Unas semanas después de su lanzamiento, nos hemos habituado a ver cómo los coleccionistas de monstruos digitales de 'Pokémon GO' han tomado las calles, poniéndose de acuerdo para recorrer sus ciudades y pueblos en busca de las famosas criaturas de Nintendo y creando la incuestionable experiencia del momento.
Sin embargo, en el mundo de Realidad Aumentada de 'Pokémon GO' hay puntos de interés que consiguen atraer a los fans del videojuego. Sí, hablamos de las Pokeparadas. De hecho, actualmente Nintendo está labrando sus primeras alianzas con grandes multinacionales para las Pokeparadas patrocinadas. Pero ¿qué pasa cuando el objetivo de esta peregrinación coincide con nuestros establecimientos habituales? Y lo más importante: ¿cómo les afecta a ellos ser parte del juego?
La geolocalización y la importancia de las Pokeparadas
Para comprender un poco el sistema de reparto de Pokeparadas y Gimnasios Pokémon, dos de los puntos neurálgicos del juego y paradas de interés de los usuarios, hay que remontarse 'Ingress', el anterior juego de Niantic, la desarrolladora del 'Pokémon GO'. Desde su lanzamiento, 'Ingress' ha elaborado una especie de puntos de interés partiendo del uso de sus jugadores y a través de la tecnología de Google Earth, sirviendo la mayoría de emplazamientos de mayor referencia como puntos de encuentro y bonificación del reciente éxito de Nintendo.
A pesar de que descargar y jugar a 'Pokémon GO' es gratis, para poder completar nuestra colección necesitaremos Pokeballs, unas cápsulas redondas donde podremos almacenar cada criatura que encontremos, si conseguimos que entren en ellas primero. Partimos con una serie de Pokeballs pero para poder conseguir más tendremos dos opciones: pasar por una Pokeparada que nos ofrecerá una cantidad variable de éstas o adquirirlas con dinero real. De hecho, únicamente en la App Store se calcula que ya se han invertido más de 3.000 millones de dólares en adquirir ítems a través del juego, la opción más recurrida sigue siendo la de movilizarse a estas localizaciones.
De este modo, los jugadores no solo establecen sus rutas para aprovisionarse de Pokémons, sino que aprovechan para pasarse por delante de estos puntos calientes para coincidir con otros entrenadores y beneficiarse de efectos únicos a través de ítems específicos.
Las Pokeparadas y gimnasios que aparecen en el mapa de Pokémon Go suelen estar repartidas en puntos de interés como monumentos, fuentes, piezas de arte urbano y otros elementos característicos de nuestras calles. La ubicación de estos puntos en negocios no es tan habitual y de hecho en muchos casos, aunque la Pokeparada esté situada en la misma puerta, el nombre que la acompaña suele hacer referencia a algún detalle de su fachada y no al establecimiento, pero hay excepciones.
En el asador Mama Concha, en Málaga, saben muy bien cómo premiar a sus clientes
Situado en la malagueña zona de la Virreina, entre Ciudad Jardín y las proximidades del estadio de la Rosaleda, la familia Cuenca dispone desde hace 9 años de un asador de pollos que siempre ha gozado de muy buena fama, y ahora que es una Pokeparada, también es todo un reclamo para captar a nuevos clientes.
Hablamos con Antonio, quien está encantado con el furor que causa esta nueva moda que abarca a usuarios de todas las edades, aunque de momento la mayor parte de las ventas de 'Mamá Concha' son a sus clientes habituales. Según nos cuentan Antonio y sus hijas Esther y Ángela, el efecto 'Pokémon GO' no ha supuesto de momento una diferencia reflejada en ventas o una cantidad significativa de nuevos clientes, aunque sí despierta la curiosidad de muchos transeúntes.
Un elemento fundamental a la hora de sacar conclusiones es que, como recuerda Esther, el juego apenas lleva disponible una semana. Sin embargo, indica que ser una Pokeparada ayuda a que más vecinos se aproximen a su local, y -desde luego- el aroma de su asador es todo un reclamo, especialmente a la hora del almuerzo.
Su hija Ángela es jugadora de 'Pokémon GO' y en su tiempo libre aprovecha también para investigar por la playa o las cercanías en busca de nuevos Pokémon y puntos clave, y eso le ha dado una brillante idea a Antonio para hacer de la Pokeparada de 'Mamá Concha' un paso obligado para todos los jugadores:
Quiero crear unas medallitas conmemorativas con las que premiar a mis clientes con alguna imagen relacionada con el fenómeno. De este modo, cuando el padre venga a comprar un pollo con su hijo o su sobrino, o todos los jóvenes que se acerquen a comprar su almuerzo, tendrán un bonito recuerdo que coleccionar
A Antonio le encanta darle vueltas a nuevas ideas creativas para premiar a sus consumidores y, desde luego, es un estupenda iniciativa que puede traducirse en una auténtica oportunidad para los coleccionistas de llevarse un recuerdo de este fenómeno y de cómo sacar partido a la geolocalización para promocionar su comercio.
Gutiérrez Playa y su envidiable emplazamiento, también en Málaga
En el paseo Marítimo Antonio Banderas encontramos el restaurante 'Gutiérrez Playa', uno de los chiringuitos más frecuentados de la costa malacitana. La primera vez que fuimos a hablar de 'Pokémon GO' fue poco antes del mediodía y la enorme actividad hizo que aplazáramos nuestra charla a la mañana del día siguiente, y es que el entorno es absolutamente paradisíaco.
Su cocina mediterránea rivaliza con las idílicas vistas, aunque otro estupendo reclamo ha aparecido recientemente para tomarse algo fresquito de cara a combatir el calor del verano, y es que, no sólo 'Gutierrez Playa' es una Pokeparada, sino que a menos de 20 metros tiene un Gimnasio Pokémon, un emplazamiento que normalmente suele congregar a los fans del juego durante más tiempo.
En esta ocasión nos atendió Pedro, hijo del propietario, que desde muy temprano comienza a preparar las mesas junto con su equipo para recibir a habituales y turistas. Curiosamente, fue a través de nosotros que confirmó que su comercio era una Pokeparada, y es que confiesa que apenas tiene tiempo para jugar, aunque varias de sus compañeras sí conocían 'Pokémon GO'.
Es cierto que en alguna ocasión hemos escuchado hablar del juego, aunque realmente no nos han preguntado sobre él. Suelen visitarnos familias y los más pequeños ahora están más pendientes del móvil, aunque también los hemos visto corretear por los alrededores.
Pedro comenta que en su restaurante es complicado detectar un cambio de perfil del cliente, sobre todo teniendo en cuenta que los meses estivales existe una enorme variedad de consumidores que van desde las familias de residentes que se han convertido en clientes habituales a los turistas que quieren degustar los famosos espetos de Sardinas antes de terminar sus vacaciones.
La parte oeste del paseo marítimo de Málaga es una zona relativamente reciente y 'Gutiérrez Playa' lleva nueve años ofreciendo una estupenda oferta de restauración para toda la familia. Por el momento, Pedro no se plantea sacarle partido a este fenómeno, aunque indica que si realmente detectara una demanda por parte de sus clientes estaría encantado de ofrecer algún tipo de reclamo relacionado con los personajes de moda.
La Jijonenca y Café de las Luces, dos negocios vecinos con Pokeparada en Valencia
Paseando por el valenciano barrio de Benimaclet, en el parque situado en el cruce entre las calles Guardia Civil y Vicente Barrera Cambra, nos encontramos con un caso peculiar: dos Pokeparadas en dos negocios separados por apenas unos metros de distancia, y además en ambos casos el nombre del establecimiento aparece en la ficha de Pokémon Go.
No es una zona turística, pero está bastante frecuentada prácticamente a cualquier hora. Este tramo de la calle Guardia Civil es peatonal y justo al lado hay un parque infantil, por lo que es un hervidero de familias con niños durante el día, mientras que los numerosos restaurantes y pubs de los alrededores lo convierten en un área bastante concurrida de noche.
Desde hace varias semanas este cruce también es territorio Pokémon Go, y es que además de los dos establecimientos, hay más Pokeparadas en la misma calle y un gimnasio cercano, por lo que ver grupos de jóvenes en busca de Pokémon es bastante habitual en la zona.
José Luis, dueño de la heladería La Jijonenca, nos confesó que no conocía de la existencia del juego hasta la tarde previa a nuestra primera visita, cuando se produjo una curiosa anécdota. El local tiene una amplia terraza con varias mesas y en una de ellas había un grupo de chicos y chicas jóvenes enfrascados en sus móviles. “Por lo visto apareció un Pokémon en el parque y de repente salieron en estampida. Mi primera impresión fue que se iban sin pagar, pero dos de ellos se quedaron en la mesa y me explicaron de qué iba el juego”, comenta entre risas.
Tras este simulacro de "sinpa", decidimos esperar unos días y hacer una segunda visita para ver si el juego seguía dando que hablar. Flavia, camarera del local, nos contó que estaban notando un impacto en la clientela del local. “La otra tarde había al menos seis mesas llenas de gente que venían buscando los Pokémon y desde entonces hemos visto que hay más clientes que también juegan. A nosotros la verdad es que nos dejó alucinados” asegura
Flavia no es una gran aficionada a los videojuegos, pero reconoce que tener una Pokeparada les ha beneficiado. De momento no han pensado en ninguna forma de sacarle partido, pero si el éxito del juego se mantiene no lo descartan.
Marta, camarera en el Café de las Luces, se enteró de la existencia de una Pokeparada por sus propios compañeros. “Un día cuando llegué a trabajar una compañera de estaba con la mirada muy fija en el móvil y como sacando fotos. Le pregunté qué estaba haciendo y resulta que estaba cazando un Pokémon que había aparecido encima de la barra. A partir de ahí me enteré de lo que era el juego y la verdad es que se ve mucha gente que va por el parque con el móvil. Ha tenido mucho impacto”, concluye Marta.
Durante nuestra segunda visita aprovechamos para hablar con Borja, otro de los empleados de la cafetería, quien aseguró haber notado un cambio en el tipo de clientela, pero no tanto un impacto en las ventas.
El hecho de que haya dos Pokeparadas tan juntas hace que muchos jugadores se acerquen, pero sólo unos pocos se quedan a tomar algo, mientras que la gran mayoría recarga sus mochilas de Pokébolas y continúa con su misión. Además, aunque las cifras de uso siguen aumentando en todo el mundo, según Borja el boom inicial está empezando a decaer. “La semana en la que salió el juego sí que se notó más el cambio. Había mucha gente de entre 12-15 años hasta incluso 30 que se sentaban a tomar algo y estaban con los Pokémon”.
Al preguntarle por su opinión sobre Pokémon Go, Borja ve aspectos positivos y negativos, “Tiene cosas buenas y cosas malas. La gente más sedentaria quizás se mueve más, pero está todo el mundo demasiado centrado en el móvil, más incluso que antes”.
Un punto común que encontramos en ambos locales es que propietarios y empleados son los primeros sorprendidos al saber que hay una Pokeparada en su local, hasta se justifican diciendo que no tienen ni idea de cómo ha llegado su negocio ahí. Eso sí, todos lo ven como algo positivo y coinciden en que si supieran quién ha sido le darían las gracias.
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La noticia A mi asador de pollos le tocó ser una Pokeparada: Pokémon Go y los pequeños comercios fue publicada originalmente en Xataka por Frankie MB y Amparo Babiloni .
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