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Si pensamos en un ordenador portátil seguramente nos vendrá a la cabeza un modelo de pequeño tamaño con procesador, pantalla, teclado. Aunque antes nos lo imaginábamos de una sola pieza, ahora lo concebimos también con pantalla desmontable. En cualquier caso, hablamos de una máquina capaz de funcionar con baterías, sin necesidad de estar permanentemente conectada a la red eléctrica, con menos de 2,5 kilos.
Un joven de 30 años
Aún se discute cuál fue el primer portátil. Los primeros ordenadores no se parecen a los actuales diseños de concha (por la forma en que se cierran y se abren), aunque sí tuvieran esa característica de “transportables” por una persona. Algunos lo datan en 1968, como el Wall Street Journal. Otros miran hacia 1979.
En cualquier caso, casi todo el mundo da por bueno que Osborne 1 fue el primer ordenador portátil. De 1981, este ordenador pesaba cerca de 11 kilos y tenía un precio de 1.795 dólares. Su pantalla (monocolor) era de cinco pulgadas, incorporaba un puerto de módem, dos unidades de disquete de 5 ¼ para el almacenamiento externo, baterías y una gran colección de aplicaciones de software. Su procesador era un Zilog Z80 a 4,0 MHz y memoria de 64K.
Debemos esperar hasta 1989 para encontrar un portátil cuyo diseño nos recuerde, ya sí, al concepto que tenemos por portátil. En 1989, Zenith Data Systems lanzó el Zenith Minisport, un ordenador portátil con un peso de 2,7kgs. Es considerado por muchos historiadores como uno de los primeros ordenadores portátiles "reales". Tenía un disco duro ESDI de 20MB, disquete de 1,44 MB, módem incorporado de 2.400 baudios, 640 KB de RAM y pantalla LCD CGA a "color". Todos los puertos de conectividad eran accesibles a través de una puerta en la parte posterior.
Todo cambia en 1995
En 1995, Microsoft introdujo el sistema operativo de Windows 95, que sirvió por completo a estabilizar y estandarizar la industria del portátil. Algunos, incluso, aseguran que esta novedad fue quizá el acontecimiento más importante en la historia de los ordenadores portátiles, porque marcó un antes y un después. Su llegada supone que la mayoría de las máquinas tengan el mismo diseño, que incluyan unidades de CD-ROM, procesadores Intel Pentium y unidades de disquete, características estándar en casi todos los ordenadores portátiles.
En 1997, Asus, una compañía que lideraba el mercado de las placas madres, decide lanzar su primer portátil, el Asus P6300, precisamente con Windows 95 como sistema operativo.
Desde entonces, y gracias al desarrollo de la tecnología, la popularidad y viabilidad de los ordenadores portátiles ha aumentado considerablemente. Las baterías duran más y su evolución ha sido bastante importante a lo largo de todos estos años. Las de ion litio, las más populares en los portátiles, fueron un invento de 1985 del japonés Akira Yoshino, de Asahi Kasei Corporation, estas aportaron una batería con mayor duración.
Las pantallas se han ido haciendo más grandes (hasta 17 pulgadas), coloridas, de mayor resolución y nítidas, hasta incorporar también el ser táctiles.
Los procesadores son cada más rápidos y lo logran sin emitir tanto calor (lo que ha permitido eliminar la necesidad de ventiladores). En esto tiene buena culpa la denominada Ley de Moore. En su enunciado, uno de los fundadores de Intel predijo que cada año se doblaría la potencia de los productos con silicio al tiempo que se reduciría a la mitad su tamaño. Algo que afecta, pues, a muchos componentes informáticos, y no solo a los chips.
De hecho, esta miniaturización es patente en muchos otros componentes. Por el ejemplo, los discos duros (ahora siendo reemplazados en muchas ocasiones por unidades SSD) que en sólo 30 años, han visto como el coste de almacenar un gigabyte de datos se ha desplomado de suponer más de 100.000 dólares a apenas unos céntimos. Uno de los primeros discos duros podía guardar 5 MB de datos en 50 discos de 24 pulgadas de diámetro (a un precio de 10.000 dólares el MB). El disco duro era del tamaño de un refrigerador y toda la unidad pesaba más de una tonelada.
La conectividad de red también ha visto importantes mejoras y ha dado la bienvenida a Bluetooth o WiFi, lo que evita tener que incluir un módem o tarjeta y permite añadir más puertos de conexión.
Toda una revolución que ha permitido que los portátiles adelgacen en tamaño al tiempo que aumentaban su capacidad y reducían su peso, lo que ha servido para aumentar su popularidad.
Para hacernos una idea, el primer portátil de Asus fue el P6300. Sus especificaciones técnicas eran: procesador Intel Pentium II a 266 MHz, 16 MB de RAM, unidad CD, 144 MB de memoria SDRAM, pantalla 1024 x 768 (XGA) de 16 bits y 13,3 pulgadas, disco duro de 3,5 pulgadas y 1,44 MB, batería de 4050 mAh, 32,258 x 24,384 x 5,08 centímetros y 3,9 kilos.
Año 2000, la odisea de pantallas grandes
El almacenamiento ha sido una de las grandes revoluciones, de la industria informática en general y de la de los portátiles en particular. Para hacernos una idea, en la década de 1950, la capacidad de almacenamiento había aumentado considerablemente, con discos duro de 5 MB… que lamentablemente estaban lejos de ser portátiles.
El problema de los discos duros era que solían ser muy voluminosos de tamaño, lo que condicionaba mucho en el diseño (y peso) de los portátiles. El almacenamiento en SSD ha supuesto una verdadera revolución en este sentido.
Pero, sin duda, otra de las grandes revoluciones en el mercado de los portátiles tiene que ver con las pantallas, componente en el que siempre salían peor comparados con sus hermanos de sobremesa. Microsoft incorporó una pantalla táctil y un puntero para manejar el portátil con su sistema operativo versión Tablet, que data del año 2002, apenas un par de años después de que la industria empezara a incluir el tamaño de las 14 pulgadas como un estándar en los portátiles.
La idea de híbrido portátil / tablet se implementó a principios del siglo XXI y uno de los primeros productos en cosechar un verdadero éxito en este terreno fue el ASUS Transformer, allá por el año 2011.
Los mini portátiles o Eee PC
Durante un tiempo, parecía que ya estaba todo dicho en cuanto al diseño del portátil. Con la idea de hacerlos cada vez más potentes y ligeros, la batalla parecía estar planteada en cuánto peso estábamos dispuestos a asumir para tener una máquina potente o cuánta potencia estábamos dispuestos a sacrificar para lograr la mayor ligereza.
Y aparecieron los mini-ordenadores portátiles, muy similares en tamaño, pero con mucho menos peso. Estos netbooks o mini portátiles eran lo suficientemente potentes como para asumir las tareas cotidianas de la mayoría de los usuarios de portátiles, como navegación web y correos electrónicos. El primer ordenador producido en masa que realmente podría llamarse un netbook era el Eee PC de Asus.
El Eee PC 700 tenía una pantalla de 7 pulgadas y venía con Linux en lugar de Windows, pero tenía todos los ingredientes de un ordenador portátil, pero simplemente en un tamaño mucho más pequeño. Incluía teclado y trackpad, utilizaba un SSD rápido en lugar de un disco duro tradicional. Y uno de sus mayores atractivos fue su bajo precio, lo que le convirtió un superventas a nivel mundial.
Asus Eee PC fue lanzado por primera vez en 2007. Poco después de su aparición, muchos otros fabricantes imitan a Asus y se lanzan a la fabricación de un dispositivo similar.
Un futuro convertible
La evolución de los portátiles no ha parado. Aunque puede que en esencia sigan respetando unas líneas maestras, seguramente hace 30 años nadie pudo imaginar que hoy estaríamos hablando de portátiles a los que podemos separar su pantalla del teclado para tener dos productos en uno.
Este tipo de portátiles, capaces de transformarse en un tablet cuando las necesidades en movilidad superan a las de productividad, tienen el mejor exponente en la gama Asus Transformer. Con hasta 12 horas de duración de batería, cuentan con el rendimiento necesario para jugar a juegos o trabajar de manera productiva siendo una opción al mismo tiempo ligera, con un completo teclado QWERTY y un touchpad a la altura del usuario de portátil más exigente.
Menos de 1,3 kilos de peso
No hay que pensar en adivinar cómo será el futuro de estos portátiles: más potentes y cada vez más ligeros y livianos.
Un buen ejemplo de ello es el ASUS ZenBook UX305LA, de apenas 1,49 centrímetros de grosor y 1,3 kilos de peso. Con 12 horas de autonomía, su potencia viene avalada por sus procesadores Intel Core, su memoria de hasta 8 GB y su almacenamiento SSD de hasta 512 GB.
El ASUS ZenBook UX303UA tampoco alcanza el kilo y medio de peso con sus medidas de 323 x 223 x 19,2 milímetros. Con opciones de almacenamiento tanto en SSD como en disco duro, tiene las mismas medidas que el ASUS ZenBook UX303LA pero más posibilidades en cuanto al almacenamiento de este último.
¿Lo mejor? Que en un futuro no muy lejano seguiremos viendo reducciones en tamaño y peso.
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La noticia La dieta de los portátiles: así es cómo han logrado ser cada vez más finos sin perder las mejores innovaciones fue publicada originalmente en Xataka por Weblogs Branded Content Team .
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