jueves, 30 de abril de 2015

Análisis del Huawei P8, un paso más para adentrarse en la gama alta

Huawei P8 1

Huawei hace tiempo que dejó de ser lo que los anglosajones denominan como underdog: alguien de quien no se espera que gane pero que, de vez en cuando, da la campanada. El fabricante chino no es ningún equipo pequeño y ha demostrado en varias ocasiones que es capaz de hacer las cosas bien. Eso sí, su lista de tareas todavía tiene algunas casillas de marca y una de ellas es una obligación para cualquier fabricante de teléfonos móviles que se precie. Estamos hablando, claro, de tener un buque insignia reconocido por todos.

Llevan años en la búsqueda de ello con la gama que ellos ha denominado como P. El año pasado estuvieron cerca y a pesar de tener un buen producto, sus especificaciones y rendimiento lo situaban en un teléfono que se quedaba unos pasos de alcanzar lo cánones de la gama alta. Este año Huawei vuelve a la carga con una nueva generación de P8 y con la misma asignatura pendiente. Ya les conocemos, el gran público gracias a la oferta de las teleoperadoras también, pero ahora es el momento de que demuestren que también pueden hacer grandes dispositivos y competir de tú a tú con los púgiles clásicos de esta categoría. ¿Tiene el Huawei P8 lo que hay que tener para ser uno de los grandes? Es hora de descubrirlo en nuestro análisis.

Especificaciones técnicas

Un gama alta es, en resumen, un dispositivo que no tiene compromisos. El año pasado Huawei demostró dar un paso adelante pero no avanzó lo suficiente para llegar a lo más alto. Este año viene con una renovación ambiciosa en el hardware donde, a simple vista, no se aprecian carencias que pongan en entredicho el rendimiento. Eso sí, hay algunas incógnitas si echamos un ojo a la lista de especificaciones.

Huawei P8, características técnicas
Dimensiones físicas 144.9 x 72.1 x 6.4mm, 144 gramos
Pantalla IPS LCD 5,2 pulgadas
Resolución 1080 x 1920 píxeles (424 ppp)
Procesador HiSilicon Kirin 930, 4 núcleos a 2GHz y 4 a 1,5GHz
RAM 3 GB
Memoria 16 / 32 / 64 GB (ampliable)
Versión software Android 5.0 con EMUI
Conectividad LTE Cat 3, NFC, Bluetooth 4.1, Wi‑Fi ac, Ant+, GPS, IR
Cámaras Principal de 13 MP con estabilización // Vídeo HD // Secundaria 5 MP
Batería 2680 mAh polímero de litio (no extraíble)
Precio Desde 499 euros

A simple vista todo parece que está en orden pero si vamos más en detalle algunos aspectos es imposible no fijarse en el procesador Kirin. Acostumbrados a encontrarnos con Qualcomm en esta gama, el 930 es una alternativa prometedora pero poco conocida. Como veremos luego, el rendimiento que da el chip es notable y demuestra que Huawei puede hacer SoCs competitivos en esta gama. Lo más preocupante a priori es la batería, con menos de 3.000 mAh es difícil conseguir buenos resultados y aquí el fabricante chino ha demostrado que todavía no ha encontrado un buen punto de optimización de la energía.

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16GB de ROM son suficientes y siempre tenemos la posibilidad de ampliarlos. Eso sí, de salida solo tendremos diez libres, seis es un peso algo grande para una ROM que, como veremos más adelante, tampoco tiene un repertorio de aplicaciones y servicios tan grande para justificar dicha cantidad. La cámara es otra duda que resolveremos másAn adelante aunque visto lo visto con el Mate 7 podemos esperar buenos resultados. Hechas las presentaciones, ahora sí, vamos a pasar al P8 por nuestra mesa.

Huawei P8, análisis en vídeo

Hemos hablado de sus especificaciones pero antes de comenzamos, vamos con nuestro análisis en vídeo para ver más en detalle de qué es capaz este terminal.

Diseño, mejor acabado, pero poco original

Huawei se puso seria con el diseño el año pasado y apostó por metal y cristal para crear un móvil con poca personalidad pero con un buen planteamiento. Este año han refinado el concepto y se han centrado en el aluminio como material principal. Un bloque rectangular, muy recto pero con las esquinas ligeramente redondeadas para facilitar el agarre. La proporción tamaño y peso es correcta, ni ligero ni pesado pero fino, eso sí.

En mano es cómodo y podemos llegar sin problemas a cualquier punto de la pantalla con la que lo sujetamos. Eso sí, el metal aquí se vuelve un poco traicionero por dos motivos: el calor se distribuye por toda la parte trasera, transmitiendo más sensación de calentamiento cuando lo cogemos, y la superficie es algo resbaladiza, denominador común que tienen todos los teléfonos que apuestan por este material. Cuidado cuando lo tengamos en mano.

Huawei P8 3

En cuanto a los detalles se nota que han puesto mucho mimo en que esté lo mejor acabado posible por fuera, pero no les ha salido del todo redondo. Esbelto, líneas rectas y atractivas pero también con algunos aspectos en los que podían haber afinado un poco más. Los tornillos situados a los lados del conector micro USB rompen el conjunto y los botones de volumen son blandos. Les falta robustez y no transmitir la sensación de que estamos hundiendo el dedo sobre una pieza. El detalle de cambiar la textura en el botón de encendido es curioso y está bien pensado para que lo encontremos rápido con el dedo.

Cuando llegue a España, el P8 tendrá cuatro configuraciones de colores. Nosotros hemos analizado la variante que ellos llaman como champán y lo cierto es que han atinado. No es dorado del todo pero según le dé la luz se puede apreciar ese tono. La ranura nano SIM y microSD se esconden tras dos bandejas que podemos retirar con un pin. Nada que no hayamos visto pero que ha demostrado en varias ocasiones que funciona. Las piezas extraíbles son robustas y se introducen y retiran sin ningún problema. El modelo que llega a España no es dual SIM ni tampoco tiene el sistema que presentaron en Londres donde se podía usar una microSD o una SIM según las necesidades de cada uno.

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Si comparamos con el Huawei P7 es indudable apreciar que aquí han dado un cambio importante: han mejorado en materiales y sobretodo en transmitir la sensación de que se trata de un producto de valor y no un quiero y no puedo. Sin embargo, todavía tienen trabajo que hacer para encontrar su identidad. Los parecidos con otros tope de gama son inevitables y aunque no es algo que resulta molesto para el usuario, sí que gustaría ver algo más original y que realmente podamos decir que es suyo. Los "cualquier parecido es mera coincidencia" no funcionan.

Pantalla, las Full HD siguen teniendo su hueco

En este apartado Huawei vuelve a apostar por IPS LCD, paneles que a estas alturas han demostrado funcionar muy bien aunque a veces, según el proveedor, el rendimiento deja un poco que desear. Esta vez han aumentado de las 5 pulgadas a las 5,2 manteniendo resolución Full HD. A este tamaño hay que restarle un poco de alto ya que los botones táctiles virtuales ocupan una pequeña franja en la parte inferior.

El frontal del terminal está bien aprovechado, los marcos horizontales son muy justos y aunque los verticales no son los más finos, son lo suficientemente sutiles para no dar la sensación de que tenemos un rectángulo negro enmarcando la pantalla. Estos últimos son muy parecidos a los del M9 aunque aquí Huawei aprovecha mucho mejor las bandas horizontales. Eso sí, los altavoces quedan relegados al marco inferior.

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Volviendo con la pantalla, la densidad es correcta y no se aprecian los píxeles. El panel de primeras ofrece una buena impresión pero en cuanto giramos un poco la pantalla podemos observar que pierde un poco de luz y aparecen algunos tonos rojizos sobre el blanco. El espacio de color es bastante amplio pero parece que la pantalla no está del todo bien calibrada y como en otros paneles IPS LCD tiene a verse un poco rojiza en situaciones puntuales.

El contraste es correcto y su única carencia importante es el brillo. Con situaciones de poca luz ambiente se porta sin problemas y no tiene que encenderse del todo para verse bien. El problema viene cuando estamos bajo el sol: la sensación que da es que le falta potencia y ahí el móvil tiene que darlo todo para que logremos ver algo. En comparación con otros tope de gama aquí el P8 se queda un poco atrás.

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A nivel de software hay algo en la pantalla que me incomoda mucho y parece que es algo propio tanto de EUI como de MIUI. Cuando hay mucha luz, el sensor que la detecta recalibra la pantalla para aumentar el contraste y que los colores sean más saturados, perdiendo así tonos más oscuros. Se puede desactivar, por fortuna, pero si es la primera vez que los vemos nos puede extrañar ver que nuestro P8 muestra colores de una forma extraña.

Rendimiento y autonomía, claros y oscuros

Acostumbrados a Qualcomm, cada vez que nos toca lidiar con un chip hecho por el propio fabricante del teléfono las sensaciones son nuevas. De nuevo, Huawei sigue con su SoC Kirin en una nueva evolución que trae una arquitectura de cuatro grandes núcleos grande y cuatro pequeños, algo parecido a lo que hace el Snapdragon 810 y algo totalmente opuesto a Mediatek cuya estrategia se está basando en poner todos grandes. Sea como sea, empecemos con los tests sintéticos:

hUAWERI Galaxy S6 Edge HTC One M9 OnePlus One Galaxy S6 iPhone 6
Antutu (32 bits) 44.545 63.422 56.335 48.175 63.290 46.821
Geekbench (Single/Multi) 1.101 / 2.096 1442 / 4469 1145 / 3758 974 / 2.194 1.501 / 5.251 1.613 / 2.886
Quadrant 23.186 36.379 -- 22.654 35.365 --

Como podemos ver, el chip de Huawei sale bien parado si lo comparamos con móviles de 2014. Si lo enfrentamos de tú a tú con procesadores de 64 bits, donde la datos son más justos, vemos que frente al Snapdragon 810 todavía tiene que mejorar. Van por bueno camino y, recordemos, que este tipo de pruebas no lo son todo porque la experiencia con el Huawei P8 en el día a día es notable.

El terminal va fluido en todo tipo de situaciones y se nota que puede manejar Android 5.0 Lollipop sin mayores problemas. Rápido, la cámara tarda muy poco en iniciarse, las únicas carencias que se le puede sacar al rendimiento son algunos momentos en los que se le atraganta abrir determinadas aplicaciones. Pequeños tirones que en mi experiencia nunca se han traducido en tener que forzar el cierre de ninguna app. Parece más un problema de software que de optimización del hardware. El 930 y los 3GB de RAM son una buena combinación.

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A la hora de abrir juegos exigentes o aplicaciones del día a día puede con todo así como vídeos en Full HD. De hecho, el último análisis que hice en Xataka Android con Popcorn Time lo hize con él y el vídeo a 720p y full HD (este último sobre tarjeta microSD) lo supera sin problemas. Eso sí, no todo son buenas noticias en este apartado para el P8.

Si hablamos de autonomía la cuestión se complica y es que a pesar de ponerle 2.680 mAh nos encontramos que apostar por polímero de litio en vez de por ion puede servir para darle un aspecto esbelto pero no para culminarla con una densidad de energía alta. Un paso atrás que convierte a la batería en uno de los puntos débiles de este terminal.

En un día de poco uso llegará sin despeinarse pero a poco que lo usemos o intercalemos entre WiFi y datos observaremos que empezará a caer en picado en cuanto queramos utilizar el móvil para algo más que leer el correo o leer Whatsapp. De hecho, los días que más uso intento le he dado he tenido que cargarlo antes de que termine el día y ojo, no hablo de las diez de la noche, hablo de las cinco o seis de la tarde cuando por la mañana he tenido que salir un rato y tirar de 4G o he jugado un rato.

Huawei prometió hasta un día y medio de uso y probablemente lo conseguiremos si dejamos el móvil sobre la mesa y solo encendemos la pantalla para ver la hora. Mala elección en este apartado y el software de ahorro de batería más que ayudar lo que hace es ser una traba y ralentizar el paso de servicios que deberían estar funcionando en segundo plano pero, ahora sí, hablemos de este apartado a fondo.

EMUI es un diamante en bruto

EMUI es una capa de software curiosa. Tengo que reconocer que hace años cuando probé algunos móviles de Huawei me gustó mucho la idea, año tras año la fueron mejorando pero en esta última versión los cambios son un poco desacertados y aunque sigue siendo igual de visual y personalizable que antes, hay unos cuantos aspectos que no me han convencido en absoluto. De fondo tenemos un Android 5.0 Lollipop que salvo en pequeños detalles como las notificaciones en el escritorio o las flotantes en determinadas aplicaciones no se deja notar mucho, Huawei lo tiene todo bien controlado.

Cuando tenemos ya nuestro teléfono configurado podemos observar que Huawei mete muchas aplicaciones: explorador de archivos, linterna, grabadora de audio, cliente de correo, navegador… Algunas de ellas son útiles pero otras como el administrador del teléfono redundan funciones que ya introduce Android por su cuenta. En cuestiones de personalización hay muchas cosas que puedo tolerar pero EMUI en esta ocasión ha cruzado un par de líneas que me chirrían mucho.

Primero: iconos desactualizados de los servicios de Google. Al contrario que en otras versiones de EMUI, no se pueden cambiar de forma individual y, sorpresa, ninguno de los packs que hay disponibles incluyen versiones actualizadas. Es algo estético (lo sé) pero que da una sensación muy fea: apuestas por la última versión de Android y mutilas sus iconos para mostrar los que usaban hace casi un año.

Img 20150430 144902 1 2015. Un móvil con Lollipop pero con iconos desfasados.

Segundo: las dificultades y trabas que ponen para instalar otro launcher. No soy amigo de tener todas las aplicaciones en el escritorio y carpetas, viva el drawer de aplicaciones, y tener que rebuscar en el menú de ajustes de aplicaciones para cambiar la que se usa en el launcher me parece bastante rebuscado cuando su sitio suele ser otro mucho más a mano. Son detalles absurdos porque luego en cuanto a rapidez y animaciones el software funciona bien pero es algo que me ha molestado de EMUI.

Luego hay aspectos en los que da una de cal y una de arena: el centro de notificaciones. Hace muy bien mostrando la hora de cada mensaje pero con algunas aplicaciones tiene a duplicar esfuerzos y si, por ejemplo, tenemos quince correos en una cuenta de GMail nos mostrará por un lado todos anidados en un item de la lista y por otro quince más con cada mensaje. Mucho ruido. Por fortuna se puede configurar en el menú de ajustes pero, de nuevo, algo más que tenemos que cambiar nosotros por nuestra cuenta.

Huawei P8 8

Como funciones exclusivas, la más destacada la encontramos en la posibilidad de encontrar nuestro P8 hablando y preguntando dónde está. A la hora de llamarlo el sistema es parecido al "Okay Google" de Google Now. Tan solo tenemos que decir "Okay Emy" (o el mensaje que queramos) para posteriormente decir "Where are you?". Las comillas, por cierto, no son casualidad. De momento el software para esta opción solo funciona en la lengua de Shakespeare, con un poco de suerte estará disponible en español cuando se comercialice el teléfono.

También tenemos la opción de hacer pantallazos golpeando con los nudillos en la pantalla (no es más útil ni más rápido que pulsar la combinación clásica de botones) y funciones para mejorar la conectividad. Por un lado tenemos lo que Huawei llama como WiFi+ que se encarga de elegir la red de forma automática y cambiar entre datos o WiFi según la calidad de la señal. Las pruebas con este sistema no han ido del todo bien y es que estando pegado a un router capaz de transmitir a 100mbps me sugería que me pasara a 4G. Esperemos, una vez más, que esto se arregle cuando el teléfono se comercialice.

Otro detalle en el que EMUI se inmiscuye demasiado es en la gestión de los procesos en segundo plano. De nuevo, tenemos que invertir algo de tiempo en configurarlo para que no mate aplicaciones cuando se apague en la pantalla. Esto debería servir para mejorar la autonomía pero en el día a día no se nota. En estas casi dos semanas probando el terminal me he dado cuenta de que a veces mata apps sin que me de cuenta y, por tanto, sin recibir notificaciones cuando sea necesario. Curioso, y extraño, es que no haya podido hacer funcionar correctamente Timely. Simplemente bloqueaba la pantalla del móvil cuando sonaba la alarma.

A pesar de todo esto, que no es poco, EMUI pone buenas ideas sobre la mesa para quien no quiera complicarse con Android o no esté demasiado acostumbrado a capaz de software no tan intrusivas con los servicios que usa a diario. En mi caso, la experiencia ha sido frustrante y da la sensación de que aquí tienen que mejorar mucho todavía. Pequeños detalles que van sumando hasta que al final acaban pesando demasiado y, en este caso, restando.

Luchando por ser de los mejores smartphones fotográficos

Con la cámara Huawei nos vendió grandes promesas y podemos decir que muchas de ellas las ha cumplido. Su sensor de 13 megapíxeles ofrece un rendimiento soberbio en todo tipo de situaciones mejorando de lejos la ya de por sí buena experiencia que ofreció hace unos meses el Huawei Ascend Mate 7. Veamos algunos ejemplos.

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Donde más luce, con diferencia, la cámara del P8 es en la fotografía macro. Rápida en el enfoque y con un nivel de detalle al que pocos teléfonos llegan. Sorprende lo bien que capta la textura de los materiales y el bokeh que hace. No siempre afina con el desenfoque pero casi siempre lo hace bastante acertado.

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En situaciones de buena luz la cámara saca pecho: buena calidad, poco ruido y muchos detalles en la escena. El rango dinámico podría ser un poco más extenso pero cubre muchos puntos desde las sombras hasta las altas luces. En la foto que tenéis justo arriba tenemos un buen ejemplo.

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El modo HDR es un buen aliado para la cámara del P8 pero en algunas ocasiones termina dando un toque demasiado artificial que si bien ayuda a que toda la imagen quede bien iluminada puede resultar un poco cargante. Aún así, buen trabajo en este apartado también.

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En interiores o situaciones de poca luz, donde las cámaras suelen sufrir más, el P8 vuelve a demostrar que lo hace bien. A veces tiende a empastar algunas texturas y crear ese molesto efecto papel mojado cuando ampliamos pero en exteriores con luz artificial lo hace bastante bien y no mete demasiado ruido, podéis ver un ejemplo debajo de estas líneas.

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Para acabar, tenemos un modo que hace único al P8: líneas de luz. Con esta opción se nos facilitará la creación de dibujos utilizando una lintera que iremos moviendo para trazar formas en el aire. En la presentación la idea era atrevida ya que normalmente para este tipo de fotos se utilizan cámaras y edición en un ordenador. Sin embargo, los resultados que conseguimos son buenos.

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Como podemos ver en los ejemplos, a la hora de captar el rayo de luz lo hace con acierto pero hay que tener cuidado a la hora de hacer la foto ya que a poco que nos movamos el resto aparecerá movido como podéis observar. Aún así es capaz de sorprender pero por desgracia no es un modo al que podremos sacarle excesivo provecho pero como forma de presumir de sensor y software es un punto a su favor.

La opinión de Xataka

Decíamos al principio de nuestro análisis que este año era la oportunidad para que Huawei demostrara que era capaz de hacer teléfonos tope de gama. Respecto al P7, ha dado un salto que se nota en todos los apartados: mejor pantalla, diseño más cuidado y elegante, cámara mejor que algunos competidores que llevan años luchando en lo más alto… Sin duda alguna el P8 es un excelente teléfono.

Eso sí, no está exento de fallos. La mala optimización de la batería y un software que da más quebraderos de cabeza que soluciones hacen que este terminal se gane el puesto en lo más alto, sí, pero a sabiendas de que tiene modelos que compiten mejor donde él flaquea. Aún así, tiene muchas virtudes en las que fijarse y poco a poco este underdog está cerca de convertirse en un peso pesado para competir con los grandes de esta categoría. Van por el buen camino y el P8 es la mejor muestra de ello.

8,1

Diseño8,25
Pantalla 8,5
Rendimiento8,25
Cámara8,5
Software7,75
Autonomía7,25

A favor

  • Factor forma y materiales propios de un tope de gama
  • Cámara excelente, buen sensor y software de procesado
  • Buena pantalla, sin necesidad de ir más allá del Full HD

En contra

  • Batería muy corta, difícil que aguante un día a pleno rendimiento
  • EMUI tiene mucho margen de mejora y no mejora la experiencia de uso
  • Diseño poco original

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Huawei. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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La noticia Análisis del Huawei P8, un paso más para adentrarse en la gama alta fue publicada originalmente en Xataka por Juan Carlos González .










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