Huawei, como otros privilegiados gigantes de la industria del smartphone, se permite el lujo de ofrecer al consumidor dos elecciones de la más alta gama cada año. En el caso de este gigante chino, ni el el P10 Plus ni el Mate 10 que hemos probado se solapan a priori.
Un diseño a contracorriente que va a lo práctico
El gran reto de los principales fabricantes del mercado del smartphone de gama alta es encontrar un diseño de referencia, llamativo, cómodo y con el que no haya que renunciar a ciertos privilegios a los que nos han acostumbrado. Complicado. En la semana que he estado usando el Huawei Mate 10 como teléfono principal, es por ahora con el que más cerca he estado de creer que la mayor parte de esos ideales se habían conseguido.
A estas alturas del año, mirar el Mate 10 de Huawei es extraño. Mucho. Es un gama alta de referencia que mantiene un formato 16:9 tan habitual hasta hace poco pero que ahora parece rancio. Sobre la mesa parece exageradamente cuadrado.
Ese formato no alargado al final se acabará convirtiendo en una seña de identidad de este Mate 10, un gran terminal de 5,9 pulgadas que pese a ese formato de 16:9 no comete el "pecado" de dejar grandes bordes por arriba y abajo. Es por eso que resulta un teléfono grande pero cómodo en mano, y todo un "rara avis" hoy en día. Esta situación puede depararle un éxito inesperado entre quienes no ven con buenos ojos los formatos alargados.
El Huawei Mate 10 y su formato más cuadrado que sus rivales me ha parecido cómodo en mano y hasta ligero. Son unos 186 gramos bien equilibrados que en conjunto y con ayuda de un grosor de 8 mm y bordes curvos en la parte trasera, se manejan bien. Sobre el material de construcción, es cristal, con un tratamiento de alta temperatura para darle la forma final, pero que tanto a la vista como especialmente al tocarlo, nos transmite idea de plástico.
Ficha técnica del Huawei Mate 10
Pantalla |
2560 x 1440p 2K 441 ppp y 730 nits |
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Dimensiones |
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Procesador |
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Núcleos |
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Tarjeta gráfica |
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RAM |
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Memoria |
+ microSD |
Sistema operativo |
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Conectividad |
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Batería |
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Cámara trasera |
Lente Leica SUMILUX-G, RAW |
Cámara frontal |
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Destaca |
IP63, dual SIM 4G |
Precio |
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Como casi cualquier gama alta de más de 5 pulgadas, abarcar todo el terminal con una sola mano no es algo que todo el mundo pueda conseguir. La anchura nos preocupaba viendo que llevamos todo el año manejando smartphones muy estrechos, pero en esta semana usándolo no os tengo que contar ninguna pega en ese sentido.
Que sea cómodo en mano no implica que el Huawei Mate 10 salga bien parado del mal que sufren casi todos los smartphones grandes: es muy resbaladizo. Ciertos elementos del diseño y sobre todo el material compensan en ocasiones ese peligro de deslizamiento continuo de nuestra mano cuando lo manejamos con una sola. En este Mate 10 es un aspecto que no ha sido precisamente cuidado y es un teléfono que por su anchura y acabado trasero, resulta bastante escurridizo en mano y muy inquieto en superficies planas algo inclinadas.
Otro problema asociado al acabado de cristal de la parte trasera es el tema de las huellas. La versión en negro brillante que hemos podido probar es muy difícil que se mantenga con aspecto decente, así que si eres un maníaco de llevar el terminal siempre lo más impoluto posible, opta por el otro color disponible: Marrón Moka.
Una de las diferencias entre el Mate 10 que hemos estado probando y el modelo Pro está en la resistencia al agua. Ambos modelos lo son, pero de distinta manera. En el caso que nos toca, el Huawei Mate 10 cumple con la especificación IP63, que significa que aguanta bien el polvo pero en el caso del agua, solo resiste salpicaduras, nada de inmersión. En la práctica nos viene a decir que podemos cogerlo con las manos mojadas o usarlo bajo la lluvia sin problema pero no se nos garantiza que resista en caso de que caiga al agua y quede sumergido.
Lector de huellas y algo más
No renunciar del todo a los marcos en la parte inferior y superior le permite a este Huawei Mate 10 ser un teléfono con un lector de huellas delantero. Es de dimensiones bastante pequeñas, pero después de desprendernos de los prejuicios, ha resultado muy preciso y rápido.
El sensor de huellas, además de funcionar perfectamente, colabora en que podamos prescindir de los controles virtuales de Android si así lo configuramos. El uso como touchpad tiene una pequeña curva de aprendizaje, pero una vez superada, cuestión de un par de días con el teléfono, asimilamos que una pulsación larga nos lleva al escritorio, mientras que deslizar el dedo nos abre la multitarea y una pulsación corta hace las veces del botón de "atrás" de Android.
Este funcionamiento permite olvidar los botones clásicos, algo que en terminales con este tipo de pantallas que abarcan casi todo el frontal, es algo que deberíamos hacer para que el extra en pulgadas que ganamos por diseño, no lo perdamos teniendo que incluir botones virtuales que nos resten superficie directamente visible en la pantalla.
El mantenimiento del lector de huellas en el diseño no es la única alegría que nos hemos llevado con este Huawei Mate 10. El fabricante chino no se desprende del puerto de auriculares, situado en la parte superior izquierda del marco, justo donde se ha colocado el sensor de infrarrojos para poder usar el teléfono como mando a distancia, una funcionalidad que debería estar más potenciada en todos los mercados.
Respecto a la conectividad, es un terminal de SIM única, LTE Cat 18, Wifi ac con soporte WiFi-Direct y doble banda, pero el Bluetooth no es 5.0 y se queda estancado en el 4.2 que ya nos suena demasiado.
Lo que viene en la caja
A estas alturas, tener que comentar lo que incluye o no un terminal de gama alta no es en vano. Unos fabricantes añaden valor con auriculares mientras que otros se lo restan siendo tacaños con sus cargadores.
En este Huawei Mate 10 encontramos unos auriculares elementales, así como una funda flexible, básica pero que podemos usar si vemos que el terminal resbala excesivamente. El cargador de serie sí que es de carga rápida, la propietaria de Huawei, ofreciendo hasta 5A para alimentar el terminal de serie.
Una pantalla LCD discreta en un mundo OLED
La elección de un panel LCD, incluso con modo HDR y buena resolución, es lo más controvertido para mi en la ficha de especificaciones de este Huawei Mate 10. Lo es además tanto en el aspecto puramente de cifras como de la experiencia que hemos tenido con el teléfono.
El Huawei Mate 10 es de los pocos gama alta que renuncia a la tecnología de pantalla del momento, la OLED. El caso es que siendo HDR y con un brillo bastante grande, por encima de los 700 nits, la LCD de este Huawei Mate 10 debería ofrecernos por momentos una experiencia bastante satisfactoria. Pero no ha sido así. Para mi es el elemento más flojo de este terminal.
No hablamos de un panel IPS de baja calidad, pero sí inferior a otros IPS de gama alta y los OLED pese a su alto brillo. Tan solo cuando estamos viendo vídeo HDR, compatible con HDR10, o fotos, la experiencia es aceptable para la gama en que nos movemos. En esa situación, el formato 16:9 se agradece y permite que toda la pantalla pueda ser disfrutada, sin elementos que nos resulten extraños al principio. Pese a todo, y como veremos más adelante, en las fotos, si las queremos a máxima resolución, al quedar en formato 4:3, las bandas negras laterales se mantienen.
El mayor déficit de la pantalla del Mate 10 diría que está en la reproducción del color, que no resulta intensa ni tampoco tan precisa como otros de similar gama. El contraste también es escaso. La resolución sí que cumple con lo esperado, es de 1440p (499 ppp), y nos alegramos de que esté certificado con HDR10. Pero si la experiencia general la comparamos con las pantallas de los mejores teléfonos de este año, el Huawei Mate 10 queda por debajo. La elección de un OLED en el caso del modelo Pro, a la vista de estos resultados, no parece una simple cuestión de diseño.
Huawei, en las opciones de pantalla, nos deja bastante margen para jugar con ella, desde resolución hasta temperatura de color. Podemos ajustar algo cómo se ve, mejorar la autonomía ... pero el resultado final sigue siendo mejorable. También en exteriores no podemos decir que esté entre las mejores pantallas del mercado, echamos de menos principalmente contraste.
Con este panorama, respecto a la pantalla, lo más importante para mi es lo que tiene que ver con los modos de funcionamiento asociados a la resolución. Si en multimedia querremos disfrutar siempre de la máxima resolución del panel, no está tan claro que en el resto del día a día todos los usuarios prefieran los 1440p, por lo que Huawei, como ya hacen otras marcas, dejan en manos del usuario la elección de la resolución de funcionamiento. En esta semana de uso, lo que me ha dado mejor resultado ha sido dejar que sea el propio sistema el que escoja qué resolución adoptar según nuestro patrón de uso o condiciones de la batería. Es lo más equilibrado.
Del sonido del Huawei Mate 10 también hay que hablar al referirnos a la pantalla. Las conversaciones se escuchan correctamente, nada del otro mundo, hay bastantes opciones de control cuando tenemos auriculares colocados (ecualizador, sonido 3D ...) pero no está este Huawei Mate 10 entre los terminales recomendados para sibaritas del audio con el smartphone.
Cuando recurrimos a los altavoces, estéreo, la experiencia podemos decir que de nuevo es correcta y punto. Hay dos altavoces, uno situado en la parte inferior del marco, junto con el puerto USB-C de carga, y el otro en la parte superior del frontal, al lado de la cámara secundaria. Es más pequeño y menos potente que el inferior, pero podremos usarlos en algunas sesiones de "cine en el smartphone", las cuales se disfrutan mucho en su formato 16:9 y bien grande.
Los procesadores Kirin se han hecho mayores
El Huawei Mate 10 estrena lo último del gigante chino en procesadores. De su propia cosecha. El Kirin 970 es un SoC con ocho núcleos (cuatro núcleos A73 a 2,4GHz y cuatro núcleos A53 a 2,8GHz) fabricado en 10 nanómetros y que se combina con la GPU Mali G72 MP12 y 4 GB de memoria RAM.
En términos de potencia ofrece lo esperado: muy buenas cifras en benchmarks, y una experiencia fluida en el día a día con el teléfono, sea cual sea la tarea. Viendo la experiencia previa con terminales de Huawei y Android con EMUI, quizás la cantidad de memoria RAM podamos considerarla algo escasa mirando al medio plazo.
Además de Antutu, el Huawei Mate 10 ha conseguido 14423 puntos en Ice Storm Extreme, 6928 en la prueba de PCMark Work 2.0 y en GeekBench 1896 en modo Single Core y 6756 en Multi Core, datos solo un poco por debajo de los que nos dio el Note 8, lo que nos habla muy bien del funcionamiento de este nuevo Kirin.
Sin embargo lo interesante del Kirin 970 no se cuantifica con benchmarks. El SoC de Huawei introduce la llamada "Neural Processing Unit" (NPU), un elemento hardware destinado a tareas de inteligencia artificial para mejorar esas tareas que no se ven pero son necesarias en un teléfono actual: reconocer imágenes de forma rápida y acertada, tatar con la voz para el uso de asistentes inteligentes y cómo no, la realidad aumentada.
A nivel de usuario no os puedo contar que hayamos encontrado diferencias de uso con otros procesadores sin AI. El tiempo y futuras aplicaciones podrían cambiar esa apreciación. Por ahora la cámara de fotos es la más beneficiada directamente, tanto en velocidad como especialmente en ayudas, efectos y trucos donde reconocer qué ocurre o hay en la escena es la clave, incluso más que el sensor.
En el apartado de almacenamiento, contamos con 64 GB de memoria interna (libres para el usuario quedan casi 50 GB con el terminal recién sacado de la caja) que podemos ampliar con tarjetas microSD de hasta 256 GB.
Una gran batería en capacidad y velocidad de carga
Hablar de un Huawei Mate en relación con la batería es sinónimo de asombrarse por la cantidad de mAh que caben en sus cuerpos no muy gruesos ni pesados, pero al mismo tiempo comprobar que tal capacidad es necesaria para mantener una autonomía aceptable. Nada ha cambiado en este punto con el nuevo Huawei Mate 10.
Mirando dimensiones y apariencia, los 4000 mAh de los que presume el Huawei Mate 10 como capacidad de su batería parecen una cifra impresionante. Sin embargo en autonomía no hay traslado directo de esa cantidad con las horas que este Huawei Mate 10 nos deja estar trabajando con él sin tener que recurrir al cargador o activar el modo de ahorro de energía. Cumple con la media del sector y lo que considero como necesario.
En la prueba de PCMark superamos por poco las 8 horas, una cifra corriente para tanto mAh. Las mismas conclusiones sacamos en el test práctico. En mi experiencia con el Huawei Mate 10 os puedo hablar de un uso intensivo que nos ha permitido superar bien el día, casi alcanzando buena parte de la mañana del siguiente antes de tener que activar el modo de ahorro de energía. De media os hablo de unas 6 horas de pantalla sin limitar ni resolución ni brillo automático.
Lo auténticamente positivo de la batería del Huawei Mate 10 está en la otra parte de la ecuación: la carga. El sistema adoptado de carga rápida es el propio de los procesadores de la compañía, y demuestran que actualmente lideran este aspecto. Alcanzar el 50% de batería apenas nos lleva media hora, del 10 al 25% pasa en 15 minutos y la carga completa de los 4000 mAh la conseguimos en poco más de una hora y media.
Y como decimos viene con su cargador más completo de serie. Fijaos la diferencia de tiempos de carga respecto al iPhone 8 Plus, con batería de mucha menos capacidad.
EMUI 8 sobre Android 8.0
En el mundo Android, salir al mercado con la última versión del sistema operativo disponible no es algo que ocurra siempre. Este Huawei Mate 10 sí que lo hace, así que nada más encender el terminal debeís saber que estaréis con un flamante terminal que usa Android 8.0. Si no lo parece es porque sobre él está trabajando la capa propia de Huawei, concretamente EMUI en su octava versión.
De las generalidades de EMUI sobre Android 8.0 nos llama la atención la apariencia, de las más alejadas de Android puro, como gusta en el mercado nativo de Huawei. Si eres de aplicar temas, launchers, etc ... EMUI permite bastante personalización. Pero no es la capa sobre Android más atractiva visualmente que nos hemos cruzado, pero eso es cuestión de gustos.
A lo largo y ancho del sistema vemos retazos de ayudas que la capa pretende que saquen provecho de las funciones de AI del procesador, así como elementos propios y personalizados en manejo de archivos, capturas de pantalla o por supuesto las notificaciones, que tampoco son de las que prefiero en Android. Si te preocupa la fluidez, nada que objetar aquí, por lo que consideramos que la capa no sale de forma precipitada sino convenientemente testada.
En la parte positiva y de añadidos, el Mate 10 intenta que podamos sacar beneficio de su amplia y ancha pantalla con visionado multicolumna, pantalla partida e incluso modos para que podamos navegar por su pantalla con una mano. Lo hace colocando una especie de botón-hub principal que podemos mover y fijar en cualquier parte de la pantalla.
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Huawei Mate 10 como PC de bolsillo
En terminales potentes y de la gama más alta, los fabricantes llevan un tiempo con cantos de sirena para que nos animemos a usar nuestro teléfono como equipo de escritorio en momentos puntuales. Es la ansiada convergencia, nada nueva, pero retomada recientemente por Samsung principalmente.
Huawei entra de lleno en ella con su Mate 10, equipo que podemos usar conectado a una pantalla externa. La mejor noticia de este "modo PC" es que no necesitamos accesorio específico y nos basta con un cable USB-C a HDMI que podemos conseguir por apenas 12-15 euros.
Con nuestro cable recién adquirido, pues no viene en la caja de serie, la experiencia fue bastante satisfactoria. No hay nada especialmente pensado para usar en modo escritorio pero que sea tan fácil y fluido poder abrir el navegador, contestar correos, navegar por galerías o incluso editar fotos en pantalla grande tiene un punto que engancha. La solución de Huawei funciona muy bien y como extra esporádico, no uso principal, me ha convencido.
En este modo de funcionamiento no necesitamos ni tan siquiera ratón o teclado (los podemos conectar por bluetooth al mismo tiempo), pues la pantalla del Mate 10 se convierte en un touchpad bastante preciso, aunque preferimos el manejo con ratón y teclado si vamos realmente a darle uso en modo escritorio.
El modo retrato y las fotos nocturnas, las estrellas de la cámara
La parte de la ficha técnica de la cámara de los smartphones de gama alta se va complicando por momentos. De la cámara de un solo sensor con apenas datos de sus megapíxeles hemos pasado a varios sensores, diferentes aperturas, varios modos de enfoque, sistemas angulares o con sensor monocromático ... la cámara del Huawei Mate 10 es un ejemplo perfecto de lo que os cuento.
El Huawei Mate 10 repite idea respecto a la cámara: alianza con Leica, doble sensor (uno de ellos monocromo) e interfaz bastante completa, con controles manuales muy accesibles. Todo ello lo potencia sobremanera con sistemas que permiten que llegue más luz al sensor, el trabajo del procesador para identificar imágenes, y un modo retrato que casi consigue eclipsar el modo de blanco y negro del que nos gustaba hablar tanto hasta ahora en las cámaras de gama alta de Huawei.
El funcionamiento de la cámara del Huawei Mate 10 es muy veloz, instantáneo. Lo hemos notado sobre todo en el enfoque, preciso incluso en escenas con poca luz. El disparo, el cambio entre modos, el zoom digital ... todo va como la seda en cuanto a rapidez.
Pero también tenemos buenas noticias en los resultados finales. La cámara decide en todo momento, en el modo automático, qué escena ha identificado y aplica mejoras en la imagen con el objetivo de conseguir la foto más correcta en cada situación. En la mayoría de casos acierta y es una de las cámara donde más está asegurada la buena foto con solo apuntar y disparar.
El detalle en escenas con buena luz se mantiene, y es de agradecer especialmente los 20 MP del sensor monocromático, porque es precisamente en ese tipo de fotografía donde las texturas pueden marcar diferencias.
El segundo sensor (pero principal en realidad) es RGB y ofrece la resolución estándar: 12 megapíxeles. Aquí ya no podemos apurar tanto en el detalle pero cumple bien. Su luminosidad f1.6 y la estabilización OIS son clave en escenas con poca luz, pero de día, a veces sufre con el rango dinámico, un fallo que no es la única cámara un f bajo que lo comete. Dependerá de la escena en todo caso.
Pero todo esto no es lo realmente importante para mi de la cámara del Huawei Mate 10. Donde nos hemos llevado más alegrías ha sido con las escenas nocturnas, de lo mejor del mercado en la actualidad principalmente por el control y seguridad que nos da. Quizás en colores le falte algo de fidelidad, pero el salto cualitativo de la compañía china ha sido muy grande.
El otro pilar de la cámara del Huawei Mate 10 está en el modo retrato. Creo que ya podemos afirmar con bastante rotundidad que es la función estrella de los teléfonos en la actualidad. O al menos en la que más gente se fija últimanente.
La cámara del Huawei Mate 10 me acompañó una mañana de boda, acto social por excelencia, y fue todo un éxito. El modo retrato está lejos de ser perfecto, hay fallos en cuando aparecen elementos complejos o hay excesivo contraste en la escena, pero es llamativo. Personalmente me parece incluso excesivo, aunque he comprobado que hay mucha gente a la que ese fondo desenfocado de manera artificial le gusta.
Cuando haces una foto en modo retrato (el botón está siempre disponible y es claro que lo tienes activado) existe la opción de usar el zoom 2X híbrido directamente, lo que para mi gusto ofrece un resultado más cercano a modos de retrato que nos convencen más, como el del Xiaomi Mi6, el Note 8 o el iPhone 8 Plus.
En la parte de interfaz, el Mate 10 mezcla aciertos con desastres. Separar el modo HDR como uno específico sin botón directo cuando la tendencia es a casi aplicarlo todo el tiempo no lo entendemos. O quizás sí pues en nuestras pruebas no es un modo recomendado ni que marque diferencias respecto a la imagen tomada directamente. Y creo que precisamente es donde más flojea. Respecto a los controles manuales, la interfaz de Leica y posibilidades vuelve a ser algo destacado en este Huawei.
[[actualizacion: {"text":"Estamos solucionando un problema con el CMS para subir las imágenes originales de la cámara"}]]
La opinión y nota de Xataka
Poco a poco y modelo a modelo, Huawei ha llegado a la cumbre de los fabricantes de teléfonos móviles. Con una base sólida en la gama media (siendo agresivos en precio y diseño) y cada vez mejores gama alta, el Huawei Mate 10 es la culminación de una escalada en prestaciones que nos ha sorprendido mucho. Gratamente.
El Mate 10 es todo un acierto en elementos complicados y críticos como el diseño o la cámara. La segunda brilla en escenas nocturnas y cumple en el resto. En cuanto al diseño, Huawei se atreve a no seguir a los demás y plantea una solución que nos parece fantástica para tener gran pantalla en dimensiones contenidos sin sacrificar un lector de huellas frontal ahora mismo imprescindible para muchos. Quizás no llame tanto la atención como otros pero es práctico. Y eso no se puede decir de muchos en la gama alta.
Del resto de términos de la complicada ecuación en la gama alta, la pantalla es la incógnita que más cuesta despejar, pero procesador o batería, con su carga rápida eficaz, nos gustan. Y todo ello con un precio de 699 euros que previsiblemente será menor en poco tiempo, lo que lo colocará todavía más como uno de los terminales más atractivos en relación calidad-precio.
9
A favor
- Diseño con pantalla grande pero muy bien dimensionado
- No renuncia al lector de huellas
- Gran cámara especialmente en escenas de noche
- Potente y con memoria interna de 64 GB
- Carga rápida que lo es de verdad
En contra
- Panel IPS mejorable en reproducción del color
- Batería que pese a su capacidad no marca diferencias
- Es un terminal de los más resbaladizos que hemos probado
- EMUI 8 no deja brillar a Android 8.0
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La noticia Huawei Mate 10, análisis: : todo un acierto en diseño y cámara que juega también la baza de su precio fue publicada originalmente en Xataka por Javier Penalva .
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