2023 está siendo un año funesto para los empleados de las Big Tech que llevan meses de ajustes de plantilla que terminan en miles de empleados despedidos en todo el mundo y cambios en la organización interna de las empresas que han llevado a Google y a otras muchas compañías a prescindir del trabajo en remoto para adoptar un modelo híbrido o 100% presencial.
Fin del trabajo en remoto. El medio americano Bloomberg se ha hecho eco de una nueva vuelta de tuerca al gran problema del empleo en las grandes compañías: la compañía de telecomunicaciones AT&T obligará a 60.000 gerentes a volver a sus oficinas antes de septiembre. La compañía ha tomado esta medida siguiendo la estela de Meta, Google y otras grandes tecnológicas que han reducido los permisos de sus empleados para teletrabajar.
350 oficinas, pero solo nueve destinos. Lo llamativo de la medida que ha anunciado AT&T es que sus gerentes no van a poder incorporarse a cualquiera de las 350 oficinas que la compañía tiene distribuidas por todo el país, sino que deben presentarse en alguna de las nueve sucursales principales ubicadas en Los Ángeles, San Ramón, Seattle, San Louis, Washington, Middletown y Bedminster.
En apariencia esto no tendría que suponer un gran inconveniente para la mayoría que ya reside cerca de estos centros. Sin embargo, algunos de estos gerentes ascendieron a su cargo durante los tres años que la compañía ha permitido el trabajo 100% en remoto y viven muy lejos de cualquiera de estas oficinas.
9.000 empleados y una importante decisión. Con este movimiento, el 15% de la plantilla de AT&T se queda ante una importante decisión que algunos de los empleados afectados han tildado como “un lobo con piel de cordero” ante la sospecha de que la compañía pretende llevar a cabo un despido encubierto forzándoles a mudarse con sus familias cerca de alguna de las oficinas indicadas, o a sumarse a la larga lista de empleados que han renunciado a su trabajo en los últimos meses.
Vuelta a un modelo presencial con muchas renuncias. La vuelta a las oficinas está siendo el arma que alguna delas grandes tecnológicas están usando para presionar a sus empleados y obtener mayor productividad con menos recursos. Un ejemplo lo encontramos en los últimos movimientos de Google, que “invita” a sus empleados a volver a unas oficinas con menos comodidades y con la amenaza de rebajar la valoración del rendimiento de aquellos empleados que mantengan la opción del teletrabajo.
Cambio del centro de trabajo que no tiene cabida en España. AT&T no opera en España, pero si alguna de las Big Tech que sí tiene presencia en nuestro país quisiera aplicar el mismo modelo de vuelta a la oficina tendrá que hacerlo ajustándose a la normativa recogida en el Estatuto de los trabajadores relativa al cambio de ubicación del centro de trabajo.
En este supuesto, la empresa tendría que notificar el traslado con un mínimo de treinta días de antelación, y el empleado podría reclamar a la empresa el coste del traslado a una ubicación cercana al nuevo puesto de trabajo, soluciones de desplazamiento adecuadas en función de la distancia e incluso dejando abierta, si corresponde, la extinción del contrato laboral con las indemnizaciones señaladas para el despido improcedente.
Imagen | Pexels
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La noticia Para las Big Tech, la vuelta a la oficina se ha convertido en una excusa para algo más: seguir recortando plantilla fue publicada originalmente en Xataka por Rubén Andrés .
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