sábado, 17 de junio de 2023

Ser un genio precoz tiene un inconveniente: trabajar a los 14 años. El nuevo fichaje de Starlink lo sabe bien

Ser un genio precoz tiene un inconveniente: trabajar a los 14 años. El nuevo fichaje de Starlink lo sabe bien

Los niños prodigio no son una exclusiva de los Talent Shows musicales. En el mundo empresarial y tecnológico abundan los ejemplos de adolescentes que, con apenas 14 años, ya se codean con experimentados ingenieros en proyectos empresariales importantes. Sin embargo, eso no los excluye del dilema que supone que una gran empresa contrate a un adolescente para trabajar, por muy genio que este sea.

Trayectoria de un cerebro brillante. Kairan Quazi tiene solo 14 años, pero eso no ha sido un obstáculo para que el joven californiano se convierta en el ingeniero de software más precoz de Space X.

La carrera de Quazi no ha podido ser más meteórica. Con solo 2 años ya podía formar oraciones completas y explicar a sus compañeros de guardería noticias sobre La primavera árabe que escuchaba en la radio. A los 9 años pasó a la escuela secundaria y comenzó a buscar universidad con un CI superior al percentil 99,9 de la población general.

A los 14, Kairan Quazi está a punto de graduarse en ingeniería informática por la Universidad de Santa Clara en California, para después unirse a la división de desarrollo de software de Starlink, aunque no ha revelado en qué tipo de software trabajará.

Válido para diseñar satélites, demasiado joven para LinkedIn. El adolescente no ha tenido demasiados problemas para incorporarse al grupo de trabajo en el departamento de ingeniería de Starlink. Según declaraciones del propio Kairan, “una de las pocas empresas que no utilizó mi edad como un indicador arbitrario y obsoleto de madurez y capacidad”. Sin embargo, el joven ingeniero se ha encontrado con la negativa de LinkedIn a crearle un perfil profesional en su red social, algo que ha indignado a la joven promesa que ha afirmado que "carecen de imaginación y están arraigadas en el adultismo".

La posición de la plataforma para profesionales es muy clara en este sentido, tal y como se muestra en un mensaje que el menor ha publicado en su perfil de Instagram: “Estamos emocionados por tu entusiasmo, energía y enfoque. Estamos ansiosos por ver lo que haces en el mundo pero, dado que actualmente no cumples con los criterios de elegibilidad de edad para unirte, hemos restringido tu cuenta”. LinkedIn invita al joven a volver a unirse a la plataforma cuando cumpla los 16, edad mínima para poder crearse un perfil.

Menores con puestos de responsabilidad. Más allá de las indudables capacidades intelectuales de Kairan Quazi y de muchos otros “niños prodigio” de la tecnología, el dilema se centra en la idoneidad de que grandes empresas contraten a menores, sobre todo cuando van a ocupar puestos importantes y con responsabilidad en el desarrollo de tecnologías tan delicadas como el control de una red de satélites de comunicación de órbita baja.

Precisamente, uno de los principales motivos del enfado del adolescente con la negativa de LinkedIn ha sido por la limitación de acceso a mentores y personas de referencia que se pueden encontrar en esa plataforma. "Alguien como yo necesita mucho acceso a mentores y también a las discusiones de la industria que tienen lugar en la plataforma", declaró Quazi a Insider.

Conocimiento no es madurez. No cabe duda de que el caso de Kairan Quazi es excepcional, aunque no único. Este mes completa sus estudios universitarios y se gradúa en ingeniería informática, superando los mismos exámenes y pruebas que el resto de sus compañeros, por lo que sus conocimientos no se ponen en tela de juicio.

El perfil de Quazi encaja en lo que, según Daniel Patón Domínguez es profesor en la universidad de Extremadura y pertenece a AEST (Asociación Española de Superdotados y con Talento para niños, adolescentes y adultos), podría definirse como superdotado.

Precoz, con talento o superdotado. Patón especifica que, dentro de las altas capacidades, hay tres grandes grupos: precoz, talento y superdotado. El primero define a aquel niño que es muy bueno en una capacidad concreta pero que, con el paso a la adolescencia y la madurez, la pierde. Los talentos son aquellos que desarrollan alguna habilidad en terrenos concretos, pero no destaca más que en eso. Mientras, los superdotados destacan en más de tres inteligencias (matemática, espacial, sensorial, artística, tecnológica, etc...).

Lo que sí podría cuestionarse es su madurez a la hora de enfrentarse a la hora de enfrentarse a un ámbito laboral extremadamente competitivo en el que tiene que lidiar con otro tipo de problemas en los que se necesitan otras habilidades sociales que se adquieren con una experiencia que estos genios precoces de la tecnología todavía no han tenido.

El riesgo de los juguetes rotos. Las capacidades de los niños superdotados para las ciencias y la tecnología que mencionaba el profesor Patón, nos dejan una gran cantidad de ejemplos de que estas altas capacidades para adquirir conocimiento no siempre se corresponden con un desarrollo adecuado de la personalidad.

Vidas llenas de logros profesionales, pero con problemas personales derivados de asumir retos o responsabilidades que no corresponden a su edad. Fue el caso de Aaron Swartz, que con 14 años desarrolló el protocolo RSS y más tarde fue uno de los fundadores de Reddit (que últimamente no pasa por su mejor momento). Swartz terminó con su vida en 2013, tras años sufriendo problemas de depresión que se agravó con un largo proceso judicial en su contra.

Grandes fortunas prematuras. Afortunadamente, la mayoría de estos genios adolescentes derivan en figuras clave para el desarrollo tecnológico del mundo, tales como Shawn Fanning, que con 19 años desarrolló el protocolo de intercambio de archivos P2P que dio alas al popular eMule y Napster, o el propio Mark Zuckerberg que con 19 años fundó lo que hoy es Meta.

La ley laboral de Estados unidos lo permite. Por mucho que en Europa pueda chocar que un adolescente de 14 años pueda trabajar en una gran compañía por las restricciones legales, la normativa norteamericana es mucho más laxa con empleados de 14 años o menos.

La normativa americana establece diferencias entre trabajo agrícola y no agrícola, siendo este último todavía más permisivo. La edad mínima para trabajar es de 14 años, y al haber terminado su educación graduándose en la universidad, Kairan no estaría condicionado por los límites que la ley establece para las horas de trabajo durante el tiempo lectivo.

El salario se equipara al establecido para cualquier adulto en función del sector profesional, fijando su mínimo en los 7,25 dólares acordado en el salario mínimo federal para este tipo de actividades no agrícolas de EE.UU.

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Imagen | Pexels (Alena Darmel)

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La noticia Ser un genio precoz tiene un inconveniente: trabajar a los 14 años. El nuevo fichaje de Starlink lo sabe bien fue publicada originalmente en Xataka por Rubén Andrés .



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