A finales de julio los datos avisaban del complicado verano que iba a tener el Ártico. Ahora que se acaba este temporada del año, las premoniciones se han cumplido: el Ártico está batiendo récords en deshielo. El pasado 15 de septiembre se registró la segunda cifra más baja que se tiene en cuanto a hielo marino se refiere. Hay causas de que esto se haya dado y habrán consecuencias también.
Con la llegada del verano y el incremento de las temperaturas anualmente el Ártico se deshiela en parte para luego recuperar de nuevo su hielo una vez llegan las temperaturas más bajas del otoño y el invierno. Sin embargo, las condiciones climáticas en las que vivimos actualmente y una serie de eventos de los últimos meses han provocado que el deshielo este año sea mucho mayor de lo habitual.
Un complicado año para el Ártico
Según los datos del NSIDC estadounidense, el Ártico ha alcanzado este año su segunda extensión mínima con 3,74 millones de kilómetros cuadrados. Dicha cifra se registró este pasado 15 de septiembre y sólo hay datos más bajos registrados en septiembre de 2012, cuando se bajó hasta los 3,41 millones de kilómetros cuadrados. En la gráfica de NSIDC se ve en contexto cómo se ha dado esta reducción respecto a otros años y la media general:
NSDIC recoge estos datos con la ayuda de la NASA y mediante imágenes por satélite. Gracias a ello pueden medir de forma constante y regular cómo evoluciona la capa de hielo del Ártico y también del Antártico. Los datos se han recopilado desde 1979 y en estos 41 años sólo en 2012 se registró un nivel aún más bajo. Hay estudios que estiman que a este paso para 2035 podríamos tener un deshielo completo cada verano en el Ártico.
La razón por la que se ha dado esta reducción tan drástica respecto a otros años no es otra que el caluroso verano en el Polo Norte. Tuvimos una ola de calor extremadamente potente en Siberia, que provocó este año temperaturas de hasta 38% en el Polo Norte. Ya estaba avisando desde mayo y a su vez ha provocado increíbles y gigantescos agujeros en la tierra. Y arañas, muchas arañas.
La pérdida de este hielo marino no contribuye al incremento del nivel del mar (que ya de por si tiene consecuencias importantes), pero sí que tiene efectos devastadores. El hielo del Ártico actúa en cierto modo como espejo, devolviendo parte de la luz solar para evitar que se caliente demasiado la zona. El agua líquida del océano sin embargo absorbe más luz, por lo que calienta más el área. Al final es un sistema que se retroalimenta: a más deshielo, más absorción de luz; a más absorción de luz, más deshielo.
Vía | Reuters
Más información | NSIDC
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La noticia El Ártico en mínimos: acaba de registrar su segundo mayor deshielo desde que tenemos datos fue publicada originalmente en Xataka por Cristian Rus .
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