BQ sabe en qué liga juega. Tras unos primeros años de crecimiento exponencial su cuota de mercado en España se ha asentado ligeramente por encima del 10%, lejos de los dos gigantes que pelean por ser la marca que más vende, Samsung y Huawei, pero por encima de Apple o LG. El smartphone más caro de la marca española no llega a 400 euros y en sus últimas novedades se ha centrado en reforzar su apuesta por calidad-precio, con los nuevos BQ Aquaris V.
El BQ Aquaris V viene a cubrir el hueco que tenían entre los Aquaris U, los smartphones más humildes de la marca, y los Aquaris X, lo más punteros. Pero la pelea no es solo por hacerse un hueco en su propio catálogo, en torno a su precio hay muchísimos smartphones en las tiendas, smartphones que cada día son más potentes y cuentan con mejores cámaras. ¿Sobresale de alguna manera el nuevo BQ sobre el resto? Te invitamos a conocerlo en nuestro análisis del BQ Aquaris V.
Ficha técnica del BQ Aquaris V
Antes de entrar a contaros nuestras sensaciones con el BQ Aquaris V vamos a repasar sus características técnicas:
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Pantalla |
Cristal Dinorex 2.5D Brillo hasta 520 nits |
Procesador |
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Tarjeta gráfica |
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RAM |
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Memoria |
+ microSD (hasta 256 GB) |
Sistema operativo |
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Conectividad |
GPS y GLONASS (compatible con Galileo) |
Batería |
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Cámara trasera |
AF detección de fase, HDR auto, RAW Grabación de vídeo 1080p@30fps, cámara lenta 480p@120fps |
Cámara frontal |
Grabación de vídeo 1080p@30fps |
Otros |
Radio FM |
Dimensiones y peso |
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Precio |
3 GB RAM / 32 GB: 229,90 euros (disponible próximamente) |
Como podéis observar, el Aquaris V se sitúa en la frontera entre la gama de entrada y la media, no solo por precio. El Snapdragon 435 no alcanza el rendimiento de los Snapdragon de la gama 6xx, aunque en distintos análisis ya hemos visto como puede dar potencia suficiente hasta para los juegos más exigentes. BQ ha decidido ofrecer dos configuraciones, una con 16 GB de memoria interna y 2 GB de RAM y otro con 32 y 3 GB respectivamente, que es la que hemos podido probar.
El metal no es coto privado de las gamas altas
Si hay un aspecto de sus teléfonos que BQ no había cuidado demasiado hasta no hace mucho tiempo ese era el diseño. Sus distintos smartphones recurrían al plástico para su cuerpo, que de por sí no tiene porqué significar nada malo, pero además solían ser bastante cuadrados y en ocasiones incluso contaban con un grosor excesivamente alto. El diseño empezó a mejorar con los primeros Aquaris X y con el Aquaris V se sigue la senda de un diseño con un aspecto de gama superior.
No es el BQ Aquaris V un móvil que se apunte a la tendencia de reducir los marcos al máximo, ningún BQ lo ha hecho hasta ahora aunque Wiko ya se ha atrevido a ello en gamas similares, pero cuando lo vemos en un primer vistazo apreciamos curvaturas en todas sus esquinas. La parte trasera está construida en aluminio ionizado, que ofrece un tacto algo frío y parece algo resbaladizo, aunque por el tamaño del teléfono no se escapará con facilidad, y nos da cierta seguridad ante golpes. El inconveniente que hemos sufrido es que se queda demasiado fácilmente con nuestras huellas.
La trasera es la encargada de albergar la cámara principal, cuya lente sobresale ligeramente sobre el cuerpo, junto con su flash LED y justo debajo de la cámara encontramos el lector de huellas. Aquí nos detenemos para mencionar su mejor integración respecto a anteriores BQ, ya que se encuentra hundido en la carcasa y el borde que lo señala está perfectamente acabado, sin molestar al buscar el lector.
La carcasa de aluminio es de una única pieza salvo por la parte alta y baja, de piezas de un negro algo más oscuro. Lo que me ha gustado es esa única pieza para la trasera y el borde, que permite un agarre y manejo mejor que en smartphones con un claro canto entre la trasera y los bordes. Descrito el material empleado, ahora nos podemos introducir en un debate en el que nunca habrá una respuesta al agrado de todos: la ubicación de los botones, conectores y el lector de huellas.
La ubicación del lector de huellas es muy cómodo con el móvil en la mano, pero si sois de los que suelen tenerlo sobre una mesa y quiere desbloquearlo sin cogerlo, el Aquaris V os obligará a recurrir al patrón o PIN. Los botones de volumen y encendido están en el mismo costado derecho, por lo que es fácil confundirlos inicialmente, mientras que los conectores (arriba el de los auriculares y abajo el de carga) están en posiciones ideales para ir escuchando música mientras tenemos el móvil en el bolsillo o para manejarlo cómodamente mientras lo cargamos.
El frontal del teléfono me ha gustado por su homogeneidad, solo rota por el auricular para escuchar las llamadas. Destaca la presencia en este frontal la presencia del flash LED, en la esquina derecha, y el ancho borde bajo la pantalla, donde encontramos con los botones de navegación habituales de Android, que podemos hacer aparecer en la pantalla también. No nos olvidamos de los altavoces, situados a ambos lados del conector de carga.
¿Y sobre su tamaño y peso? En mano es un teléfono cómodo y sus dimensiones están en la media de los smartphones de 5,2 pulgadas de una gama de precio aproximada aunque eso sí, su peso se hace notar y es superior a la selección de teléfonos que os mostramos en la siguiente tabla. No es que sea una losa, pero se nota ligeramente que no es precisamente liviano.
BQ Aquaris V |
Samsung Galaxy J5 (2017) |
Nokia 5 |
Huawei P10 Lite |
Motorola Moto G5 Plus |
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Dimensiones |
148,1 x 73 x 8,4 mm |
146,2 x 71,3 x 8 mm |
149,7 x 72,5 x 8 mm |
146,5 x 72 x 7,2 mm |
150,2 x 74 x 7,7 mm |
Peso |
165 gramos |
160 gramos |
160 gramos |
146 gramos |
155 gramos |
Repasado todos los puntos del diseño del BQ Aquaris V la sensación que me ha quedado es que BQ ha dado un paso adelante en cuanto al diseño. Aunque el cristal para la parte trasera sigue siendo mi material preferido, y puede ser cuestión de gustos, el aluminio elegido da sensación de estar frente a un teléfono bien construido y probablemente resistente. Por el lado negativo me quedo con ese peso ligeramente excesivo y las huellas, no fáciles de eliminar, de la carcasa trasera, lo que no quita para darle un notable en el global.
En la pantalla se nota la gama
BQ tuvo durante un tiempo las cinco pulgadas como su opción preferida para el tamaño de pantalla de la mayoría de sus terminales, pero llegado 2017 las tornas han cambiado y todos los nuevos terminales de la marca han dado el salto a las 5,2 pulgadas, salvo el Aquaris V Plus, única opción con 5,5 pulgadas. El panel escogido es el LCD A-SI que ya acompañaba al Aquaris U Plus y la resolución se queda en 720p, lo que da como resultado 283 píxeles por pulgada.
Y lo primero que hemos de evaluar es si la elección del panel y de la resolución correctas. Sobre el papel parece que BQ no ha dado el salto al AMOLED o no ha incorporado el Quantum Color de otros de sus smartphones por una cuestión de precio, al fin al cabo nuestro protagonista cuesta 200 euros. Lo mismo podemos pensar sobre la resolución, otra decisión enfocada a contener el precio, pero que condiciona el desempeño de la pantalla.
Lo primero que he notado en el uso del BQ Aquaris V, que ya me ocurrió al probar el U Plus con el mismo panel, es que el contraste que ofrece es insuficiente para ofrecer unos colores negros suficientemente profundos. Eso sí, así como me quejo de un negro que podría estar más logrado, la reproducción del resto de gamas de colores es muy real, teniendo una viveza cercana a la que ofrecen terminales de categorías superiores. La resolución de 720p no es algo que vayamos a notar a cada minuto de uso, pero cuando la exigencia es alta (en juegos o vídeos de calidad) sí que echamos en falta una mejor definición, sobre todo en los contornos.
Frente a ángulos de visión complicados la pantalla aguanta aunque tiende a amarillear, pero lo que complica verdaderamente su visión son los reflejos que se sufren incluso en entornos con no gran iluminación. Suerte que el brillo que ofrece la pantalla, 520 nits, ayuda a compensar esos reflejos, además de ofrecen suficiente luz para cualquier situación. Ahora, lo que he echado mucho de menos son los ajustes manuales más allá del brillo.
Pros y contras que nos dejan una pantalla mejorable, más cuando ya es posible hacernos con pantallas con paneles AMOLED o con resolución FullHD a precios similares al de este BQ Aquaris V. Bien es cierto que la pantalla está perfectamente acabada, con cristal 2.5D, pero se agradecería un panel con un contraste mayor o una resolución que permitiese disfrutar de contenidos multimedia en todo su esplendor.
Que no te asuste el Snapdragon 435
Llega el momento crítico, el de hablar del rendimiento del smartphone que tenemos entre manos. BQ no ha arriesgado demasiado, lo que en parte se agradece, apostando por un Qualcomm Snapdragon 435 con ocho núcleos a una frecuencia de hasta 1,4 GHz como procesador, la GPU Adreno 505 y dos o tres gigas de memoria RAM, aunque en nuestro caso contamos con la versión de tres gigas.
Como hacemos con cualquier smartphone que pasa bajo nuestra lupa instalamos todas nuestras aplicaciones habituales, desde redes sociales, mensajería hasta juegos, y lo usamos durante unos cuantos días para comprobar si es capaz de satisfacer nuestras necesidades sin resentirse, como ha sido el caso de este Aquaris V. Abrir una aplicación, volver al menú principal, abrir otra, acceder a la anterior mediante el listado de aplicaciones recientes... En las tareas más habituales no ha habido retardos ni cierres inesperados.
Ahora, si ponemos al teléfono en aprietos, con juegos de gráficos de calidad como Asphalt 8, es cuando empezamos a notar en qué gama se encuentra el Aquaris V. No quiero decir con ello que con él no se pueda jugar a juegos exigentes, durante las carreras no he sufrido ningún problema, pero en las transiciones entre pantallas (llenas de gráficos con muchos detalles) sí que se sufren ralentizaciones que se hacen notar, así como en los tiempos de carga, donde se hace obvio las limitaciones al rodar a trompicones la rueda de carga.
Para plasmar todas las sensaciones anteriores en número, nuestro Aquaris V con 3 GB de memoria RAM ha pasado los exámenes de AnTuTu, Geekbench 4 y 3D Mark. ¿Cuáles han sido sus resultados frente a otros móviles de procesador y memoria similares? El Aquaris V sale bastante bien parado, superando al LG Q6 y Alcatel A7 en la mayoría de los test pero superando únicamente en 3D Mark al Nokia 6, un duro rival del que solo le separan 20 euros de precio.
BQ AQUARIS V |
LG Q6 |
ALCATEL A7 |
NOKIA 6 |
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Procesador |
Snapdragon 435 |
Snapdragon 435 |
MediaTek 6750T |
Snapdragon 430 |
RAM |
3 GB |
3 GB |
3 GB |
3 GB |
Antutu |
43.568 |
40.433 |
41.575 |
47.115 |
Geekbench 4 (Single/Multi) |
643/2.447 |
598/2.073 |
611/2.603 |
661/2.837 |
3D Mark (Ice Storm Unlimited) |
9.801 |
8.983 |
8.234 |
9.471 |
bq-aquaris-v-benchmarks
Tampoco nos olvidamos del lector de huellas. Ya hemos comentado que su ubicación puede gustar más o menos (yo personalmente lo prefiero en la frontal) pero ahora toca de hablar de su rapidez. Sin ser el lector de huellas más rápido a la hora de desbloquear el móvil que haya probado, la respuesta de este es bastante rápida, no fallando en ninguna ocasión, captando nuestra huella aunque su paso sea instantáneo e incluso con el dedo mojado.
Con todo lo anterior podemos sacar conclusiones claras sobre el rendimiento del Aquaris V, que recordemos que por aquí hemos probado en su versión de 3 GB de memoria RAM. En el conjunto de aplicaciones que la mayoría de los usuarios tenemos en común (véase WhatsApp, Chrome, Facebook, Instagram) o en juegos sin unos requisitos especialmente altos (Clash Royale) el Aquaris V es un teléfono totalmente funcional y rápido. Ahora, cuando se enfrenta a gráficos potentes se resiente, sin llegar a ser preocupante pero se nota.
La batería sigue siendo uno de los puntos fuertes
3.100 mAh para 5,2 pulgadas de pantalla con panel LCD IPS A-SI de resolución 720p. Sobre el papel podemos pensar que con ese tamaño de batería nuestro protagonista no va a tener problemas para aguantar una jornada de trabajo, inclusa intensa, con juegos y contenido multimedia de por medio. De hecho la autonomía ha sido uno de los puntos en los que BQ siempre ha podido presumir, aunque a veces a costa del diseño (recordamos aquellos Aquaris E).
¿Cuál ha sido el resultado de nuestras pruebas? Lo hemos sometido a jornadas más y menos intensas y mientras cuando limitaba el uso del móvil a redes sociales y otras apps de consumo escaso la batería daba incluso más de día y medio, con el uso más intenso era posible llegar a las 24 horas en pie. Hemos intentado someter al Aquaris V al test de batería de PCMark para Android pero la aplicación tras tenerlo horas realizando el test nunca hemos podido recoger los resultados.
El modo de ahorro de energía es el clásico, sin ningún añadido. Se puede activar tanto manualmente como de manera automática cuando la batería llega al 5% o al 15% y rebaja el brillo de la pantalla, limita la sincronización de datos en segundo plano y el uso del GPS. Aquí sí que se echa en falta que BQ permitiese jugar más, ofreciendo un modo de ahorro más o la personalización del existente.
Lo que no falta es la siempre útil carga rápida, a cargo de Qualcomm Quick Charge 3.0, que permite cargar la mitad de la batería en media hora o al completo en menos de hora y media. Resumiendo el apartado de la autonomía, se puede decir que BQ ha vuelto a lograr crear un smartphone que no nos deje nunca tirados a mitad de jornada, con el plus de la carga rápida y sin sacrificar el diseño.
Software limpio para los amantes de Android puro
Hablar del software de cualquier BQ es hablar de un Android prácticamente puro, pero antes de entrar en los detalles hablemos de lo que nos encontramos en el Aquaris V: Android 7.1.2 con el parche de seguridad de septiembre ya instalado y la promesa de ser actualizado a Android Oreo. Con esa carta de presentación solo queda pedirle al fabricante español es que esa prometida actualización no se eternice en el tiempo.
De nuevo nos encontramos frente a un smartphone en el que podemos disfrutar de la experiencia Android como ha sido diseñada desde Google, sin capas añadidas o aplicaciones que hipotequen en parte la memoria interna del dispositivo. Bueno miento, sí que hay una aplicación más allá de las de Google. Se trata de BQ Plus, un acceso a la web del fabricantes para comprar un seguro para el terminal, que no se puede desinstalar de por sí pero que solo ocupa 8 KB.
Una limpieza tan absoluta da como resultado también la alta disponibilidad de la memoria interna: 29,12 de 32 GB que tiene la versión que analizamos. Ahora, como hemos comentado anteriormente se echa de menos que BQ no nos deje jugar con los ajustes de color de la pantalla, y es que algo malo tenía que tener tanta limpieza. Salvo por ese pequeño punto negativo solo podemos darle un notable alto al Aquaris V en cuanto al software, quedando pendiente esa actualización a Android Oreo.
Una de las mejores cámaras en su gama
Y llegamos por fin a uno de los aspectos claves de todo smartphone, por no decir el clave para buena parte de los usuarios: la fotografía. Los móviles se han convertido para muchos en su cámara principal y como tal ha de ofrecer buenos resultados para conquistarlos. En el caso del BQ Aquaris V la cámara principal cuenta con 12 megapíxeles pero el número de por sí solo no dice nada. Estamos frente a uno de los sensores más usados del mercado, el Sony IMX386, con apertura f/2.0.
Más allá del número de megapíxeles y el sensor, tenemos una cámara que ya en nuestras primeras impresiones aprobó con nota, sacando partido al "Big Pixel", que promete capturar más luz y que además cuenta con HDR y HDR+ y disparo en formato RAW. Por el lado de la cámara frontal contamos con un sensor Samsung S5K4H8 de ocho megapíxeles y apertura f/2.0 que facilita la tarea de conseguir buenos selfies con el modo "Face Beauty" y un flash LED.
Vayamos al grano, a analizar muestras tomadas en distintas situaciones. Las fotografías con buena luz natural no suelen poner en problemas a cámaras incluso aceptables, y en este caso las tomas que hemos conseguido son más que aceptables, muy buenas. Tanto por la definición de los contornos, el detalle que podemos llegar a conseguir como la viveza y fiel representación de los colores (os podéis fijar en las nubes de la primera foto) esta cámara nos ofrece un resultado notable.
Si vamos subiendo el nivel de exigencia, con por ejemplo tomas en interiores con luz natural o artificial apreciamos como el resultado sigue siendo de notable alto, sin la introducción por el momento de ruido en las fotos. Solamente las fuentes concentradas de luz pueden introducir ciertos quemados en las zonas afectadas.
Y subiendo el último escalón, el que nos lleva a escenas nocturnas de escasa iluminación, os mostramos tres fotografías. En este caso la aparición de ruido parece casi inevitable, pero lo cierto es que no aparece en tanta cantidad o no resulta tan obvio como en otros smartphones de esta categoría que hemos podido probar. Solo en las escenas con menos luz es fácilmente apreciable, mientras que en la primera foto la definición sigue siendo muy aceptable.
Otro punto que se agradece son los añadidos de software que se han introducido en la cámara. En el modo automático tenemos muy fácil jugar con la luz y además contamos con el mismo modo manual que ofrece el BQ demás alta gama, el Aquaris X Pro, que nos permite jugar con los niveles de contraste, tiempo de exposición, ISO, autofoco y balance de blancos. También se incluye el modo escenas con valores predeterminados para distintas situaciones (paisaje, noche, atardecer, retrato nocturno, acción, nieve, luz de vela, fuegos artificiales y teatro).
Tras todas estas muestras, podemos concluir que la cámara del BQ Aquaris V está entre las mejores de su gama de precio. Habitualmente el apartado fotográfico es uno de los sacrificados a la hora de crear un teléfono de precio comedido, pero no ha sido este el caso, a las pruebas nos remitimos. Los resultados en situaciones del día son de notable muy alto, mientras que cuando la luz brilla por su ausencia las fotos todavía siguen siendo aceptables, punto donde suelen fallar muchas otras cámaras.
BQ Aquaris V, la opinión de Xataka
BQ sigue renunciando a meterse en la pelea de los mejores smartphones del mercado, lo suyo son las gamas de entrada y la media y entre ambas cabalga el Aquaris V, aunque como ya decíamos al inicio la competencia en ese hueco es muy alta y hay que ofrecer algo diferencial para poder triunfar. ¿Cuenta con ese diferencial el BQ Aquaris V? Según a que aspectos atendamos sí.
Destaca por encima de todos el aspecto fotográfico. Suele ser uno de los sacrificados cuando los fabricantes diseñan un smartphone de precio comedido, pero en este caso nos hemos encontrado con un resultado grato, con muy buenas fotografías en situaciones normales y muy aceptables cuando la cosa se complica. Una pena que la cámara doble (para conseguir retratos con efecto bokeh) no esté presente, aunque el precio subiría.
En el apartado del diseño el Aquaris V también saca buena nota. Acostumbrados a los ladrillos que eran móviles como los Aquaris E, las líneas de nuestro protagonista son mucho más agradable, tanto a la vista como a la mano, facilitando también el agarre, sin olvidarnos del acertado uso del metal, aunque el peso podría ser inferior. También suman a favor la autonomía (de nuevo un punto fuerte en un BQ) y la limpieza del software, a la espera de que la llegada del Android Oreo no se eternice.
El rendimiento de la versión que hemos probado (con 3 GB de memoria RAM) es más que suficiente para el grueso de los usuarios, pero hay que saber que, si queremos un rendimiento óptimo cuando los gráficos aprietan, será mejor rascarse el bolsillo en busca de un smartphone superior. Lo mismo ocurre en el punto más débil, una pantalla que podría ofrecer un mejor rendimiento, que no está entre las mejores para los ojos más exigentes.
¿Cuál es la conclusión final? Que el BQ Aquaris V es un móvil interesante para ese tipo de usuario con presupuesto limitado, pero que no renuncian a un teléfono que responda ante los usos más habituales, con el plus de una cámara que destaca. ¿Puede haber mejores opciones por su precio? Sí, por supuesto, pero si estáis pensando en smartphones importados desde China pensad en la garantía y tiempos de reparación de uno y otro. En función de que valoréis más os podéis decantar por esas alternativas o por este BQ.
7.83
A favor
- Una muy buena cámara principal
- Autonomía para no dejar tirado a nadie
- Limpieza del software
En contra
- La pantalla es muy mejorable
- Rendimiento justo ante gráficos exigentes
- Peso ligeramente alto
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La noticia BQ Aquaris V, análisis: la cámara por bandera para conquistar a los presupuestos ajustados fue publicada originalmente en Xataka por Mikel Cid .
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