domingo, 31 de julio de 2016

¿Qué obtenemos al combinar fotogrametría, fractales? Una Amsterdam de otro mundo

Amsterdam

Puede que hayas oído hablar de los fractales, dado que son unas estructuras que por su naturaleza suelen trabajarse en la asignatura de matemáticas y que, valga la redundancia, podemos encontrar en la naturaleza. Pero algo menos común es combinarlos con fotogrametría para crear ilusiones y parajes irreales a partir de un entorno real.

En esto se basa una de las creaciones de Julien Horthuis, un diseñador de VFX que se autodefine como artista del fractal. Ya cuenta con trabajos basados tanto en esta estructura como de otros estilos y campos como la realidad virtual casi siempre orientados a mundos de fantasía, pero esta vez tiene algo más de realismo y se ayuda de una técnica utilizada en topografía.

Cambia tulipanes por autosimilaridad

No sabemos exactamente cómo se inspiró este artista para aunar dos conceptos que no habíamos visto juntos anteriormente (no al menos de esta manera). Como decíamos, los fractales son unos objetos geométricos con las que quizás nos hayamos familiarizado en algún momento por lo peculiar de su estructura autosimilar (se compone de copias de una estructura básica inicial) y es demasiado irregular para ser descrito por la geometría tradicional.

Un típico ejemplo de fractal natural es el brécol romanesco

A grandes rasgos y simplificándolo es una especie de estructura "infinita", si bien hay fractales naturales que no tendrán esta propiedad. Un ejemplo clásico de éstos es el brécol romanesco (si tenéis curiosidad, en este PDF están las dimensiones fractales tanto de éste como de la col) o los conjuntos de Julia y de Mandelbrot, siendo éstos últimos los que dieron lugar a los de Mandelbumb, en los que Horthuis suele basarse.

Brécol romanesco

Los fractales pueden ser per se diseños u obras de arte, ¿qué aporta entonces la fotogrametría? Se trata de una técnica también llamada captura de movimiento que se usa para determinar las propiedades geométricas de un elemento a partir de fotografías, de modo que su conjunto da una información tridimensional dando coordenadas 3D. Así por ejemplo se obtiene una percepción de un terreno de manera remota.

En este caso, el terreno elegido es la tierra que el diseñador llama "su casa", Amsterdam. Aunque podéis ir borrando los tulipanes, bicicletas y demás elementos que relacionéis con la ciudad; los fractales y fotogrametría dan lugar a una ciudad totalmente fantástica aunque su sustrato sea su relieve real.

Fusionando tecnicas

La geometría y el arte van de la mano casi de manera intrínseca, y como hemos visto en este caso existe una categoría en concreto, la de arte fractal. Y era de imaginar que la tecnología acabase "invadiendo" el arte, algo que también ocurre desde hace tiempo viendo ejemplos como los espectáculos de láser o en las creaciones 3D como Isfahan.

En este caso el recurso es una técnica usada en campos como la topografía con una tecnología más bien sencilla, pasándolo por el tamiz de los VFX y uniendo matemáticas, arte y diseño en 3D

Vía | The Next Web

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La noticia ¿Qué obtenemos al combinar fotogrametría, fractales? Una Amsterdam de otro mundo fue publicada originalmente en Xataka por Anna Martí .



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