo de eliminación del ruido del viento puede ayudar a que sea mejor (sin milagros cuando está muy presente).
Y en cuanto a la cámara frontal, las sensaciones se trasladan de la fotografía al vídeo y vemos también unas tomas naturales, con colores realistas y bien a nivel de nitidez. Los vídeos son como máximo a 1080p y compensa dejarlos en esta resolución, viendo que de noche incluso no se porta nada mal.
Autonomía: una gran capacidad que cunde como debe
El ASUS ROG Phone integra una batería de 6.000 mAh, aprovechando así su voluminoso chasis y motivando en parte su peso. Es una pila que por precedentes da la impresión de dar un buen rendimiento, pero aquí hay varios factores a tener en cuenta: por un lado están las altas tasas de refresco y un uso probablemente exigente, y por otras la opción de la tasa automática y la incorporación de un SoC en teoría más eficiente.
La experiencia global en cuanto a autonomía es muy buena. Evidentemente influirá qué tasa de refresco tenemos establecida, pero la media nos queda en 11 horas de pantalla aproximadamente y más de 1 día y medio de autonomía, que no están nada mal.
Veremos que configurado a 60 Hz puede llegar a sobrepasar los dos días sin problema (si además no hacemos un uso muy exigente y es más estándar, navegación, streaming, redes sociales, etc.). Por contra, a 144 Hz la media baja bastante, pero igualmente nos ha aguantado en torno a las 24 horas con esta tasa de refresco, y a 90 Hz puede llegar también a los dos días con un uso estándar.
La carga se completa (con su cargador) en aproximadamente 1 hora y 40 minutos, de 0 a 100% y con el terminal apagado. Es también un muy buen tiempo teniendo en cuenta la capacidad de la batería y que luego cunde bastante bien.
Considerando las características y el uso para el que está pensado, los 6.000 mAh parecen un punto de partida para este tipo de móviles, de modo que aguanten bien los envites gamer (a veces de horas). Tendremos que tener en cuenta que los modos de alto rendimiento van a influir y el consumo se puede disparar según lo que juguemos, eso sí.
Sonido: estéreo y volumen como guinda multimedia
Con la parte de imagen y rendimiento cubiertas, lo suyo es que un móvil para jugar tenga un buen audio para cubrir esa parte tan importante del entretenimiento. En este caso ya hemos visto que no hay minijack integrado y que habrá que colocar el ventilador para poder usarlo, pero lo que sí que hay es sonido estéreo, con dos grandes altavoces colocados a ambos lados del móvil.
Hablando primero del desempeño de los mismos, el sonido es adecuado y tolera bastante bien la subida de volumen sin experimentar demasiada distorsión, ni tampoco trasladándose a modo de vibración en el chasis del móvil. Según nuestras pruebas llega a unos 105 decibelios a la salida del altavoz, lo cual queda en unos 80 dB ambientales, un volumen más que suficiente que podremos tener perfectamente en torno al 65% si queremos tenerlo como centro multimedia o a la hora de jugar.
Queda bien a nivel de graves y en general presenta buen rango dinámico, aunque quizás no es un sonido tan envolvente como el que esperábamos. Podemos además ajustarlo más a nuestro gusto con el ecualizador (en el que vemos la marca Dirac, que se han encargado de la calibración de los altavoces), aunque en los ajustes de audio lo que llama la atención es el modo de exteriores. Eso sí, aunque da un plus de volumen (hasta 109 dB a la salida del altavoz y 84 dB ambientales) en este caso sí se cae bastante la calidad.
En cuanto al sonido de auriculares, hemos conectado el ventilador para poder probar la salida física y también da un sonido adecuado y equilibrado. Quizás echemos en falta algo más los graves que sí hemos percibido en los altavoces, pero en todo caso es una audición correcta y la cancelación natural que dan los auriculares siempre mejora ligeramente con respecto a los altavoces.
ASUS ROG Phone 3, la opinión de Xataka
Si de jugar se trata, el ASUS ROG Phone 3 ha demostrado ser un smartphone a la altura y, a título personal, es el móvil con el que mejor he jugado hasta el momento. La suma de rendimiento, autonomía, tasa de refresco y sobre todo las abrumadoras posibilidades hablando del software propio para ajustar el hardware en el juego lo hacen un excelente candidato para jugones y sobre todo un rival a la altura.
Es una lástima no haber probado el modelo con 16 GB de RAM para poder quedarnos con el sabor de boca de quizás la combinación de hardware más potente que puede haber en un móvil de 2020, pero los 8 GB de RAM han vuelto a ser suficientes para mover todo sin problemas. Además, la capa de software de ASUS ha mostrado haber madurado y la estabilidad se ha mantenido durante las semanas de prueba.
No va a ser un móvil para quien busque lo más completo en fotografía, pero los resultados son más que aceptables y hemos visto que tanto la app como los modos especialmente de vídeo están a la altura. En esto al menos se ha evolucionado con respecto a lo previo, aunque probablemente no llegue a competir de tú a tú con más competitivos en este área.
Los gatillos han demostrado una vez más ser un complemento interesante para el juego, especialmente en este caso al ofrecer tantas opciones al usuario. De hecho, otro punto fuerte es la personalización de macros y otras opciones para cada juego.
En resumen, es muy buena opción para quien centre su uso en el juego y le importe menos el peso/tamaño y el rendimiento fotográfico. Una lástima que quede también en FullHD+, pero quizás esto forme parte de los deberes que quedan para la próxima iteración.
8.9
A favor
- La tasa de refresco de 144 Hz se nota más allá de los juegos y la opción de ajuste automático es un aliciente genial.
- La autonomía es muy buena teniendo en cuenta el uso exigente que se le puede dar.
- El software dedicado a la configuración del móvil y los ajustes para el juego es brutal, completísimo y estable.
En contra
- La fotografía sigue sin entrar en la liga de los tótems fotográficos, aunque hay mejoras y puntos positivos.
- Una gran batería no sale "gratis" y el precio a pagar es el peso.
- No es raro notar el aumento de temperatura, y es algo que habría que vigilar a largo plazo.
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de ASUS. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
ROG Phone 3 Strix Edition ZS661KS-1A002EU / Qualcomm Snapdragon 865 / Qualcomm Adreno 650 / 8GB LPDDR5 / 256GB UFS3.1 / 6,59" - 16,74cm / Negro Brillante
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La noticia ASUS ROG Phone 3, análisis: el claro rival a batir si se trata del mejor móvil para jugar fue publicada originalmente en Xataka por Anna Martí .
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