El teléfono más completo de Apple hasta la fecha ya está a la venta. El iPhone 8 Plus pasa por la mesa de pruebas para comprobar si las novedades que presenta elevan su nivel para mantenerse como un referente dentro de la gama alta.
Nada parece cambiar por fuera
Junto con Sony, Apple es la única marca que ha mantenido durante años una línea o idea de diseño que iteración tras iteración ha ido mejorando y apurando con pulidos concretos de detalles hasta alcanzar un acabado y fijación por los detalles extremo. Es una manera de avanzar por una familia de teléfonos que no tiene por qué gustar a todos.
Mirar o tocar el iPhone 8 Plus, a estas alturas, es a partes iguales notar el excelente acabado y nivel de detalle en su construcción como pensar que no se corresponde con un gama alta de 2017. El resto de terminales ha adoptado la tendencia de asociar diseño premium con ausencia de marcos y el iPhone 8 Plus peca justo de lo contrario.
Este nuevo smartphone de Apple es grande, enorme para lo que existe ahora mismo en el mercado. El problema todos sabemos que son los marcos, pero aquí se mantienen. El nuevo iPhone 8 Plus encima es algo más pesado y un poco más grueso debido al uso del cristal, que vuelve años después al diseño del iPhone.
iPhone 8 Plus | |
---|---|
Dimensiones y peso | 158,8 x 78,1 x 7,5 milímetros, 202 gramos |
Pantalla | IPS 5,5 pulgadas con True Tone Resolución de 1.920 por 1.080 píxeles a 401 ppp |
Procesador | A11 Bionic de 64 bits + coprocesador de movimiento M11 Apple GPU de 6 núcleos |
Núcleos | Seis |
Memoria | 64/256 GB (no ampliables con microSD) |
Versión software | iOS 11 |
Cámara trasera | Dual 12 + 12 megapíxeles, f/1.8 y f/2.8, OIS, grabación 4K@60fps, flash 4 LED |
Cámara frontal | 7 megapíxeles f/2.2, grabación de vídeo 1080p HD |
Conectividad | Wifi, Bluetooth 5.0, LTE, NFC |
Otros | TouchID, carga rápida 3D Touch y carga inalámbrica |
Precio | Desde 919 euros |
El uso del cristal en la parte trasera del iPhone 8 Plus nos proporciona una idea de más fragilidad pero a la vez permite tonos diferentes, que eso siempre vende, y la oportunidad de sumarse a la carga inalámbrica.
El caso es que al final, la sensación de un terminal mal dimensionado y con un peso extra que se nota nada más cogerlo, se compensa un poco gracias a que nos ha parecido mucho más agradable de tocar (quizás por la novedad) y cómodo pues el cristal lo hace menos resbaladizo en mano y con más agarre.
En el diseño se mantiene la ausencia del puerto de auriculares (si quieres cargar y escuchar música con auriculares con cable, no tienes más remedio que optar por un adaptador), se eliminan las bandas en la parte superior que rompían la continuidad del diseño, y se renueva la banda de aluminio con un resultado de más consistencia. Por ahora no nos hemos llevado sustos en forma de caídas pero sí que durante estos siete días hemos movido el iPhone 8 Plus sin funda por bolsos, sitios con llaves o sobre mesas sin nada de cuidado y tengo que decir que la parte trasera de cristal está impoluta. Sin una sola marca.
También se mantiene la protección contra el agua y polvo, que es IP67. No es la máxima que ofrecen sus rivales bajo Android, pero sinceramente, a final, en el día a día y habida cuenta de las consideraciones y advertencias de uso que todos los fabricantes dan para sus teléfonos con IP68, el usuario no notará la diferencia.
Otra continuidad en el diseño la hallamos en la disposición de los altavoces. Son estéreo, con uno situado en la parte superior del frontal y otro en la inferior, justo al lado del puerto de carga. Sí, hay dos, pero solo el de la derecha es "real". El sonido de esos altavoces ha mejorado algo, principalmente en potencia y separación, haciendo que se escuchen relativamente bien.
Un lector de huellas que esperemos no echar de menos pronto
No reducir marcos tiene un solo beneficiario en este iPhone 8 Plus: se mantiene la identificación de huellas Touch ID, un imprescindible tanto en un iPhone como en cualquier smartphone que sea al menos de gama media. Puede parecer un elemento sin más importancia a estas alturas, pero en el ecosistema iPhone, si Face ID no cumple con las expectativas, podríamos estar ante un factor de compra clave (junto con precio y prestaciones) a favor de este iPhone 8 Plus y en contra del futuro iPhone X.
En ese iPhone X Apple ha optado por no llevarse el lector de huellas a la parte trasera. Veremos cómo le resulta el experimento porque Touch ID funciona perfectamente y va a costar imaginarse un iPhone sin ese tipo de desbloqueo.
True Tone llega a la pantalla del iPhone 8 Plus
Hay ocasiones en que las novedades menores de ciertos componentes no tienen un efecto directo ni apreciable en la experiencia de uso con un nuevo smartphone. No ocurre con la pantalla del iPhone 8 Plus.
Las cifras nos describen un elemento que no evoluciona en tamaño, ni brillo, ni contraste ni mucho menos en resolución o tecnología del panel. Sigue siendo una pantalla de 5,5 pulgadas, con panel IPS, sensible a la presión y lo más discutible: resolución de 1080p. Ahí Apple otra vez ha sido conservador y es el fabricante de primera línea que menos densidad de píxeles (poco más de 400) ofrece en un terminal considerado de gama alta.
iPhone 8 Plus |
Galaxy S8 |
Huawei P10 Plus |
LG V30 |
Sony Xperia XZ Premium |
|
---|---|---|---|---|---|
Tamaño |
5,5 pulgadas |
5,8 pulgadas |
5,5 pulgadas |
6 pulgadas |
5,5 pulgadas |
Resolución |
1080p |
1440p |
1440p |
1440p |
2160p |
Densidad (ppp) |
401 ppp |
568 ppp |
539 ppp |
538 ppp |
806 ppp |
En tareas cotidianas esa resolución no es crítica pues los textos y demás se ven perfectamente, pero en reproducción de vídeo o para futuros usos de realidad virtual, necesitamos más píxeles.
Dicho esto y matizado su dato criticable de la resolución, hay que decir de la pantalla del iPhone que se ve fabulosamente bien en cuanto a reproducción del color y contraste. En el segundo dato no alcanza lógicamente a un panel AMOLED, pero si buscamos en una pantalla máxima fidelidad y realismo sin pasarnos (y que resulte artificial), la del iPhone 8 Plus es de sobresaliente. Y en exteriores es legible perfectamente, de las mejores en la actualidad sin duda, aunque forzar el brillo máximo en interiores, cuando no es necesario, repecute negativamente en la repruducción del color. Por suerte, el control automático del brillo es algo que en el iPhone 8 Plus está perfectamente gestionado y en este tiempo probándolo no he tenido apenas que recurrir a un manejo manejo manual del mismo.
El principal responsable de esa sensación de mayor profundidad de color es la tecnología True Tone, gracias a la cual la pantalla del iPhone 8 Plus ajusta el balance de blancos según la luz ambiente de la estancia con el objetivo de que la fidelidad y uniformidad de los colores se mantenga. La función viene prácticamente activada por defecto si no prestamos atención a la configuración inicial pero podemos ponerla en marcha o dejarla sin efecto con un simple gesto desde el centro de control, pues tiene un botón propio dentro del control de brillo.
Como pasa con el iPad Pro, el primer equipo de Apple que incluyó esta tecnología para el panel, la diferencia se puede apreciar más o menos según el entorno, pero en términos globales se agradece. Lo notamos especialmente en situaciones con poca luz.
A11 Bionic: la aplastante demostración de fuerza de Apple
El iPhone 8 Plus estrena, como es habitual con cada generación de smarpthone de Apple, el último procesador diseñado y creado por la compañía. El nuevo A11 Bionic se compone de seis núcleos, cuatro de ellos de bajo consumo y centrados en la eficiencia, y los otros dos dedicados a potencia bruta. No hay en esta ocasión limitaciones para sacar todo el rendimiento al conjunto de los núcleos al mismo tiempo. Para todos.
De esta nueva generación de SoC de Apple hay que mencionar que tanto GPU como IPS son obra completa de la propia Apple, y que el A11 Bionic incluye elementos dedicados al “machine learning” para ayudar en tareas a Siri o en fotografía, entre otros.
A estas alturas y habiendo mostrado ya su fortaleza con sus procesadores anteriores, los datos de rendimiento en pruebas sintéticas dejan al SoC de Apple en lo más alto - y con muchísima diferencia - gracias a la combinación de los seis núcleos del A11 Bionic y los 3 GB de memoria RAM. Si comparamos con cifras del entorno Android, especialmente en RAM, puede parecer una cifra baja. Pero ni por asombro. Los resultados en los test son abrumadores respecto a la competencia.
En la mayoría de benchmarks, el iPhone 8 Plus sale claro ganador. Obtiene 3091 puntos en 3DMark Sling Shot Extreme Unlimited, 2833 en Sling Shot Extreme o 58,4 y 78 fps en las pruebas Manhattan OnScreen y Offscreen respectivamente de GFXBench 3.0, cuando en nuestras pruebas anteriores, los máximos valores eran de 55 y 60 fps para el OnePlus 5T.
En la siguiente gráfica puedes ver las diferencias en GeekBench 4, donde no solo saca mucha ventaja como otros años en modo single core (dobla las cifras del Note 8), sino que en multicore, el aumento a seis núcleos del A11 impone una diferencia mucho más grande que en anteriores generaciones.
En el día a día tampoco hay nada que reprochar al trabajo del iPhone 8 Plus con el nuevo procesador. La fluidez del sistema con iOS 11, más allá de fallos que todavía contiene la versión final sacada hace pocos días, es plena y tareas que uno podría pensar que harían sufrir al terminal, como la toma de imágenes con datos de profundidad o modificación de los modos de retrato con iluminación, los hace con una facilidad pasmosa. Todo ocurre en tiempo real.
¿Por qué entonces más potencia? El trabajo del procesador no se limita a abrir o ejecutar aplicaciones. En ese aspecto incluso equipos de generaciones anteriores nos pueden dar muy buenos resultados. Sin embargo, la cantidad de información sobre la que un smartphone actual debe actuar casi en cada acción que realiza es cada vez mayor.
La fotografía es uno de los ejemplos más claros. Tomar una foto no es simplemente apuntar y disparar. Es analizar la escena para enfocar, entender la información que recoge el sensor y la mejor manera de procesar esos datos para, en tiempo real, convertirla la mejor fotografía posible. Casi todo el tiempo. En los años dorados de Apple en fotografía móvil ha sido su principal virtud.
El procesador tiene otro papel fundamental en que el HDR no resulte artificial, conseguir más fps en grabación de vídeo o que los asistentes de diferentes plataformas entiendan lo que queremos que haga en nuestro teléfono. En todo esto es donde el extra de capacidad de procesamiento juega un papel fundamental (y no sobra).
De las especificaciones técnicas del iPhone 8 Plus también hay que mencionar el paso a los 64 GB como memoria interna por defecto. Nos alegramos de esa decisión, que hace menos impulsiva la elección del modelo por cuestiones de capacidad interna, aunque Apple sigue distanciando demasiado el segundo modelo en capacidad, donde solo existe la alternativa del modelo de 256 GB.
Seguramente estamos hablando, por fin y después de 10 años, del primer iPhone de entrada (en cuanto a memoria interna) donde esa capacidad de 64 GB puede ser suficiente para la mayoría de usuarios. No es solo por esos 64 GB sino porque lo que más suele ocupar en ella, fotos y vídeos, ahora tienen un tamaño prácticamente de la mitad sin perder calidad. Todo debido a la adopción de nuevos estándares para vídeo (HEVC o H.265) e imágenes (HEIF).
En el caso de las imágenes, HEIF es un contenedor que puede almacenar varias imágenes, por lo que es ideal para tanto las Live Fotos como ráfagas o cualquier información extra que se asocia a las fotos que hacemos. En el caso del iPhone 8 Plus se aprovecha para poder almacenar todos los datos de profundidad que proporcionan las dos cámaras y poder así tener siempre la posibilidad de volver a la imagen original.
En las opciones de Fotos podemos decidir si siempre compartimos las imágenes y vídeo en HEVC y HEIF o dejamos que el sistema determine si el sistema de destino, un PC o Android por ejemplo, será compatible y en ese caso se realiza una conversión automática e invisible al usuario hacia jpeg y H.264.
Por último, una nota corta: tanto en descarga de datos como en reproducción de vídeo de alta resolución, me ha sorprendido lo fría que se mantiene la parte trasera del iPhone 8 Plus, la cual apenas se templa en condiciones de uso bastante extrema del procesador.
Una pausa para la realidad aumentada
Con iOS 11 el iPhone 8 Plus se estrena en uno de los campos llamados a ser relevantes en el futuro cercano. No es algo exclusivo del iPhone 8 Plus, pero la realidad aumentada cuadra muy bien en este terminal por las cualidades de su procesador. Parece algo natural, funciona correctamente y la doble cámara es de gran ayuda.
Que sea algo relevante es otra cosa. Lo que hemos podido probar (hay una sección propio en la App Store) se sigue limitando a curiosidades, mascotas que se mueven por encima de la mesa o utilidades de decoración. Más prometedores son algunos juegos, principalmente de disparos en primera persona o estrategia, que las primeras veces llaman la atención por la novedad, pero de los que muy pronto uno acaba o cansado u olvidándose de ellos.
Giro de 360 grados en la batería (sí, justo de 360 grados)
Apple siempre ha rodeado de cierto misterio a sus baterías. No da datos de capacidad y se ciñe a cifras de horas de reproducción o navegación. Sirven para poder comparar entre dispositivos de Apple pero poco más. En este iPhone 8 Plus el número promete ser de un par de horas más que la generación anterior.
Durante estos años, lo que hemos aprendido analizando terminales de Apple es que la autonomía efectivamente se suele mantener o mejorar muy ligeramente de generación a generación básicamente por las mejoras en la eficiencia del procesador. Siendo el iPhone 8 Plus una evolución menor que aprovecha la base de los modelos de años anteriores, no esperábamos mucha novedad.
No la hemos tenido en capacidad, con lo que, a día de hoy y tras más de 7 días probando el nuevo iPhone 8 Plus, los resultados son los esperados: un 25-30% de batería restante al final del día siendo un usuario intensivo, y algo más de un día y medio si al llegar a casa no sigues viendo vídeos o abusando de Twitter en el sofá.
Para ser un equipo tan pesado, grande y ambicioso como el iPhone 8 Plus, ese poco más de un día se nos queda algo corto, y le exigimos más, justo como a otros smartphones de gran pantalla del mercado. El problema es que otros fabricantes llevan años posibilitando una carga muy rápida para que no tengamos realmente que preocuparnos de la autonomía a corto plazo.
Entonces, ¿dónde ha movido ficha Apple? Sobre el papel, efectivamente en todo lo que le faltaba: carga rápida y también inalámbrica por inducción gracias a esa trasera de cristal. Pero si ahora mismo, con el terminal ya en el mercado, ni la carga inalámbrica ni la rápida sirven de nada (o casi nada), el giro del fabricante californiano devuelve a la experiencia en términos de batería al mismo lugar donde estaba. Justo a 360 grados.
Pruebas de tiempos de carga
Con una autonomía en la media del mercado, las pruebas de carga eran lo que más nos interesaba “testear” en este nuevo iPhone 8 Plus. Para realizarlas escogimos el cargador de serie que viene con el teléfono (el mismo de 5 W de hace años, muchos años), un cargador de 10 W del iPad, uno rápido de 28 W y un cuarto inalámbrico de 7,5 W de Mophie, uno de los fabricantes que se ha volcado con esta nueva posibilidad del terminal de Apple.
Como has visto en la gráfica, la carga inalámbrica sigue siendo a día de hoy un elemento curioso pero nada eficaz (aunque mejor que lo que obtenemos con el cargador de serie), válido quizás para espacios públicos o escenarios como el coche, pero no para casa salvo que seas de los que prefiere un espacio de trabajo limpio y listo para triunfar en Instagram. Si sumas la velocidad de carga lenta con que no puedes estar cargándolo y usándolo al mismo tiempo, queda descartado por ahora. Con la salida del propio cargador de Apple, que admitirá también el reloj y los auriculares, algo podría cambiar.
Sobre el cargador de serie con este terminal de más de 900 euros, decir que no estamos nada satisfechos sería incluso un comentario benévolo. Apple no puede dejar la carga de su equipo a un elemento de tan poca potencia y debería ofrecer un modelo en condiciones para que cargar el iPhone 8 Plus no se fuera por encima de las dos horas y media, como ocurre ahora mismo. Sí, podemos comprar uno nosotros, hay modelos que no son muy caros de terceros, pero no queremos eso.
Por último tenemos las pruebas con cargadores más o menos rápidos. El que viene con el iPad básico, de 10 W, cumple en la primera mitad de carga (sobre los 35-40 minutos) pero se derrumba en el segundo tramo. En cuanto a otros cargadores rápidos, eso sí, bajo el estándar Quick Charge 3.0 (un modelo de RawPower genérico de carga rápida de 24 W), los resultados nos convencen más, alcanzando el 50% en poco más de media hora.
Apple ofrece una posible solución, su cargador USB-C de 29 W que sale por 59 euros, y con el que en media hora podríamos tener el 50% de la batería del iPhone 8 Plus cargada. También podríamos recurrir a otros cargadores USB Power Delivery (USB-PD) con al menos 29 W de terceros, pero necesitaríamos comprar un cable USB-C a Lighting además del cargador. Suma y sigue.
También aclara que en unos meses veremos mejoras en la carga inalámbrica mediante una actualización software para los cargadores compatibles. La realidad es que, a día de hoy y con el iPhone 8 Plus en la calle, (casi) nada ha cambiado. Y lo que teníamos no era para presumir en cuanto a tiempos y posibilidades de carga.
iOS 11, mejor si vives en el ecosistema Apple
El iPhone 8 Plus se estrena en el mercado con la última versión del sistema operativo para móviles iOS 11. En esta ocasión las mejores funciones que llegan con iOS se las lleva el iPad, pero hay alguna que se agradece en el iPhone.
Centro de control de estreno
Lo más directo de apreciar en iOS 11 en un iPhone es el centro de control, el cual podemos personalizar bastante. Sin hacernos llorar de alegría, al menos ya no es la pesadilla de iOS anteriores.
También hay novedades con las notificaciones, las cuales podemos gestionar desde la pantalla bloqueada de forma más directa, pero aquí, iOS sigue bastante lejos de la eficaz y más práctica manera de controlar notificaciones de Android, por ejemplo.
Por cierto, si algún conocido tiene dudas sobre su teléfono con iOS o simplemente quieres compartir de forma rápida algo que has hecho con él, en iOS 11 grabar y compartir lo que ocurre en la pantalla es sencillo y directo.
También Siri dice haber mejorado en iOS 11. El asistente de Apple sigue sorprendiendo por lo bien que entiende lo que le decimos, no suena muy artificial, pero seguimos estando lejos de un asistente con el que podemos interactuar de forma completamente natural. Corregir una instrucción errónea, por ejemplo, no suele dar resultados.
Algo más de creatividad
En iOS 11 llegan más filtros para aplicar a las fotos y ciertas ayudas en la creatividad con la cámara, como tener largas exposiciones para las fotos o realizar bucles, aunque todo ello dentro de una Live Foto y tras realizarla y almacenarla en la galería.
Si estás con Apple, mejor
Configurar un nuevo teléfono, compartir archivos, usar una conexión Wifi que ya has indicado en otro equipo ... todo es cuestión de tener otro equipo de Apple. Por ejemplo, si tratas de conectarte con un iPad a un red Wifi que ya tienes en el iPhone, te saltará un aviso de compartir contraseña y listo.
Estrenar nuevo iPhone es igual de rápido salvo por la descarga de aplicaciones. Pero buena parte de la configuración que ya tengas en el equipo anterior queda clonada en un solo gesto, así que esa idea de que si estás dentro del ecosistema Apple todo te irá mejor (o al menos será más directo y fácil), se refuerza con iOS 11.
La gran cámara del iPhone 8 Plus
No hay nada desconocido en la cámara del iPhone 8 Plus. Tenemos dos sensores de 12 MP, uno de ellos angular y otro tele, con las mismas características de luminosidad del año pasado: f1.8 para el sensor principal, que también incluye OIS, y f2.8 para el que permite realizar un zoom 2X. No son las mejores cifras del mercado, pero Apple compensa como mejor sabe hacer: con el procesado en tiempo real, más potente en este iPhone 8 Plus gracias al IPS nuevo y la capacidad de proceso del A11 Bionic.
En la presentación del nuevo iPhone 8 Plus, Apple comentó de pasada que el tamaño del sensor es algo más grande que el del año pasado, lo que nos lleva a tener fotodiodos más grandes y con ello conseguiríamos captar más luz pero sobre todo que no haya interferencias entre la información que capta un fotoreceptor y los de al lado.
A nivel de funcionamiento, la cámara nos parece más rápida tanto en el enfoque como en la toma de imágenes, especialmente con poca luz. El chip A11 Bionic pone de su parte para que el disparo sea inmediato, y lo agradeceremos en situaciones en que queremos hacer la foto nada más ver la escena a recoger, o para conseguir menos desenfoque de movimiento en elementos de la imagen. Aquí Apple recurre a una técnica que no es nueva consistente en estar ya tomando imágenes antes de pulsar el botón de disparo y posteriormente "decidir" por nosotros qué imagen era la que no queríamos perdernos o la que mejor ha salido.
Viendo los resultados en nuestras pruebas, que como sabéis tratamos de repetir en mismos escenarios y condiciones de luz que con test anteriores para comprobar las mejoras (o errores) de cada teléfono, la cámara del iPhone 8 Plus nos deja mejores fotos que el año pasado en la mayoría de situaciones (con luz) pero pienso que el motivo está más del lado del procesado que del sensor.
La diferencia se hace notar de forma muy destacada en el color de las imágenes, sobre todo en rostros. Sin llegar a resultar imágenes no naturales, los colores se ven más saturados e intensos, con lo que una falta de fuerza de las fotos del iPhone de los últimos años comparado con otros terminales punteros en fotografía, ha quedado atrás. El responsable de ello es el nuevo filtro de color.
También parece que, en muchas de las escenas con buena luz, el procesado, sin llegar a resultar contraproducente, introduce más detalle en las imágenes apoyado en el ISP que por ejemplo ya deja la tarea principal de reducción de ruido al hardware y no al software como hasta ahora.
Por cierto, ahora el HDR está activo en todas las imágenes por defecto y debemos ir a un menú muy lejano entre la configuración del propio teléfono, no entre las opciones de la cámara, para desactivarlo. El trabajo del nuevo ISP con estas imágenes HDR prácticamente siempre nos hace preferir la imagen en HDR.
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Ligera mejora por la noche
Pasamos a analizar los resultados de la cámara del iPhone 8 Plus por la noche y también hay mejoría, aunque aquí me parece que Pixel sobre todo y el Galaxy S8 en menor medida, aciertan en más situaciones gracias a que recogen más luz. En nuestra comparativa de los mejores smartphones podremos comprobarlo de forma más precisa.
Lo que os podemos contar con estas pruebas en solitario es que el iPhone 8 Plus mejora en el control de luces intensas, la reducción de ruido, el rango dinámico y de nuevo especialmente el color, que mantiene fuerza y naturalidad cuando hay poca luz.
Sí a la cámara doble (y al zoom 2X)
Si tienes dudas entre el iPhone 8 o el iPhone 8 Plus y no te importa el tamaño extra, la cámara doble da tanto juego que merece la pena la inversión extra.
En este iPhone 8 Plus no se trata solo del modo retrato, bastante mejorado como veremos más adelante, sino de la información sobre profundidad de la imagen que la doble cámara recoge, almacena y luego podemos usar para realizar retoques más creativos o aplicar efectos a posteriori.
No podemos olvidarnos del zoom 2X que conseguimos. Ese segundo sensor, al contrario que en el iPhone X, no cuenta con estabilización ni tampoco más luminosidad que el f2.8 del año pasado, así que los resultados te dejarán muy satisfecho cuando hay luz suficiente, y serán pasables con poca luz, donde el ruido se hace notar bastante.
Modo retrato y luz de estudio
Ese zoom 2X es clave cuando usamos el modo retrato que ya estrenó Apple en su iPhone 7 Plus el año pasado. Cuando activamos este modo de disparo no solo usamos el sensor con tele sino que se aplica un efecto de difuminado del fondo más agresivo que el que conseguimos puramente por distancia focal.
El tiempo que ha pasado se nota bastante en los resultados que hemos obtenido. La diferencia entre el sujeto y el fondo está más definida, hay más detalle en primer plano y, al menos a mi me pasa, es una funcionalidad de gran éxito y que uno acaba usando con personas más de lo que al principio se imaginaba.
Con buena luz el modo retrato ha mejorado, como he dicho, contiene menos fallos (aunque no se eliminan y los resultados dependen mucho de la situación) y el ruido se trata mejor, aunque cuando la luz escasea ya empiezan los problemas debido a que recordemos que es un f2.8 y sin estabilización.
Mientras Apple afina más el modo retrato básico, con este iPhone 8 Plus llegan más opciones en forma de nuevos modos bautizados como Iluminación de Retratos. Lo que hace es justo lo que imaginas: simula diferentes tipos de iluminación para tratar de acercarse a fotos de retrato más complejas y cuidadas. Al menos en el efecto global, otra cosa es la calidad.
Los nuevos modos de retrato con luz llegan en fase beta, pero aún así son muy llamativos y espectaculares cuando logras ejecutar uno de manera más o menos correcta y no te quedas sin oreja o algo menos de rostro de manera artificial. Los recortes, en la mayoría de los casos, están muy lejos de lo que esperemos que sea el resultado final, pero nos gusta.
Lo mejor de todo es que, gracias al contenedor HEIF, las imágenes se almacenan en el iPhone con toda la información del profundidad que necesitan para poder aplicar el efecto una y otra vez, modificarlo pero siempre poder volver a la foto original. Y puedes compartir y guardar la que desees.
Nuevo flash cuádruple
Poco solemos hablar del flash en las pruebas con smartphones. Los resultados suelen ser terroríficos y, al menos en mi caso, no soy muy de usar este tipo de ayuda en las fotos pese a que haya muy poca luz y por mucho que se trate de sistemas de varios LED y tonos.
En este iPhone 8 Plus le hemos dado una oportunidad por el estreno de un sistema de cuatro LED de varios tonos que promete hacer más natural la foto con flash cuando la realizamos a una persona, tratando de no quemar zonas concretas e iluminando de formas más compensada.
Aunque depende mucho del tipo de foto, en general en nuestras pruebas el nuevo flash del iPhone 8 Plus mejora la luz en los rostros, evitando quemarlos y colocando tonos de piel más cercanos a la realidad.
La otra novedad, la sincronización lenta, en teoría debería conseguir iluminar de forma natural a una persona durante un periodo corto de tiempo a la vez que el obturador permanece más tiempo abierto para recoger luz del fondo y que no quede oscuro. No es una opción que nosotros controlemos sino que la decisión la toma el propio teléfono, lo cual no acaba de convencernos.
Vídeo 4K a 60 fps y cámara lenta de más calidad
El Apple A11 Bionic apoya la grabación de vídeo en el iPhone 8 Plus de una manera también contundente. Las novedades tienen que ver con la cámara lenta, que ahora puede ser a 1080p cuando escogemos 240 fps, o un modo de grabación 4K que admite tanto 24 como 30 y 60 fps.
Estos modos avanzados de vídeo no aparecen a no ser que tengamos activada la opción de formatos de alta eficiencia (HEIF y HEVC) para la cámara. Como el iPhone se encarga de convertir fotos y vídeos en caso necesario de forma transparente, es recomendable tenerlo activado y así poder optar a los nuevos modos de vídeo.
Los resultados en grabación de vídeo, tanto lenta como 4K a 60 fps, son de gran calidad. Los resultados a 60 fps incluso pueden resultar artificiales para algunos usuarios. La estabilización OIS ayuda bastante, y poder usar el zoom 2X de forma directa nos da algo de margen creativo.
iPhone 8 Plus, la opinión y nota de Xataka
No ha resultado nada sencillo valorar las pruebas y test de experiencia a las que hemos estado estos días sometiendo al nuevo iPhone 8 Plus pensando en cierta manera en que en unos días llegará al mercado el iPhone X y, aunque con la mayor parte de su interior igual, previsiblemente lo superará en casi todo. También en precio, y eso que este iPhone 8 Plus no es un terminal precisamente asequible.
El iPhone 8 Plus ha demostrado continuidad en todo lo que Apple hace bien año tras año, te guste o no la compañía: pantalla de calidad, diseño con un cuidado máximo por los detalles, cámara mejorada y sobre todo, una demostración de potencia bruta que deja a todos sus rivales a mucha distancia.
Pero el nuevo iPhone 8 Plus tropieza otra vez con unos marcos muy grandes que hacen al terminal un equipo nada cómodo para lo que podemos encontrar en el mercado de la gama alta actualmente. El cambio al cristal le ha sentado bien y permite carga inalámbrica (aunque de poco valor por ahora), lo que sumado a la carga rápida incorporada alivia ligeramente un problema que el iPhone, como el de los marcos, ha ido arrastrando demasiado tiempo.
Curiosamente un nuevo iPhone de este año solucionará el problema de los marcos excesivos y diseño caduco, y aunque puede que introduzca otras incógnitas como Face ID, estamos ante el primer año en que un nuevo iPhone tiene rival en decisión de compra dentro de su mismo ecosistema y no solamente fuera.
8,9
A favor
- Calidad de la pantalla y visibilidad en exteriores
- El teléfono más potente del mercado con mucha diferencia
- La cámara y su modo retrato y zoom 2X
- Acabado y construcción
- Memoria interna de entrada de 64 GB
En contra
- Diseño caducado
- Escasa resolución de la pantalla para VR y vídeo
- Mejoras en la batería que no se acaban de aprovechar
- Diseño con marcos que lo hacen pesado, grueso y enorme
- Cargador de serie ridículo
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La noticia iPhone 8 Plus, análisis: una gran cámara y una bestia de procesador dentro de un iPhone con diseño sin futuro fue publicada originalmente en Xataka por Javier Penalva .
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