Los volcanes son uno de los últimos grandes monstruos que quedan en el mundo y tienen un poder descomunal. Un poder capaz de inyectar toneladas de gases a la atmósfera, alterar el clima mundial y dejar buena parte del mundo sin verano. O quizás todo lo contrario.
Durante los últimos meses, la erupción del Hunga Tonga y su papel en las anomalías de temperatura de 2023 han estado en boca de todos. Y no es para menos: es un tema realmente interesante.
Pero en las últimas semanas, la situación se está sobredimensionando a marchas forzadas y no, con los datos que tenemos en la mano, el Hunga Tonga no parece el responsable único de las altas temperaturas de este año.
¿Qué pasó en Tonga? El 15 de enero de 2022, el volcán Hunga Tonga inyectó una cantidad descomunal de vapor de agua a más de 10 kilómetros de altura. Estaríamos hablando de 150 millones de toneladas métricas de vapor de agua (que aún están flotando a niveles muy altos de la atmósfera).
El asunto es que "el vapor de agua actúa como [un] potente gas efecto invernadero y la cantidad inyectada por dicho volcán podría perdurar años y cubrir con el tiempo gran parte de la Tierra en los niveles superiores".
Pero como se trataba de una cuestión relativamente nueva (las erupciones suelen inyectar componentes en la Atmósfera que la enfrían, no que la calientan) y los investigadores se están volviendo locos con las otras dos docenas de cuestiones francamente raras que están afectando a la meteorología del planeta: se ha tardado mucho en estudiar con detalle el efecto real.
Entonces... sí puede estar detrás del calentamiento de estos meses. Sí, claro. Lo hemos explicado en varias ocasiones. Pero el tema central aquí no es si contribuye, sino cuánto contribuye. La mejor respuesta que tenemos ahora mismo es que la erupción "podría añadir unas décimas de grado [...] a la subida de las temperaturas de manera global" (quizás algo más a nivel local). A largo plazo.
Stuart Jenkins, uno de los primeros investigadores sobre el asunto y profesor del departamento de física de la Universidad de Oxford, reduce aún más el impacto a nivel global en Libération: es probable que la erupción "caliente ligeramente el planeta durante los próximos cinco años". Según Jenkins, podría alcanzar "quizás +0,05°C en su punto máximo".
Martin Jucker, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, cree, de hecho, que ese sería el máximo. Aunque localmente en países como Australia puede afectar hasta en un grado y medio, a nivel global sería raro que se saliera de la horquilla "de 0,03 °C a 0,05 °C".
Y no solo eso. De hecho, Jenkins cree que, más allá del debate sobre las cifras, "la erupción de Tonga explica mal su distribución espacial" del calentamiento (que se concentra, por encima del promedio, en la mayor parte de América del Sur, Europa, África y Asia). Para el investigador, estas anomalías "se explican mucho mejor por las emisiones de gases de efecto invernadero a largo plazo o por el desarrollo de El Niño en el Pacífico Oriental este año".
Hay muchas más cosas y eso es clave. Este año han pasado demasiadas cosas: El Niño, los síntomas de debilitamiento de las corrientes oceánicas, el ciclo solar, los cambios en las dinámicas meteorológicas del Atlántico y la ola de calor marítima del Mediterráneo, la reducción de las emisiones de los barcos... Y sí, el Hunga Tonga, evidentemente. Precisamente por eso centrarnos solo en una tiene más de intencionalidad política que de argumento científico.
Y es que no hay argumentos claros (por el momento) par adjudicar "las anomalías de temperatura observadas en 2023" a la erupción del Hunga Tonga.
Imagen | Tonga Meteorological Services
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La noticia Si la pregunta es "ha provocado un volcán de Tonga el calor extremo de este año", la respuesta es compleja fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .
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