Hay quien dice que vender coches ahora es más complicado que hace unas décadas. Tal vez sea porque tener un coche en propiedad implica al final gastarse mucho dinero, porque los jóvenes parecen tener menos interés en conducir (o menos dinero para sacarse el carné o comprar un coche), o porque en las cada vez más grandes (atascadas y contaminadas) ciudades va descendiendo el número de conductores y coches.
Pero los fabricantes de coches, como cualquier negocio, quieren seguir fabricando y vendiendo coches, así que toca adaptarse a los nuevos tiempos. ¿No quieres comprarte un coche en propiedad, no te llega el dinero o no tienes dónde meterlo? Pues entonces el car sharing puede ser la solución.
Car sharing: uso temporal de un coche o alquiler por horas
¿Qué es esto del car sharing? A veces se traduce como coche compartido, pero puede inducir a cierta confusión, sobre todo si hablamos del ride sharing o carpooling. No son lo mismo.
El car sharing no deja de ser un alquiler de un coche para usarlo como tú desees. La diferencia con el alquiler tradicional es que, en lugar de alquilar por días, lo alquilas por horas o incluso por minutos, de ahí que la traducción al español para evitar confusiones podría ser uso temporal, o alquiler por minutos.
Si vives por Madrid te van a sonar varias plataformas de car sharing, como por ejemplo car2go, emov, Zity o Respiro, mientras que si vives por Barcelona te sonarán Avancar o Bluemove (que también está presente en Madrid y en Sevilla).
En cambio con el ride sharing o carpooling, compartimos coche, pero no se trata de un coche que se alquila, sino de un coche que tiene un dueño particular, que decide llevar a más personas con él en el viaje o trayecto que va a realizar, y de paso incluso compartir los gastos del viaje. Podríamos llamarlo viaje compartido.
En España la plataforma quizás más conocida sea BlablaCar (antes Comuto), pero también te pueden sonar otras como Amovens o Carpling, entre otras.
Todos estos servicios han experimentado su gran momento gracias a la popularización de los smartphones con sus correspondientes aplicaciones, lo cual facilita muchísimo dos cosas: localizar los coches y desbloquearlos (car sharing) y que se pongan en contacto conductores y usuarios (ride sharing).
¿Hay fabricantes detrás de los servicios de 'car sharing'?
Las tres plataformas de coche compartido que hemos citado antes tienen detrás a un fabricante de automóviles. De hecho resulta hasta cierto punto obvio, porque el modelo de coche que se utiliza en la plataforma es monomarca y del propio fabricante.
Así por ejemplo car2go pertenece al Grupo Daimler que fabrica coches de las marcas Mercedes-Benz o smart. El smart eq fortwo, antes conocido como smart fortwo electric drive, es el coche de car2go en España.
Car2go nos ha reconocido que "ven un gran futuro en el car sharing en las grandes ciudades", y creen que "cuando lleguen dentro de unos años los coches autónomos harán que el car sharing sea todavía más cómodo y accesible para más usuarios, posibilitando el crecimiento del negocio".
En el caso de emov tenemos al Grupo PSA, que engloba a marcas como Peugeot, Citroën, DS o incluso Opel, que se ha forma parte del grupo desde hace poco tiempo. El Citroën C-Zero es el coche elegido para emov. En el Grupo PSA nos han dicho que "el mundo está cambiando y la manera de desplazarse también. Para el Grupo PSA, además de producir y comercializar vehículos, es fundamental proponer una completa gama de servicios de movilidad. Por eso se lanzó en 2006 la plataforma de carsharing eMov."
Para Zity, que ha empezado a operar hace pocos meses en Madrid, tenemos detrás al fabricante francés Renault, siendo a su vez el Renault ZOE el coche utilizado. Las tres tienen algo en común: todos sus coches en alquiler por minutos son 100% eléctricos, y son de cero emisiones locales, así que no contaminan el aire de la ciudad por la que circulan.
En Madrid y Palencia existe otra plataforma de coche compartido, que a diferencia de las tres primeras no emplea exclusivamente coches eléctricos: se trata de Respiro. Esta inicialmente ha utilizado modelos de diferentes marcas, sin embargo la marca española de coches SEAT se ha hecho con el 100% de Respiro, y se apunta también al car sharing. Poco a poco se irán sustituyendo los coches disponibles hasta que todos sean SEAT.
La marca coreana KIA también forma parte de la lista de fabricantes de automóviles con una plataforma de coches compartidos: hablamos de Wible, y llegará a Madrid después del verano.
Otras marcas de automóviles también disponen de algún servicio de car sharing, aunque aquí en España ni hayamos oído hablar de ellos. Sin ir más lejos Hyundai, marca que forma grupo con la que acabamos de citar, KIA, ha estrenado un servicio de coche compartido en Ámsterdam: Ioquiq car sharing.
Otro caso es el de Maven, que funciona en Toronto, es responsabilidad de General Motors Company, y cuenta con modelos para alquilar por minutos de Chevrolet.
En la misma situación encontramos a DriveNow, de Grupo BMW, con coches de BMW (como el i3 eléctrico) y mini en 9 países europeos, pero no España. Por cierto: resulta que Daimler y BMW han decidido unir sus dos plataformas en una empresa de colaboración conjunta al 50%.
En Suecia llevan desde 1998 utilizando coches compartidos de la plataforma Sunfleet. En su día era una empresa conjunta entre Hertz y Volvo, pero hoy en día es al 100 % de Volvo Cars.
Håkan Samuelsson de Volvo nos dice lo siguiente: "La propiedad privada del coche no desaparecerá, pero como fabricante de automóviles tenemos que afrontar el hecho de que se reducirá. Tenemos un modelo probado y rentable en nuestro mercado materno, del que trataremos de aprovecharnos a la hora de desarrollar el concepto global".
Desde hace poco tiempo en 5 ciudades italianas, algunas como Roma o Milán, también disfrutan de un servicio de alquiler temporal de coches de su fabricante italiano. Enjoy es la plataforma de car sharing en la que participa el Grupo Fiat Chrysler.
Toyota tampoco tiene car sharing en España, pero ha empezado a implantarlo en otros lugares. En Toyota España nos han explicado que "estamos en una sociedad en constante cambio y es cierto que vamos de modelos de consumo basados en la propiedad a otros más basados en el uso. Todo depende obviamente de las necesidades de movilidad de cada usuario, y los fabricantes de automóviles nos estamos adaptando."
Y nos añadían que "es por eso que estamos testando otras fórmulas, como servicios de carsharing en Irlanda o Italia (Yuko) o el proyecto ‘Ha:Mo’ con pequeños vehículos eléctricos de tres ruedas, en varias ciudades de Japón y también en Grenoble (Francia)."
Sabemos también que otra de las marcas japonesas, Nissan, está a punto de lanzar una plataforma de coche compartido en Japón de nombre e-share mobi, con coches 100% eléctricos. De hecho, parece que desde Nissan España también se está barajando la posibilidad de lanzarse en Madrid (y otras capitales europeas).
Hasta Mazda, un fabricante bastante pequeño por volumen global de ventas, tiene car sharing: en Alemania por ejemplo, con Mazda Movil Carsharing puedes darte el gustazo de conducir durante un rato todo un Miata cabrio.
¿Quiénes no se han apuntado todavía?
Podríamos decir que casi ningún fabricante deja de lado el car sharing. Esto no quiere decir que todas las marcas se correspondan con una plataforma, sino que dentro de un grupo automovilístico alguna de sus marcas toma el papel protagonista pero al final todo sigue quedando en la misma casa.
Volkswagen por ejemplo no tiene una plataforma de car sharing per se, pero como hemos visto una de las marcas del grupo sí lo tiene (SEAT). Incluso Audi está pensando lanzar un servicio de car sharing premium en algunas ciudades de EEUU. Volkswagen como tal habla de nuevos servicios de movilidad, pero no propone exactamente lo mismo que hemos visto en otras marcas en cuanto a car sharing de alquiler temporal.
El propio Matthias Müller dice que "el futuro de la movilidad se encuentra ante todo en las ciudades y las áreas metropolitanas. Allí es donde se encuentran los problemas más acuciantes, y donde tanto la necesidad como el potencial de cambio están en su punto máximo", así como que "si queremos preservar la libertad de la movilidad individual, entonces tenemos que decir adiós a muchas cosas que asociamos con la conducción de hoy. Debemos reconsiderar y redefinir la movilidad. Y vamos a redoblar nuestros esfuerzos en este sentido aún más".
Thomas Sedran, también de Volkswagen, afirma que "a medida que las necesidades de los clientes cambian, también lo hace el modelo comercial del automóvil. En las principales áreas urbanas del mundo, hay una tendencia cada vez más fuerte de poseer un vehículo hacia la movilidad compartida y la movilidad a demanda".
Esto se traduce en que Volkswagen está detrás de la marca MOIA, que no es exactamente de car sharing de un coche para una persona que lo alquila por minutos, sino algo más parecido a Uber, con furgonetas con chófer que te vienen a recoger, pero que además pueden ser compartidas por varios usuarios, que localizan el vehículo y su ruta mediante una app de smartphone, en algo parecido al carpooling.
Francisco Pérez Botello, de Volkswagen España, apunta que "no se consigue ganar dinero con el car sharing, porque con los coches actuales se está ofreciendo al cliente un valor que no se corresponde con el precio que paga cada usuario". Esto es lo que hace que Volkswagen no entre al car sharing como tal por el momento.
Algo similar es lo que parece estar haciendo Ford: aunque en 2015 probó temporalmente en Londres un servicio de alquiler por minutos llamado Ford GoDrive, ahora lo ha dejado aparcado, y propone compartir vehículo como Volkswagen: Ford Chariot está operativo ya en Nueva York, y es algo así como un microbus al que te subes solicitándolo con una aplicación de tu teléfono.
Por ahora, directamente fuera del car sharing se quedan muy pocas marcas: Honda o Subaru, por ejemplo, o las marcas de lujo, que probablemente no lo necesitan, y tampoco parece que el modelo económico del alquiler por minutos encaje con el valor tan alto de los coches a alquilar.
El siglo XX fue el siglo de los coches en propiedad, donde la mayoría de la gente solía tener como ilusión el comprarse un coche, y solía hacerlo en cuanto empezaba a trabajar. El siglo XXI tal vez sea el de los coches que ya no son nuestros, y simplemente usamos cuando los necesitamos. En el fondo quizá esto sea lo que tiene más sentido: las estadísticas dicen que el 97 % del tiempo tu coche está parado, aparcado y sin usarse.
Imagen | Petr Magera (en Flickr)
En Xataka | ¿Compraremos un coche cuando nuestro futuro esté inundado de coches autónomos?
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La noticia Qué marcas de coches se están quedando fuera del 'car sharing' y se juegan el futuro fue publicada originalmente en Xataka por Ibáñez .
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