Las estrategias y dinámicas de los escenarios de combate han ido cambiando con el paso del tiempo. Y no quedan dudas de que la tecnología ha jugado un papel significativo en este camino evolutivo con la provisión de nuevas armas y vehículos. Sin embargo, hay una premisa que parece no perder vigencia, al menos por ahora: que en cualquier enfrentamiento es mejor pasar desapercibido.
En el mundo naval, más específicamente en los submarinos, encontramos un claro ejemplo de esta realidad. Se trata de navíos capaces de sumergirse y, gracias a su sofisticada tecnología, de ser prácticamente indetectables, lo que se traduce en elevado sigilo y grandes capacidades de maniobra. Los barcos, sin embargo, todavía están lejos de alcanzar estas cualidades.
En la búsqueda de barcos de guerra más silenciosos
Si bien puede que los barcos jamás puedan reducir su firma acústica hasta tal punto de ser prácticamente indetectables, es posible bajar su nivel de exposición al implementar nuevos sistemas de propulsión. Al menos esto es lo que cree DARPA, según la BBC. La agencia dependiente del Departamento de Defensa de los Estados Unidos está involucrada en un proyecto que apunta en esa dirección.
La idea que persigue, sin embargo, no es completamente nueva y data desde hace más de medio siglo. Se trata de un sistema de propulsión conocido como magnetohidrodinámico. El mismo se diferencia de las propuestas convencionales porque no tiene partes móviles. No hay ejes de transmisión, hélices y otros componentes que, al agitar el agua, puedan revelar la ubicación del barco ante un navío enemigo que pueda estar utilizando un sonar pasivo.
El sistema magnetohidrodinámico se basa en la fuerza de Lorentz, es decir, la fuerza que ejercen campos eléctricos y magnéticos sobre una carga eléctrica. Sin entrar en detalles técnicos, la aceleración mediante un campo magnético de un fluido como el agua salada permite empujar la embarcación en cuestión en la dirección opuesta. Sobre el papel esto es prometedor, pero también tiene sus inconvenientes.
Una serie de pruebas realizadas en la década de 1990 por la Fundación Japonesa de Barcos y Océanos con un pequeño barco denominado Yamato-1 dejó en evidencia que el sistema estaba lejos de ser eficiente. Requería demasiada energía y se movía a una velocidad extremadamente lenta. Además, necesitaba imanes mucho más potentes y electrodos más duraderos.
Los años han pasado y, según DARPA, ya tenemos imagen más potentes. Sin embargo, el obstáculo de los electrodos sigue estando presente. Estos elementos se enfrentan a un importante desgaste durante su utilización, por lo que es necesario contemplar nuevos tipos de materiales que, además de ser más resistentes, soporten altas intensidades de corriente eléctrica.
Pero esto no es todo. El sistema, aunque ha demostrado ser funcional, todavía presenta una gran desventaja que debe ser abordad antes de su futura implementación en barcos militares. Resulta que no es tan silencioso como se esperaría. Es que cuando impulsa la embarcación se crean burbujas que generan resistencia, reducen la eficiencia y, por si eso fuera poco, provocan ruido que se traduce en una firma detectable.
En DARPA, no obstante, son optimistas y ya están trabajando para abordar estos problemas. A partir del año que viene empezarán a probar nuevos materiales y dedicarán 18 meses para diseñar, fabricar y probar la primera unidad con propulsión magnetohidrodinámica. El objetivo que deberá superar el prototipo será alcanzar un rendimiento equivalente a los sistemas de hélice existentes. Con el tiempo sabremos si lo conseguirá.
Imágenes: Bing Image Creator | Ajay Suresh
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La noticia Los barcos de guerra de EEUU son demasiado ruidosos. DARPA cree tener la solución: propulsión de campos magnéticos fue publicada originalmente en Xataka por Javier Marquez .
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