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Trabajos manuales. Pretecnología. Educación plástica y visual. La verdad es que en el colegio teníamos que haber prestado más atención a algunas asignaturas. Y no precisamente a las matemáticas o a la lengua, que también, sino a aquellas materias en las que se nos preparaba no sólo para la psicomotricidad fina y para poder modelar objetos con nuestros pequeños deditos, sino para en el futuro crear cosas con nuestras manos y sobre todo con nuestra imaginación, ideándolas desde cero.
El movimiento Maker, la capacidad de crear a partir de desarrollos abiertos de otros o incluso de productos comerciales y compartirlo con los demás, es un hecho. Está aquí para quedarse y para modificar el mundo real a partir del mundo digital, y viceversa.
El movimiento Maker, compartiendo creaciones a nivel global
El movimiento Maker o DIY (Do It Yourself, Hágalo usted mismo) es un movimiento ciudadano a nivel mundial. Se basa en que cualquier persona pueda fabricar y crear sus propios productos con la ayuda de la tecnología y de los conocimientos que otros han compartido a través de redes sociales.
El hecho de compartir conocimiento y nuestras creaciones ha alzando un nuevo sentido gracias a internet. Su objetivo final es buscar la colaboración y la conexión a nivel global de todos nosotros. Así, el universo Maker, los Makespace, las charlas de TED, los repositorios de objetos como Thingiverse, la feria Maker por excelencia o los propios libros sobre el movimiento Maker ya forman parte de nuestras vidas y podemos contribuir para que lo sean todavía más.
El movimiento Maker es "una tercera revolución industrial", según Chris Anderson
Chris Anderson es uno de los impulsores del movimiento, lo define como una “democratización web del poder de manufacturación”; él ya tuneaba drones de Lego para lograr que sus hijos se interesasen por la tecnología. Cualquier persona puede crear, independientemente de que tenga estudios o de su nivel de conocimiento. Y el propio Chris va mas allá, ya que define el movimiento Maker como una tercera revolución industrial, donde cualquier ser humano es responsable del proceso de fabricación, utilizando los elementos que tenga a mano.
Y ahora lo que tenemos más a mano es, literalmente, un móvil con conexión a internet o un ordenador, y también hardware y software Open Source y creaciones basadas en Creative Commons u otras licencias abiertas para que las modifiquemos y creemos otras cosas apoyándonos en ellas. Tenemos en la palma de la mano un acceso a un conocimiento universal, casi como si fuera una conciencia colectiva de la que aprender y a su vez colaborar.
Un mundo creado por nosotros mismos
Jay Silver, inventor de “Makey Makey” y CEO de JoyLabz quiere vivir en un mundo que hayamos construido todos nosotros. Quiere liberar la capacidad de cada individuo para poder dar otras finalidades a los objetos que nos rodean, para rediseñar, cambiar y construir. Makey Makey es un ejemplo de esto, un kit que permite conectar objetos físicos a internet. Es un dispositivo que encontró su financiación gracias a Kickstarter y que traduce la corriente eléctrica al tocar objetos a órdenes para el ordenador. Consta de una serie de cables con unas pinzas para conectar a lo que queramos y una placa con conectividad USB. Makey Makey va dirigido a ingenieros, artistas, niños y, en definitiva, a cualquiera que quiera interactuar de una forma novedosa con el mundo.
Los desarrollos basados en licencias libres y de código abierto han supuesto un cambio en nuestra percepción del mundo
En el vídeo Jay Silver lo resume perfectamente. Lo increíble de los entornos colaborativos a través de internet y Open Source es que posibilitan seguir creando a partir del punto donde se quedó el desarrollo anterior y dar una vuelta e interactuar con lo ya creado. Así, las ideas modelan nuestro mundo, lo cambian y nos hace tener nuevas ideas. Aunque nos pueda parecer complicado a priori, gracias a internet tenemos un conocimiento compartido colectivo y actualizado en tiempo real. Nunca hemos tenido tanta información a nuestro alcance y, en gran medida, de forma gratuita. Además de ser una oportunidad, esto nos reta a seguir creciendo y evolucionando.
Los desarrollos basados en licencias libres y de código abierto han supuesto un cambio en nuestra percepción del mundo. Objetos basados en Arduino y que modifican tanto el mundo digital como el real, sistemas operativos y la internet de las cosas, por poner tres ejemplos, son muestras de estas nuevas interacciones entre el mundo real y el digital y que han sido creadas y desarrolladas sobre licencias abiertas. Colaborar es la clave.
Hasta hace poco trasladábamos el mundo físico a lo digital. Hacíamos avatares en realidades virtuales a nuestra semejanza y lo seguimos haciendo en juegos como Minecraft. Pero también conectamos mundos digitales a nuestro mundo físico. Es posible crear una alarma con una placa Arduino que avise de si alguien entraba a nuestro mundo Minecraft. Y es que ahora que no podemos vivir sin nuestro otro yo en internet, tiene todo el sentido que el mundo digital rompa las fronteras y se conecte con el nuestro, en formas tan novedosas como las propuestas en el vídeo.
Así, podemos llegar a jugar al Tetris con trozos de pizza, o navegar por internet gracias a objetos reales. ¿Os imagináis poder comprar fruta por internet tocando una manzana, o interactuar con cualquier objeto que tengamos cerca y darle otra finalidad? Pues eso es precisamente lo que nos permite hacer Makey Makey, un espacio donde lo real y lo virtual se dan la mano.
Libertad, tecnología e interacción
La comunidad Maker quiere crear un mundo más interactivo y más humano, que sea libre
La comunidad Maker no va de crear robots. Tampoco trata de hacer un mundo altamente tecnológico. Su finalidad es hacer un mundo más interactivo y más humano al utilizar todo lo que nos rodea, con un grado de libertad difícilmente alcanzable a través de empresas, universidades u otros entornos tradicionales dedicados a crear y compartir conocimiento. No se trata de entornos cerrados. Ahora que cualquier individuo puede colaborar en dicho movimiento el ser humano interactúa con el mundo y con otras personas en el proceso de creación de manera universal y sin ataduras.
Al principio hablábamos del colegio y de la importancia que tiene en nuestro desarrollo como individuos y como especie. Tenemos que seguir progresando, centrarnos en qué nos educamos y cómo lo hacemos. La forma en la que enseñamos y estudiamos tiene que cambiar. Tenemos que mejorar la forma de aprender para seguir aprendiendo, crear para seguir creando, imaginar para seguir imaginando. Internet nos da la capacidad de interactuar como individuos y formar una comunidad de colaboración universal. Desde la Raspberry Pi Foundation a Lego Mindstorms, desde juntar módulos hardware para hacer un sintetizador sin tener ni idea de electrónica con littleBits a programar universos virtuales y llenarlos con nuestros "otros yo".
¿Una nueva alfabetización?
Modificar la realidad y ver cómo funciona permite reinventar el mundo de una manera instantánea
Probablemente esto suponga cambiar no sólo la forma en la que aprendemos, sino también el lenguaje y la forma de entender el mundo. Modificar la realidad y ver cómo funciona es mucho más potente que la comunicación de ideas a través del lenguaje, ya que tenemos un feedback instantáneo y una transmisión del conocimiento que potencia e incentiva la creación en lugar de definirla y limitarla. Esto permite reinventar el mundo de manera instantánea y supone una nueva forma de expresar nuestras ideas que va más allá de las formas de expresión habituales. Una nueva alfabetización.
Lo que estamos viviendo es tanto una democratización de los medios y de los recursos como una nueva forma de comunicarnos con lo que nos rodea. La universalización de internet, que llega a cada rincón de nuestro planeta, es un hecho. Los recursos, tanto digitales como físicos, también están ahí, gracias a las licencias Open Source y creaciones basadas en Creative Commons. Todo ello puede dar lugar a una nueva edad de oro de la informática.
Nunca ha sido más fácil conectar con el mundo digital e interactuar con él, y cada vez será más sencillo. El universo Maker sigue buscando nuevas formas de unir ambas realidades, sigue compartiendo conocimientos a través de internet y, en definitiva, nos permite a todos y a cada uno de nosotros sentirnos vivos y formar parte de esta nueva revolución.
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La noticia Jugar al tetris con una pizza solo es el principio de la revolución tecnológica DIY fue publicada originalmente en Xataka por Vodafone One .
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