En ocasiones ser tradicional es la clave de la diferenciación. No sabemos si es ésta la carta que quiere jugar Sony al haber mantenido la línea Compact, pero si algo ha predominado en la experiencia con el último miembro de esta familia es la sensación de estar en otro momento temporal. Te lo contamos a fondo en el análisis del Sony Xperia XZ1 Compact.
Tanto a él como a su hermano mayor, el Sony Xperia XZ1, les conocimos en la IFA 2017, con la oportunidad de tener una primera toma de contacto. Un móvil que integra lo más potente de Qualcomm (antes de conocer el Snapdragon 845) y que constituye la manifestación de la más pura genética Sony en un frasco pequeño, pero no precisamente para cumplir la analogía de los buenos perfumes.
Ficha técnica del Sony Xperia XZ1 Compact
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Pantalla |
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Procesador |
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Núcleos |
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Tarjeta gráfica |
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RAM |
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Memoria |
+ microSD (hasta 256 GB) |
Sistema operativo |
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Conectividad |
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Batería |
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Cámara trasera |
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Cámara frontal |
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Otros |
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Dimensiones y peso |
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Precio |
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Diseño: el conservacionismo imperante también en el pequeño de la casa
Solidez, ergonomía y compactación. Los tres pilares sobre los que aparentemente Sony se ha sostenido para consolidar la estética de su pequeño buque insginia y que estamos de acuerdo que se cumplen, pero tras la experiencia con él nosotros sugerimos otros pilares más identificativos: grosor, ángulos y pasado.
La ausencia de sorpresas que nos encontramos ya en este aspecto con el XZ1 se repite en su edición de bolsillo: el ángulo de 90 grados sigue predominando en esquinas y bordes en los tres ejes, con ligeras curvas que suavizan éstos últimos en las aristas laterales pero que conforman un móvil perfectamente rectangular, seña de identidad histórica de la casa.
Los Compact han sido siempre más gruesos, posiblemente como consecuencia natural de reducir el espacio para unos componentes que campan más a sus anchas (y menos "a sus gruesas") en un chasis para una diagonal mayor. El XZ1 Compact no es una excepción, y aunque cae bien en la mano (incluso si usamos la talla S de guantes) no podemos evitar sentir ese grosor que tantos otros terminales de pantallas mucho mayores nos habían hecho olvidar, incluso su propio mellizo más alto.
Sony Xperia Z1 Compact (2014) |
Sony Xperia Z3 Compact (2014) |
Sony Xperia Z5 Compact (2015) |
Sony Xperia X Compact (2016) |
Sony Xperia XZ1 Compact (2017) |
Sony Xperia XZ1 (2017) |
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Dimensiones (mm) | 127 x 64,9 x 9,5 | 127,3 x 64,9 x 8,6 | 127 x 65 x 8,9 | 129 x 65 x 9,5 | 129 x 65 x 9,3 | 148 x 73,4 x 7,4 |
Peso | 137 gramos | 129 gramos | 138 gramos | 135 gramos | 143 gramos | 155 gramos |
Aun así no resulta incómodo al ser tan compacto (nunca mejor dicho), aunque posiblemente fuese más ergonómico con algún milímetro menos de grosor. Materiales y construcción de calidad, algo a lo que nos tiene acostumbrados Sony, con un imperante aluminio mate con distinto acabado en base y cara superior y el frontal bajo un rectángulo de cristal.
No es pesado y el lector de huellas está bien posicionado, únicamente quizás estaría bien separarlo algo más del botón de volumen (lo que mínimamente permitiesen las dimensiones, claro). La cámara trasera está integrada en la parte trasera prácticamente del todo, sin protuberancias y bien ubicada para que no resulte tapada con facilidad al sostener el móvil en horizontal (algo que es más fácil que ocurra en móviles pequeños).
A objetar que el pulido del aluminio hace que quede bastante deslizante (no tardó a resbalársenos), una tapa que es cómoda (pero un tanto antiestética) y una bandeja para la nanoSIM muy poco práctica. Y algo ya más del plano subjetivo es el componente conservador, tan acentuado en este móvil que nos retrotrae aún más al tener un tamaño "pasado de moda": al verlo nos parece un móvil antiguo, de hace cinco o seis años, con un despilfarro de superficie frontal y además con un botón para la cámara de cuestionable utilidad y practicidad.
Pantalla: unas 4,6 pulgadas únicas en su especie, por lo bueno y por lo no tan bueno
De manera opuesta a lo que está experimentando la industria, la pantalla no es tampoco el eje de la innovación en el Sony Xperia XZ1 Compact. En este caso nos bajamos de las diagonales mayores de 5,5 pulgadas para quedarnos en una pantalla IPS de 4,6 pulgadas con resolución HD, es decir, 720 x 1280 píxeles.
Por aquí solemos ser algo más de sensaciones que de números (sin negar las evidencias), y en ocasiones comentamos al respecto de la resolución que no es necesario llegar a valores como el QHD o el 4K cuando la experiencia ya es buena con un FullHD en general (tanto por nuestras retinas como por el consumo energético). Pero en este caso la sensación sí va de la mano de este número "tan" bajo, dado que se echa en falta algo más de detalle.
No es que veamos una imagen difusa ni que haya "píxeles como puños", pero sin ver si quiera las especificaciones ya hay algo que nos falla y puede que sea esa baja cantidad de píxeles (unos 319 píxeles por pulgada, por cierto). Está también esa lógica (¿traicionera?) de quienes buscamos un equilibrio en las características del móvil, de modo que nos choca ver un panel de baja resolución en un terminal que como veremos lleva una configuración de alta gama.
Nos choca ver un panel de baja resolución en un terminal que como veremos lleva una configuración de alta gama
Bien a nivel de contraste y de brillo máximo (no tenemos el dato en nits), aunque el ajuste de brillo automático es un completo desastre. Con luz abundante se mantiene bien en un nivel bajo (aunque con algo de sharpening, como el XZ1 "senior"), pero en cuanto nos encontremos en una escena con media o baja luz tendremos bastantes "titubeos", pudiéndonos jugar una mala pasada especialmente si estamos leyendo o haciendo una foto en modo manual (el ajuste de la exposición y la ISO será una lotería si la pantalla se nos pone oscura).
La pantalla viene con unos blancos algo cálidos de fábrica, pero como es un clásico en la capa de Sony podremos ajustar tanto este valor como el modo de color y contraste, así como activar o desactivar el modo de imagen de vídeo que añade el fabricante. Éste último se nota poco en este panel, pero la elección de un modo de color o la personalización de la temperatura pueden mejorar bastante la experiencia al poder establecerlo a nuestro gusto.
El panel tiene una buena respuesta táctil y pese a estar bajo el cristal frontal no lo notamos alejado de la yema. Aunque lo que sí tiene margen de mejora son los ángulos de visión, ya que con poco que inclinemos el terminal (hacia los lados o hacia delante) lo veremos más oscuro (por no hablar de que es una excelente forma de provocar los titubeos al brillo automático).
Bajo al sol se ve bien, es otra de las condiciones que no se ve demasiado afectada por el baile del brillo automático (buen nivel máximo de éste, por tanto). Pero en general no nos queda la mejor sensación con esta pantalla muy justa de resolución, con grandes marcos y con margen de mejora a varios niveles.
Rendimiento: la potencia no entiende de dimensiones
Justo venimos de comentar que Sony eligió para su pequeño especificaciones de un grande, incorporando un Snapdragon 835 y 4 GB de RAM. Puede que esto no nos parezca tanto con el asentamiento de los 6 (e incluso los 8) GB de RAM en la gama alta, pero los 4 GB no son poco y en general bastan para tener una buena experiencia incluso con tareas exigentes.
Es el caso del Sony Xperia XZ1 Compact, con el cual hemos tenido buena experiencia con alguna salvedad. Buscándole las cosquillas con tareas pesadas y/o la ejecución de varias de éstas a la vez, no hemos percibido ningún lag preocupante, aunque sí algún cierre inesperado de apps y servicios (muy puntual y que es posible que se deba al software).
En general la navegación es fluida y no se nos ha calentado en ningún momento, ni siquiera jugando o usando la cámara. Aunque sí hay algo de lag con la app de la cámara, pero dado que se trata sólo de esto y no lo hemos visto en otros procesos (como la multitarea), probablemente se deba a que falte algo de depuración en dicha app.
Para quienes prestan fiabilidad a los benchmarks, os ponemos los resultados de algunos de los tests pasados al Sony Xperia XZ1, tanto en capturas como en comparación con algunos terminales de configuración similar (y con el Huawei Nova 2, por aquello de ser de tamaño similar únicamente).
Prueba |
Sony Xperia XZ1 Compact |
Sony Xperia XZ1 |
Sony Xperia XZ Premium |
Google Pixel 2 |
Huawei Nova 2 |
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AnTuTu |
154.673 |
140.805 |
151.304 |
175.000 |
74.998 |
GeekBench (Single / Multi) |
1.839 / 6.356 |
1.833 / 5.718 |
1.892 / 6.711 |
- / 6.282 |
892 / 3.258 |
PCMark Work |
6.654 |
6.886 |
6.533 |
8.731 |
4.861 |
3DMark (IceStorm Unlimited) |
(Max) |
38.805 |
40.102 |
38.800 |
12.243 |
sony-xperia-xz1-compact-benchmarks
Software: Android salpimentado al más puro estilo Sony
Tenemos en este móvil una experiencia Android maquillada con tonos conocidos, con una capa de personalización propia sin novedades desde su última actualización. Capa que como solemos comentar es bastante agresiva a nivel de modificar interfaz y estilo del sistema, y que en este caso reposa sobre Android 8.0.0 Oreo.
Tenemos cajón de apps, sin posibilidad de deshabilitarlo, y toda la dosis de imposiciones Sony Style a la que nos tienen acostumbrados y con las que toca disfrutar o lidiar según nos convengan o no.
Por un lado están las apps preinstaladas, siendo una de las capas que más añade en la primera carga del sistema y habiendo tres posibilidades sean propias o de terceros: que sean "inquebrantables" como What's New, que puedan inhabilitarse como Facebook o que puedan desinstalarse como Boceto.
Por otro están las herramientas y servicios para complementar lo que Android no dispone per se. En el caso de Sony, además de esas opciones para la pantalla (y las que veremos para el audio) hay una serie de aplicaciones propias para mejorar la experiencia de usuario en cuanto a automatismos, como las Acciones, o para intentar mejorar el rendimiento, como las herramientas de batería (que veremos) o las de depuración.
En cuanto a las notificaciones de la capa, que también tienen niveles de personalización. Habrá algunas que no podamos tocar, como la del WAP Push, que no podemos inhabilitar y sólo podemos desactivar el punto de notificación (que en este caso no importa al ser un servicio del sistema y no una app en el menú).
El punto de notificación es otra particularidad de la capa (no es nuevo), el cual aparece en los iconos de la pantalla de inicio indicando que hay alguna actualización o tarea en marcha (las descargas de Spotify o las actualizaciones de la Play Store, por ejemplo). Por su parte, las notificaciones en badge aparecen tanto en el escritorio como en el cajón de aplicaciones.
Las sensaciones son bastante similares a las que tuvimos con el XZ1 (por lógica cabía pensar que sería así, dado que tienen la misma configuración de SoC y RAM). El software está aparentemente limpio a nivel de ejecución, sin arrastrar ni comportamientos anómalos, aunque sí haría falta depurar algo por esos cierres inesperados que comentábamos antes (os hemos tenido puntualmente en Spotify, Google Play Services y alguna otra app).
A parte de esto hay algunas salvedades a esa buena experiencia en general: las 4,6 pulgadas dan para poco con un aprovechamiento por parte de la interfaces que deja que desear según de qué app se trate, sobre todo si desplegamos el teclado. La pantalla mide 100 milímetros de alto, de los cuales un 7,58% lo ocupan los botones virtuales, y de lo restante la mitad queda ocupada por el teclado (Swiftkey de serie), por lo que al final tenemos menos de la mitad de pantalla de app.
Es por esto que, aunque podemos disfrutar de la doble pantalla que el sistema introdujo hace tiempo, ésta queda muy comprimida y es considerablemente más incómoda y mucho menos práctica que en móviles de pantalla más grande (y sobre todo de ratio 18:9).
Por otra parte, el fallo del brillo automático (muy molesto) interfiere en la experiencia también en cuestión de sensibilidad táctil, dado que cuando se produce el degradado de intensidad del brillo se produce algo de lag en el tap. Esto debería ser una cuestión prioritaria a corregir por actualización de software (propio); la pantalla responde bien en el resto de ocasiones (de ahí que no sea problema del panel).
Añadir que en cuanto a seguridad no vemos ninguna de las innovaciones de moda en el área de identificación biométrica. Las opciones que tenemos son las tradicionales (patrón, PIN, lectura de huellas) y funciona a la perfección, sin demasiada exigencia en cuanto a la colocación del dedo por parte del lector y con un desbloqueo rapidísimo.
Cámaras: la ocasión de aprobar como toca esta asignatura no llega tampoco con el formato Compact
Al recibir un móvil Sony partimos con un plus de curiosidad en este área: ¿nos sorprenderá uno de los principales fabricantes de sensores para las cámaras de móvil con una propia? De momento la sorpresa es que la empresa sea la única de los "grandes" que no ha puesto una doble cámara, pero veamos cómo se porta la que lleva su último pequeño.
Antes que nada, las presentaciones. En el Sony Xperia XZ1 Compact tenemos un sensor Exmor RS de 19 megapíxeles y 1/2,3 pulgadas con una lente de apertura f/2.0 con estabilización SteadyShot de cinco ejes en la parte trasera. En la frontal dispone de un sensor Exmor R de 8 megapíxeles de 1/4 pulgadas, con una lente de supergran angular de 18 mm.
Como viene siendo costumbre empezaremos el análisis de la parte fotográfica con un breve apartado para la app, para seguir escrutando cómo se portan las distintas ópticas tanto en fotografía como en vídeo.
Hablemos de la app propia
La personalización del software abarca también la app de cámara, la cual tiene interfaz y funciones propias que ya podremos conocer si hemos tenido modelos previos o coetáneos al que nos ocupa en esta ocasión. Con cuatro pantallas para los principales modos (manual, automático, vídeo y apps), podemos pasar de uno a otro deslizando en la dirección que nos convenga.
La disposición de opciones es bastante particular y no demasiado intuitiva en algunos casos. El HDR está disponible sólo en el modo manual y hemos de ir a buscarlo desplegando el menú de ajustes, donde también encontraremos el modo "piel suave" para la cámara frontal.
Cabe decir que por defecto la cámara trasera nos viene configurada para disparar a 17 megapíxeles y grabar en FullHD, así como con el efecto de "piel suave" activado, por lo que siempre será conveniente revisar los ajustes bien antes de ponernos a disparar. Veremos también que la estabilización de imagen propia (tecnología SteadyShot) y el modo de súper cámara lenta (960 fps) están disponibles sólo con determinadas resoluciones.
Por lo demás la app va fluida y tiene la posibilidad de añadir algunas apps para tener algo más de juego. Preinstaladas vienen la de panorámicas y realidad aumentada entre otras, aunque ésta última no funciona demasiado bien en cuanto a colocar los elementos en la realidad.
Cámara trasera: una sola sería suficiente, pero nos quedamos con ganas de más
Si una ventaja tienen los móviles compactos con respecto a los grandes es que normalmente van a permitir un agarre más rápido y, por tanto, que se mantenga ese "donde pongo el ojo, pongo el clic" que tan bien define la fotografía móvil. Así es en el XZ1 Compact, que además permite abrir la cámara desde el reposo con el botón físico, aunque sería totalmente prescindible al poder tirar de la doble pulsación en el botón de encendido para la misma acción (hay que activarlo en Ajustes>Pantalla).
La experiencia con la cámara la podemos resumir en una paradoja con mucho déjà vu: sigue siendo la asignatura pendiente de este gran fabricante de cámaras. Los resultados son mediocres, lo que esperaríamos en la lente y procesado de un smartphone de gama media y no en un tope de gama con uno de los mejores procesadores de este año.
Especialmente dependiente de la luz de la escena, a pleno día se consigue portar bien aunque se echa en falta viveza en los colores. En cuanto disminuye la iluminación, como en un día nublado, por la tarde o en interiores, el ruido y la pérdida de detalle nos visitan pronto.
Una escena que también defiende bien es la de las macros, aunque el enfoque en baja luz es algo irreverente. Si tiramos del enfoque manual o si éste nos obedece, podemos lograr buenas instantáneas de objetos en primer plano (y no hay diferencia apreciable entre la distancia mínima focal en modo automático y en manual).
Disponemos de HDR y modo manual, el primero sólo existente en el segundo, los cuales pueden ser útiles en situaciones de baja luz para salvar los cielos que el disparo único normal quema o para intentar reducir el ruido al tirar de ISO mínima (ISO 50). El modo manual permite ajustar exposición, ISO, velocidad de obturación, enfoque y balance de blancos de manera independiente, y se le puede sacar partido sobre todo para buscar efectos con el disparo lento o en las fotos en baja luz.
Cámara frontal: de selfies con supergran angular
La lente logra destacar en ese marco tan característico, pero nos encontramos unos resultados que son algo inferiores a lo esperado. A esta cámara no se le suele dedicar el esfuerzo que sí se emplea en la trasera, pero en otros móviles incluso de gama inferior hemos visto mejores resultados en general.
A plena luz nos logra sacar instantáneas buenas, sin pegas a nivel de detalle e incluso con mejores colores en ocasiones que la trasera. Buen resultado en esta situación también si tiramos del super gran angular.
En interiores podemos sacar buenas instantáneas si somos pacientes, hay buena luz y no nos tiembla mucho el pulso, dado que la cámara aquí dispara considerablemente más lento. Tenemos modo de "piel suave", que como los habituales modos de belleza quita imperfecciones en base a eliminar detalle suavizando el rostro.
El modo manual permite ajustar sólo el balance de blancos y exposición, así que no podemos jugar con el enfoque intentando emular alguno de los modos retrato que empiezan a expandirse también por las cámaras frontales. El supergran angular es el que puede dar más juego, y también dispone de HDR (aunque de nuevo es muy suave).
Os dejamos una galería con fotografías tanto de una como de otra cámara, en diversas situaciones y probando los modos y opciones de las que dispone.
sony-xperia-xz1-compact-galeria-de-fotos
Vídeo: bien por la estabilización, pero "está peleada" con el 4K
Dentro de todos los nombres propios con los que Sony salpimenta sus productos encontramos el que ya hemos mencionado antes: SteadyShot. Así bautizan la estabilización de 5 ejes que tendremos activa si lo queremos para la resolución 1080p a 30 fps, y lo cierto es que quizás compense a grabar en 4K sin ella, porque se nota y se agradece.
No obstante, si priorizamos la máxima calidad sí será conveniente elegir el 4K, sobre todo en escenas exigentes. El resultado es parejo al del fotográfico, sin destacar y algo pobre en baja luz, echando en falta una mejor compensación de la exposición sobre todo en situaciones de contraste e iluminación media.
La cámara frontal también dispone de SteadyShot (que compensa tener activado por defecto, ya que en este caso sí está disponible para la resolución máxima). Sufre más las consecuencias de la baja luz y echaremos en falta el detalle en interiores incluso bien iluminados, con esa exposición que también tarda en reaccionar, pero la estabilización es un plus que no todos consideran añadir en esta cámara.
Lo que faltaría afinar algo más es el capturador de sonrisas, opción propia también de la cámara subjetiva. Funciona en ocasiones y no precisamente cuando sonreímos, y dado que Sony lleva ya mucho tiempo con la identificación de escenas (que va muy bien, como siempre) probablemente sea algo que se repare revisando el software existente (y por actualización)
Autonomía: exprimiendo el poco espacio disponible con ayuda de Stamina
La principal maldición de los móviles pequeños (a parte de las discriminaciones de los fabricantes, como hace Apple con la doble cámara o la RAM) es que debido a su poco espacio la batería ha de ser necesariamente pequeña. No obstante, desde el Z5 Compact se ha mantenido en unos 2.700 mAh que no están mal para un móvil de estas dimensiones, si lo comparamos con otros algo más voluminosos como el Nokia 3 o el Google Pixel 2 que tienen 2.630 y 2.700 mAh respectivamente.
Sony Xperia XZ1 Compact | Huawei Nova 2 | Google Pixel 2 | Nokia 3 | Xiaomi Redmi 4X | |
---|---|---|---|---|---|
Dimensiones (mm) | 129 x 64 x 9,3 | 142,2 x 68,9 x 6,9 | 145,7 x 69,7 x 7,9 | 143,4 x71,4 x 8,5 | 139,2 x 70 x 8,7 |
Peso (g) | 140 | 143 | 143 | 140 | 150 |
Volumen (cc) | 76,78 | 67,60 | 80,23 | 87,03 | 84,77 |
Batería (mAh) | 2.700 | 2.950 | 2.700 | 2.630 | 4.100 |
¿Cómo rinden estos miliamperios/hora? Se quedan algo justos para acabar el día, dando una autonomía media de 17 horas y 32 minutos con unas 4 horas de pantalla activa. Ayudan las herramientas de gestión de apps así como las diversas aplicaciones del modo Stamina, sobre todo alargando ese 15% algo más de lo que daría si no ajustásemos nada.
Lo que tenemos es USB tipo-C y carga rápida. Con el cargador incluido en el pack el XZ1 carga un 50% en 42 minutos y el 100% lo tenemos en 2 horas y 42 minutos aproximadamente, desde el 0% y con el móvil apagado.
Así, no es lo mejor del terminal, si bien está esa limitación física que mencionábamos y no podría tampoco obtenerse la autonomía que dan móviles más grandes con baterías que sobrepasan los 3.000 mAh. Pese a esto, el software pone de su parte con una buena gestión del consumo en segundo plano y herramientas sencillas de usar y encontrar para dar algo más de autonomía.
Sonido: estéreo en miniatura y opciones para todas las situaciones
El tamaño importa cuando se trata de audio (dichosa física) y los móviles pequeños también están en inferioridad de condiciones cuando se trata de audio en estéreo (un buen ejemplo de ello son los iPhones 7 y 8 con respecto a sus versiones Plus). En el caso del Xperia XZ1 Compact también tenemos salida en estéreo, estando los altavoces en la parte superior (con el auricular) e inferior del frontal.
Dejando a un lado la estética, esta ubicación permite que normalmente tengamos una buena sonoridad sin que tapemos ninguno de los altavoces sea como sea que sostengamos el móvil. El sonido sale claro y con un volumen máximo queda en torno a los 95 decibelios, no quedando entre los más potentes pero siendo suficiente cuando usamos el smartphone como centro multimedia.
La calidad es aceptable si tiramos de altavoces y mejora bastante si recurrimos a auriculares, teniendo una mejor experiencia si no quedamos algo por debajo del volumen máximo (rondando el 85-90%). A favor está las distintas opciones que da el software de la casa para personalizar la experiencia y ajustar el audio a nuestro gusto, habiendo opciones tanto para la audición con altavoces como para auriculares (con y sin cable).
Para altavoces tenemos la opción S-Force Front Sorround, que promete un sonido más absorbente. Lo que en la práctica tenemos es una pérdida de claridad del sonido, con más efecto a cerrado y que en la mayoría de ocasiones nos ha empeorado la experiencia ante que mejorarla.
Para auriculares de cable dispone el DSEE HX, que consiste según el fabricante en depurar el sonido de los archivos comprimidos para aumentar la calidad. Opción que si activamos se impone al resto (ClearAudio+, Ecualizador, Normalizador, etc.) y que sí logra dar un sonido con mayor nitidez.
El normalizador dinámico permite que no haya golpes de volumen entre las distintas pistas y es independiente al método físico que estemos usando en la audición (es bastante útil dejarlo activado), como el ecualizador. Y para auriculares (del tipo que sea) hay opciones para la creación de un sonido envolvente, emulando la audición de salas específicas como un auditorio o un club aumentando la reverberación, tocando la nitidez, etc.
El ecualizador siempre será de agradecer para aquellos que quieran personalizar la salida del audio con más detalle, pudiendo optar por algunas preconfiguraciones. El sonido envolvente no da una experiencia demasiado agradable, más bien forzada y que es casi lo opuesto a lo que queremos cuando escuchamos algo con nuestros auriculares. Por su parte, ClearAudio+ es una opción interesante que da algo más de claridad y matices.
Sony Xperia XZ1 Compact, la opinión de Xataka
El Sony Xperia XZ1 Compact era una ocasión ideal para cumplir aquello de que los mejores perfumes van en frascos pequeños, lo de que las apariencias engañan y lo de "pequeño, pero matón". Para ser el David que irrumpiese entre tanto Goliath de 5,5 pulgadas. Pero no, desafortunadamente para quienes aún buscamos refugio en los móviles de 5 pulgadas o menos, no lo es.
El frontal es un mal amigo del reclamo de ser un móvil pequeño, que a tenor de las modas parece que ya es algo débil. Pese a su buena construcción, a la resistencia a agua y polvo y a unos materiales de calidad y resistentes da la sensación de móvil antiguo, una apreciación meramente estética y con alto componente subjetivo, pero el diseño influye también en la decisión de compra al fin y al cabo.
Compensa lo práctico que sigue siendo este tamaño para aquellos que somos del club del pulgar corto, y sobre todo que en general se tenga una buena experiencia de uso a nivel de software. También el hecho de que no se caliente, algo de lo que adolecen algunos de los terminales de la marca.
El lector de huellas va estupendamente bien, y por supuesto se agradece su presencia y la ausencia del botón protuberante de encendido. También es de los pocos fabricantes que mantiene sus cámaras integradas en la trasera, notándose sólo el borde si lo tocamos (sobresaliendo incluso menos que en el caso del XZ1, que ya era discreto.
Eso sí, aunque nos pueda ganar estéticamente la integración de la lente, el desempeño de las cámaras deja bastante que desear, a nivel del terminal y del fabricante. Estamos viendo rendimientos impresionantes en la alta gama con sensores cuya cuna es Sony, pero seguimos sin disfrutarlo en sus propios terminales, y en este caso las cámaras no casan con esas especificaciones de buque insignia que tiene este pequeño.
Por su parte, la capa de software gustará más o menos según el caso, pero lo cierto es que pese a ser tan invasiva complementa al sistema a varios niveles, proporcionando herramientas de personalización y ajuste sin saturar. Quizás podría dejar más ajustes a voluntad del usuario para mejorar un poco más la experiencia (y eso sí, reparar esos fallos que hemos comentado), pero en general es un software ágil y completo.
Lo que añade un poco más de peso a la descompensación que se materializa en este teléfono es esa pantalla HD. No es necesario subirnos a las 4K de aquel Sony Xperia Z5 Premium ni siquiera a un QHD, pero esta resolución queda ya muy por debajo de lo que se espera en un terminal que no sea de gama de entrada.
En resumen, se trata de una propuesta que nutre algo más ese segmento en mengua que es el del móvil de menos de 5 pulgadas, pero nos deja un poco a medias. Una experiencia agridulce que podría haber sido mucho mejor y competir de manera más directa con la competencia, pero va a ser complicado teniendo en cuenta que además se mantiene en esos 449 euros, y que por algo más tenemos un OnePlus 5T (con más RAM y mejor cámara) o incluso por menos un LG G6, muy compacto y con doble cámara.
7.7
A favor
- Construcción sólida sin resultar pesado, con buenos materiales y resistencia a agua y polvo IP68.
- Bueno sonido pese al tamaño.
- Buena experiencia con el software: fluidez, sin lags y sin calentamiento cuando se ejecutan tareas pesadas.
- La capa de software añade herramientas bastante útiles e interesantes y no sobrecarga.
En contra
- Las cámaras quedan muy por debajo de lo esperado.
- El diseño es demasiado conservador y la pantalla "se pierde" en ese frontal, pero es la resolución y el brillo automático lo que empobrece más la experiencia.
- El software parece estar algo inmaduro, pero probablemente tenga solución por actualización.
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La noticia Sony Xperia XZ1 Compact, análisis: las sorpresas (de todo tipo) sí vienen en los frascos más pequeños fue publicada originalmente en Xataka por Anna Martí .
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