Había mucha curiosidad en el mundo tecnológico por conocer cómo articulaba Apple una posible llegada de un iPad de más tamaño y potencia. ¿Sería su apuesta por el mundo de los convertible? El iPad Pro habrá quien lo vea directamente como eso, como un paso intermedio o adelanto de un posible sutituto del portátil en muchos escenarios de uso, pero en primer lugar es un iPad. Gigante.
En Xataka ya hemos probado el iPad Pro, incluyendo su accesorio Pencil y lo hemos acoplado con un teclado para contarte cómo es eso de vivir durante una semana con un tablet de 12,9 pulgadas donde todo es mayúsculo. Allá vamos.
iPad Pro, principales características
Como es habitual, arrancamos nuestro análisis del iPad Pro detallando sus principales especificaciones para tener una foto general del producto:
iPad Pro, características técnicas | |
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Dimensiones físicas | 305,7 x 220,6 x 6,9 milímetros 713 gramos sólo WiFi 723 gramos WiFi + LTE |
Pantalla | 12,9 pulgadas |
Resolución | 2732x2048 píxeles (264 ppp) |
Procesador | Apple A9X |
RAM | 4 GB |
Memoria | 32 / 128 GB (no ampliable) |
Sensores | Touch ID Giroscopio 3D Acelerómetro Barómetro Luz ambiente |
Versión software | iOS 9 |
Conectividad | Bluetooth 4.0 Wi‑Fi (802.11a/b/g/n/ac) LTE, DC-HSDPA, HSPA+ con Nano-SIM |
Cámaras | Posterior de 8 MP iSight, frontal de 1,2 MP |
Batería | 10320 mAh (no extraíble) |
Precio | 32 GB + WiFi --> 899 euros 128 GB + WiFi --> 1079 euros 128GB WiFi + LTE --> 1299 euros Apple Pencil --> 109 euros Smart Keyboard --> 179 euros |
Un iPad más que gigante que solo ha hecho eso: crecer
Todavía no he conocido ni hablado con nadie que al ver por primera vez el nuevo iPad Pro no haya quedado boquiabierto por las dimensiones del equipo. Son "solo" 3 pulgadas, de 9,7 a 12,9, las que la pantalla de este iPad aumenta su diagonal, pero el resultado es abrumador tanto para la vista como para el agarre del nuevo tablet de Apple.
Pantalla | Peso | Grosor | Altura | Anchura | |
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iPad Pro | 12,9" | 713 gr | 6,9 mm | 305,7 mm | 220,6 mm |
Surface Pro 4 | 12,3“ | 766 gr | 8,45 mm | 292,1 mm | 201,4 mm |
Lenovo Yoga Tablet 2 Pro | 13,3" | 950 gr | -- | -- | -- |
En mano esa variación se convierte en una diferencia de tamaño real bastante impresionante. Y la culpa no hay que colocarla del lado de Apple si nos ceñimos a las dimensiones físicas como datos. El grosor y peso son muy destacables para este tamaño y comparado con el Surface Pro 4 es más alto y ancho pero no de forma desproporcionada. El problema del iPad Pro es que lleva a un formato nuevo para Apple un diseño que nos hemos acostumbrado a ver en "pequeñas" diagonales.
Pese a que Apple ha conseguido un tablet de gran formato con un peso de apenas 700 gramos, el nuevo iPad Pro es bastante pesado para la concepción actual de tablet y claramente inasumible para manejar con una sola mano o en escenarios donde hasta ahora asumíamos como hábitat natural del tablet. La cama, por ejemplo. Incluso con las dos manos sujetando el tablet nos hemos encontrado situaciones ridículas para el iPad Pro, como podría ser usarlo en modo vertical. De hecho, los desarrolladores que no permiten ahora mismo que sus aplicaciones se vean en horizontal y obligan al uso en vertical, tienen un problema y reto con este iPad Pro si quieren que sus apps se acaben usando en este nuevo modelo.
El iPad Pro me queda muy claro que tiene su uso natural en modo apaisado, bien sea cogiéndolo con las dos manos o colocándolo sobre la mesa. Sin embargo Apple no ha hecho ningún esfuerzo a nivel de diseño para amoldar el uso del tablet a estos nuevos escenarios. Una simple peana desplegable y regulable, como la del Surface Pro, le habría quedado perfecta. Sin embargo, si queremos algo parecido hay que recurrir a accesorios como la Smart Cover, la cual cuesta 69 euros. Y no es lo mismo.
Ahora bien, una vez que nos hemos quitado el susto de encima y acoplamos el iPad a una posición apaisada y cómoda sobre una mesa, por ejemplo, ese extra de diagonal se disfruta mucho. Si ya usabas el iPad Air 2 como elemento de trabajo en esta posición, la nueva diagonal se agradece mucho y nos deja la sensación de estar realmente ante la pantalla de un portátil pero con un panel que lo supera en calidad en todos los aspectos.
Lo que es necesario para que esta experiencia sea plena es que las aplicaciones se adapten a esta nueva diagonal y no sean meras ampliaciones o a veces ni tan siquiera eso. Si a nivel de productividad hemos de pedirle a las aplicaciones que saquen partido del mayor área de trabajo, en las que son para disfrutar plenamente (lectura, cocina, juegos ...) necesitamos resolución y contenido que se vea genial en la pantalla de este iPad Pro.
Una pantalla para mirar y tocar pero sobre todo crear
La gran beneficiada del aumento de tamaño del iPad Pro es la pantalla. 12,9 pulgadas con resolución de 2732 x 2048 píxeles quedan en la franja que hemos visto en los mejores conceptos similares del mercado. La densidad se fija en 264 ppi, que supone un detalle excelente en un tablet y que deja un área de trabajo muy superior al actual de los tablets más grandes de Apple.
Respecto a la calidad de la pantalla, no hay dudas. Apple no se podía permitir montar un panel inferior al de sus mejores tablets en un modelo donde todo el protagonismo está precisamente en ese elemento, y nos ofrece un panel que se ve espectacular, con la habitual reproducción de color asombrosa y fiel, ángulos de visión completos, gran nivel de brillo y una estupenda y fiel respuesta táctil. Siguen los reflejos, pero dentro de lo comprensible, aunque el mayor área de pantalla hace que por momentos pueda darnos la idea de que es una pantalla que refleja más que la de otros tablets. Lo que no falla es que vayan quedando huellas y algo de suciedad con el paso de las horas, por mucha capa repelente que se integre.
La mayor ausencia tecnológica en la pantalla del iPad Pro es precisamente una de las que Apple más ha presumido este año: el 3D Touch. Por ahora lo ha limitado a sus iPhone, pero creemos que integrarlo en este nuevo iPad Pro le habría venido muy bien. Al fin y al cabo vamos a querer interaccionar de forma más compleja y continua con la del iPad Pro, y por ahora nos quedaremos expectantes. Y algo incompletos, como veremos más adelante en esta review.
En ese panel del iPad Pro sí que se ha incluido nueva tecnología táctil para integrar el uso del lápiz óptico. Y este accesorio que incomprensiblemente Apple vende de forma separada (lo sensato hubiera sido que todo conformara un pack), es la verdadera razón de ser actualmente del iPad Pro.
Pensar en comprar el nuevo iPad cuando no vas a querer dibujar o usar su lápiz óptico es complicado. Al menos, tras esta prueba en Xataka, no le vemos valor añadido al nuevo formato para ir más allá salvo situaciones concretas. Si usas habitualmente un iPad con teclado externo o en forma de funda, este nuevo modelo puede resultar interesante porque ganas bastante área de trabajo para tener casi dos pantallas de un iPad Air 2 en pantalla dividida. Y con un buen teclado como el de Logitech, es una experiencia intereresante pero que está claramente limitada si pretendes realizar tareas o acciones que en un PC son elementales pero aquí no están ni contempladas.
La idea detrás del Pencil del iPad Pro es facilitar una herramienta creativa a un cierto mercado que con el tiempo es lógico que se incremente. Los diseñadores (más bien dibujantes por ahora) o profesionales relacionados con el retoque fotográfico podrán sentirse cómodos con este iPad Pro si las aplicaciones acompañan en el camino.
El lápiz es delgado, de considerable longitud y muy ligero. Es casi como estar dibujando con nada. De aspecto asequible, cuesta casi 110 euros. Es recargable mediante Lighting, algo que podemos hacer conectándolo directamente al puerto correspondiente del iPad Pro (acción que es requerida la primera vez que lo usamos para emparejar el accesorio y no tener que hacerlo más) o a un cable de carga clásico usando un adaptador hembra-hembra que viene con el accesorio cuando lo compramos. También se incluye una punta de recambio.
Pese a su pequeña batería, la carga del lápiz lleva su tiempo: casi dos horas. Aquí Apple ha tratado de enmendar el asunto con una carga rápida que en menos de medio minuto de carga, algo que podemos hacer sin problema incluso en el propio iPad Pro, obtengamos una media hora de uso del lápiz.
Aunque puede serlo, aquí el lápiz no es una herramienta de interacción con el tablet en todo momento. Su uso está centrado plenamente en el aspecto creativo. En nuestras pruebas, con dibujantes y diseñadores gráficos mediante, se ha mostrado muy sensible y capaz de detectar el nivel de presión con precisión, con un flujo de trabajo que no difiere mucho del que hasta ahora obtenían con una tableta digitalizadora a nivel de hardware.
En el uso del Pencil no hay retraso apreciable y lo más importante (y que nos generaba dudas) es que funciona sin problema alguno cuando apoyamos la mano sobre la pantalla. Es cierto que hay detalles a mejorar pero estos vienen más del lado del software que del hardware.
Del funcionamiento del Pencil del iPad Pro echamos en falta algún botón físico que mejore la interacción y tareas dibujando. Menús contextuales, cambiar de grosor un pincel ... hay opciones que podrían haberse implementado con un simple botón en el cuerpo o en la parte superior, y no ha sido así. Aquí el ejemplo más cercano de buen hacer en ese sentido lo tenemos en el stylus del Surface Pro 4, que es capaz de lanzar aplicaciones o realizar acciones con controles físicos integrados en el propio lápiz táctil.
Otro detalle: aunque es un accesorio y no un elemento nativo del iPad Pro, no entendemos que no haya lugar específico para él en el diseño (ni tan siquiera en fundas o el teclado) o al menos un sistema de acople magnético como tiene por ejemplo Surface Pro. Con el precio que tiene y su tamaño, es de esperar que este accesorio lo acabemo perdiendo si pretendemos trabajar en movilidad o no somos muy organizados.
Potencia bruta para lo que queramos
El reto de Apple al crear este iPad Pro era tanto a nivel de diseño e interacción con el lápiz como de medición de su capacidad para proporcionar un rendimiento sin contratiempos para tareas y aplicaciones que iban a demandar mucha potencia. Y la jugada les ha salido perfecta.
Desde el primer momento en que te pones manos a la obra con el iPad Pro, abriendo aplicaciones, moviéndote entre ellas, importante archivos pesados (incluso de CAD) o trabajando a pantalla dividida, todo es fluidez. Aquí Apple no ha escatimado y de entrada ya aporta 4 GB de memoria RAM.
Pero no nos olvidemos del portento del procesador A9X. Con él Apple vuelve a demostrar dónde se encuentra en diseño de soluciones para dispositivos móviles, sentando una buena base para poder ver en un futuro no muy lejano equipos portátiles más clasicos con ARM (al menos si nos referimos exclusivamente a capacidad de procesamiento)
Si nos vamos a los datos, los resultados en GeekBench arrojan cifras superiores incluso a los Macbook Air de 13 pulgadas de este mismo año, por supuesto a los Macbook con Core M e iguala algunos modelos de Macbook Pro y al modelo de Surface Pro 4 con Core i5 en el trabajo con un solo núcleo.
Pero no es la comparación que debemos hacer. Mejor quédate con que Apple ha vuelto a demostrar el nivel al que ha llevado este tipo de procesadores, y que no deberá estar ya muy lejos el momento en que se atreva a usarlos en sus propios portátiles. Por problemas de desempeño no va a ser, y las dudas quedan realmente del lado del software.
Otros comentarios le debemos al tema de la memoria interna. Vuelve a ser un elemento de alto nivel tanto en velocidad de escritura como de lectura, pero no nos convence tanto a nivel de capacidad total. Aquí no hay un modelo de entrada de 16 GB. Esa capacidad del modelo más asequible se ha subido hasta los 32 GB, pero ya con un salto directo al de 128 GB. Aquí, lo justo nos hubiera parecido partir del inmediato inferior, es decir, de 64 GB. Pero a Apple le funciona su estrategia de forzar dar el salto al modelo superior y no iba a cambiarlo.
A nivel de hardware Apple coloca conectividad LTE en el modelo con datos, y Wifi ac con dos antenas MIMO. E integra por supuesto la identificación por huella con el sistema Touch ID.
Una novedad importante está relacionada con el sonido. La queja respecto al sonido y especialmente la colocación de los altavoces en los iPad de Apple ha sido continua de nuestro lado. Con el iPad Pro pasamos de golpe a cuatro altavoces colocados en las esquinas . Esa colocación permite un sonido amplio y potente, aunque con las lógicas limitaciones de un grosor tan reducido del equipo.
Para mejorar el sonido que obtenemos de estos altavoces, Apple recurre a los sensores para determinar en qué posición sostenemos o está colocado el tablet. Los cuatro altavoces son idénticos y capaces de reproducir graves, pero cuando están en funcionamiento, Apple siempre usa los que se encuentren en la parte inferior para los graves y los de la parte superior para los tonos medios y agudos. Si giramos el tablet, el sonido se adapta automáticamente.
Batería al nivel que esperamos de un iPad
Más pantalla, más resolución y más potencia. Con esa carta de presentación, el iPad Pro requería de una batería acorde para poder aspirar a mantener un nivel de autonomía que ha sido (y sigue siendo) seña de identidad de los productos Apple que no son iPhone. Me refiero a iPad y por supuesto sus Macbook.
Así que optó por lo seguro, colocando más de 10.000 mAh en el interior de su nuevo tablet. Y practicamente clavó la experiencia con anteriores iPad de la compañía. En nuestras pruebas, el trabajo continuo con el iPad Pro en modo intensivo (Wifi y datos en proporción 3/4, pantalla con brillo casi al máximo) y con teclado todo el tiempo acoplado (un modelo con retroiluminación que recoge la energía de propio iPad ) rondó las 7-8 horas, un dato muy cercano al que hemos ido teniendo en los últimos meses de trabajo idéntico con el iPad Air 2.
Si el uso lo regulamos más e introducimos más navegación web y reproducción multimedia, no es complicado superar las 10-11 horas de uso mixto. De nuevo en la línea de los mejores tablets del mercado y cifras que cumplen con los esperado de un producto de este tipo. Los datos que hemos obtenido están en sintonía con otras pruebas de referencia.
Esa enorme batería para un producto de Apple tiene un inconveniente a la altura: el tiempo de carga. La compañía va necesitando un sistema de carga rápida y productos como este iPad Pro nos dan la razón. Los más de 10.000 mAh de la batería de este iPad Pro superan las cuatro horas de carga haciendo uso del cargador de 10 W. Esa cifra es bastante alta para pensar en una carga de emergencia o mientras estamos usando el equipo, algo que no es descabellado. De hecho Apple lo asume al incluir en el paquete un cable de carga Lighting muy largo.
La experiencia de escribir con teclado externo en el iPad Pro
El otro accesorio que llega con el iPad Pro es un teclado. Pero no parece que se lo hayan tomado muy en serio. Para empezar la disponibilidad del modelo que no sea americano se hará de rogar un par de semanas al menos, así que a esta prueba le hemos añadido un modelo de un tercer fabricante como Logitech. En cuanto tengamos la oportunidad de probar el teclado de Apple actualizaremos este análisis con nuestras prueba más a fondo.
Por ahora, del teclado de Apple podemos decir que nos ha parecido muy básico. Sigue la idea que ha hecho famosa Microsoft con su Surface y que integra el teclado en una funda delgada y con acabado textil. Pero la solución de Microsoft nos parece más avanzada y se nota que este teclado de Apple es una primera generación. Las teclas tienen un recorrido correcto pero inferior al que desearíamos, la separación es adecuada, pero la experiencia de escritura está lejos de la que obtenemos con un portátil, teclado externo o incluso soluciones de terceros, como el Logitech que hemos probado.
Es ese teclado de Apple, que tiene un coste de 179 euros, echamos en falta un touchpad con el que ser más ágiles a la hora de movernos por la interfaz de iOS. Cuando uno tiene las manos en el teclado, espera poder moverse por la interfaz con un elemento cercano y no tener que apartar los dedos. Su ausencia me parece otra pista de que no hay mucho interés en Apple en que escojas este iPad Pro en vez de un portátil. Aunque la más clara se llama iOS 9.
Ese tamaño de pantalla extra sirve al iPad Pro para conseguir un área de trabajo muy superior al actual en un iPad Air 2. Completamente real. Pero lo que ganamos hay que aprovecharlo más allá de poder usar dos aplicaciones en pantalla dividida de manera muy cómoda. Este iPad Pro pide a gritos aplicaciones que simplemente no se adapten sino que le saquen partido. Y su número o importancia no son todavía relevantes, siendo muy fácil encontrar ahora mismo aplicaciones que ningunean el extra de pantalla hasta el límite de resultar casi una caricatura.
Por ahora parece que las que más se están poniendo las pilas son las relacionadas con el retoque y creatividad, el gran nicho de este nuevo iPad. Ahí en combinación con el lápiz táctil está el verdadero poder de atracción de este iPad Pro. Ahí está quizás el segmento por el que Apple quiere empezar a buscar un nuevo nicho con el que seguir creyendo en los tablets.
iPad Pro: la opinión y notas de Xataka
Con el iPad hundiéndose en ventas y una compañía dependiente de las ventas de su smartphone, Apple busca nuevo hueco en el mercado. Este año sus dos lanzamientos estrella han sido el Apple Watch y este iPad Pro que hemos analizado en Xataka.
Con la vitola de ser un explorador para el traspaso de competencias del portátil al tablet, el primer iPad Pro se presenta como un iPad gigante. Pese a su peso y grosor muy reducidos, no parece nada adecuado que esta sea la compra de quien busca un tablet. Solo tiene sentido en formato apaisado, sobre la mesa preferiblemente. Pero pese a que los escenarios de uso de este iPad Pro no son los mismos que en un tablet de menos de 10 pulgadas, Apple no ha realizado ni un solo esfuerzo de diseño por adaptarse.
Todo lo contrario pasa con la batería, rondando las 10 horas pero sin carga rápida pese a su capacidad, o el rendimiento, fantástico y toda una muestra de poderío de Apple junto con la pantalla, que se disfruta mucho.
Por último tenemos el llamado Pencil, un accesorio sin el que es mas difícil entender a este iPad Pro y que resulta preciso, ligero pero también un sobrecoste para un producto que ya tiene un precio de partida alto.
9,1
A favor
- Peso y grosor pese a su gran tamaño
- Rendimiento fantástico
- Funcionamiento del lápiz digital
- Pantalla de gran calidad
En contra
- Altura y anchura exageradas para un tablet
- iOS 9 lejos de sacar partido al mayor área de trabajo
- Sin sistema de carga rápida para una batería tan grande
- Precio alto especialmente si le unimos teclado y Pencil
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Apple. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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La noticia iPad Pro, análisis fue publicada originalmente en Xataka por Javier Penalva .
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