Hace unos meses Acer presentó su nueva gama de portátiles premium Aspire S 13. La empresa taiwanesa suele destacar por ofrecer alternativas económicas, por lo que es muy interesante saber de qué han sido capaces en el sector de los ultrabooks profesionales con una propuesta cuya configuración de hardware más cara no supera los mil euros.
Para responder a esta pregunta hemos estado probando durante unos días una de las versiones más potentes de este dispositivo, equipada con procesador i7-6500U, 8 GB de memoria RAM, pantalla de 13.3 pulgadas y disco duro SSD de 512 GB. ¿Habrá conseguido un buen rendimiento frente al de alternativas varios cientos de euros más caras?
Acer Aspire S 13, especificaciones
Con su Aspire S 13 Acer trata de ofrecernos un ultrabook elegante y con buenas especificaciones, y todo ello intentando ganarle la baza de la franja de precios al resto de fabricantes. Pero antes de entrar a valorar los detalles de sus acabados y rendimiento, vamos a empezar desglosando sus características técnicas.
Acer Aspire S 13, características técnicas | |
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Dimensiones físicas | 327,66 x 228,6 x 15,24 mm, de 1,27 kg |
Pantalla | LCD IPS 13.3 pulgadas |
Resolución | FullHD 1920×1080 píxeles |
Procesador | Intel Core i7-6500U a 2.5 GHz |
Procesador gráfico | Intel HD 520 |
RAM | 8 GB LP DDR3 |
Memoria | SSD de 512 GB |
Versión software | Windows 10 de Home de 64 bits |
Conectividad | Wi-Fi 802.11a/b/g/n, Bluetooth 4.0, 2x USB 3.0, 1x USB 3.1 de tipo C, HDMI, lector de tarjetas SD y jack de audio de 3,5 mm. |
Cámara | Frontal HD |
Batería | Polímero de litio de 4850 mAh, 45 W |
Precio | Aún no está a la venta online, pero sus precios serán: 13.3" FHD/Intel® Core i3-6100/4GB/128GB SSD/W10ML PVPr: 699 € c/IVA 13.3" FHD/Intel® Core i5-6200/8GB/256GB SSD/W10ML PVPr: 899 € c/IVA 13.3" FHD/Intel® Core i7-6500/8GB/256GB SSD/ W10ML PVPr: 999 € c/IVA |
Lo primero que llama la atención cuando vemos este dispositivo es su diseño. Como veremos después, han hecho algunos sacrificios en cuanto a los materiales utilizados, posiblemente con la intención de recortar el precio, pero lo han sabido hacer de tal manera que siga resultando un portátil atractivo visualmente.
El modelo analizado viene equipado con un procesador Intel Core i7-6500U, un micro quad-core a 2,5 GHz, y el cual viene equipado con una GPU Intel HD 520. Aun así, en el catálogo de la empresa taiwanesa hay otras variantes con procesadores i5-6200U o i3-6100U. Este dispositivo aún no se vende en España, por lo que habrá que ver cual es la configuración con la que llega a nuestro país.
La pantalla ofrece lo mínimo que cabría esperar en un dispositivo de estas características, aunque sin ningún alarde que la haga destacar. Con esto me refiero a que tiene una resolución FullHD de 1920×1080 píxeles, pero ni la pantalla es táctil ni se han arriesgado a lanzar una configuración con mayor pixelage.
Incluye 8 GB de memoria RAM, que a día de hoy son casi un estándar para los equipos que quieran asegurar un rendimiento óptimo. Aun así y como pasaba con los procesadores, también variantes más económicas con sólo 4 GB, que aunque debería ser suficiente para la mayoría de las tareas, quizá se queden un poco cortas si queremos utilizar programas especialmente tragones.
En cuanto al resto de extras, el Acer Aspire S 13 incluye Wi-Fi 802.11a/b/g/n, Bluetooth 4.0, una webcam HD, dos ranuras USB 3.0 y otra microUSB 3.1 de tipo C que nos vendrá muy bien para conectar dispositivos móviles que lo utilicen. También tiene un puerto HDMI completo, un lector de tarjetas SD y un jack de audio de 3,5 milímetros.
Diseño serio pero atractivo
Acer ha aspirado a ofrecer un ultrabook cuyo gran punto a favor sea un precio más económico que el del resto de alternativas con hardware similar. Y eso quiere decir que ha tenido que hacer algunas concesiones en los acabados, aunque lo ha hecho apañándoselas para favorecer al diseño general y que tenga un innegable aspecto premium.
La concesión más notable la encontramos en una carcasa exterior acabada en plástico gomoso. Pero su impresión a líneas consigue darle un aspecto serio y profesional al portátil, mientras que al tener una textura parecida a la goma evita la molestia de que acabe llenándose de huellas en cuanto llevemos unas horas utilizándolo.
Cuando lo abrimos, comprobamos que el acabado plástico también está en el marco que rodea la pantalla, aunque lo compensa un chasis de aluminio cepillado muy estético y atractivo. Eso sí, a diferencia de la tapa, en el chásis sí que se quedan marcadas las huellas, un problema que por otra parte no deja de ser común en estos acabados.
El marco de la pantalla me ha parecido un poco más ancho de lo que debería, especialmente en la parte inferior, aunque nada exagerado que lo penalice en exceso. La pantalla en sí tiene un acabado mate que ayuda a que aparezcan menos brillos. El equipo es bastante fino, y aunque no podamos decir que 1,27 kilogramos lo convierta en un peso pluma, sí que le da la ligereza que cabe esperar de un Ultrabook.
Otra de las grandes concesiones en los acabados ha sido la bisagra, que contrasta con el aspecto premium del resto de componentes al estar acabada en plástico cromado. En cualquier caso, no deja de ser una concesión que asumirán quienes agradezcan que el equipo cueste bastante menos que otros de hardware similar.
Y acabamos con los laterales, que están acabados con una aleación de aluminio y magnesio. En el izquierdo nos encontramos con una de las ranuras USB 3.0, el jack de audio y una tapa que esconde una ranura para tarjetas SD. El resto de componentes están en el lado derecho, tanto la entrada para la toma de corriente como el otro USB 3.0, el MicroUSB 3.1 de tipo C y el puerto HDMI completo con el que podremos conectarlo fácilmente a cualquier monitor o televisor.
Una pantalla correcta y sin alardes
13,3 pulgadas son un buen tamaño para la pantalla de un ultrabook. No se trabaja tan cómodamente como con pantallas de 15 pulgadas, pero hace que sea casi tan cómodo de transportar como los de 11, y eso siempre es una ventaja si buscamos un dispositivo versátil con el que poder trabajar casi desde cualquier sitio.
Tiene una resolución Full HD perfecta para disfrutar de todo tipo de contenidos multimedia. Como he dicho antes el acabado de la pantalla es mate, y eso evita que aparezcan demasiados brillos y reflejos, lo que unido a sus buenos ángulos de visión dan como resultado un buen dispositivo para disfrutar de contenidos multimedia en grupo.
Me queda la impresión de que Acer ha sabido medir muy bien las concesiones en este punto. La pantalla es más que suficiente para sacarle el máximo partido, aunque sin alardes. Fuera se quedan, por ejemplo, unas resoluciones QHD que hubieran encarecido notablemente el equipo, pero que a la hora de consumir multimedia a nivel de usuario tampoco se hubieran notado demasiado.
Lo que quizá si echamos de menos en el modelo que hemos probado es la disponibilidad de una pantalla táctil. Los taiwaneses también comercializarán versiones con ellas, pero está por ver si llegan a nuestro país. Estos modelos serán un poco más pesados, pero tendrán 10 puntos de presión que pueden ser útiles en para poder movernos por Windows 10 sin necesidad de recurrir al panel táctil.
Windows 10 sobrecargado de aplicaciones preinstaladas
El Acer Aspire S 13 viene equipado con Windows 10, el último sistema operativo de Microsoft. Esto nos permitirá disfrutar de todas sus bondades, como su nuevo menú de inicio, el asistente virtual Cortana, una interfaz de usuario llena de novedades como los diferentes escritorios, y el nuevo navegador Microsoft Edge, al que Acer ha acompañado de Firefox.
Lamentablemente, Acer ha decidido sacrificar parte del buen rendimiento del sistema operativo sobrecargándolo de aplicaciones preisntaladas. Al iniciar el equipo nos toparemos ya con 7 accesos directos en el escritorio, de los que varios son simples accesos a páginas web y uno no lleva a ninguna aplicación, sino al instalador de una.
He contado un total de 10 aplicaciones propias de Acer y dos antivirus, uno de los cuales a los pocos días ya te dice que está caducando. Otro problema es que varias de estas aplicaciones se inician junto al equipo, lo que no sólo afecta a la velocidad del inicio de sesión, sino que hace que nos sigan apareciendo cuadros de texto al rato de haber iniciado el sistema.
Entre las aplicaciones preinstaladas hay algunas útiles como un Acer Care Center para tener toda la información del equipo y ponerlo a punto. Pero son pequeñas excepciones que acaban pagando el pato de sus compañeros de viaje, ya que un usuario con mínimos conocimientos lo primero que le entrarán ganas de hacer es de desinstalarlas todas o realizar una instalación limpia del sistema operativo.
Afortunadamente el sistema operativo es sólido, lo que unido al disco duro SSD hace que esta sobrecarga de apps no repercuta demasiado en el rendimiento general del equipo. Aun así, en mi opinión es bastante molesto encontrarte con el escritorio y menú de inicio tan sobrecargado desde el primer momento, y quizá Acer debería haber pensado un poco más en los usuarios en este aspecto.
Buen rendimiento para trabajar, malo para jugar
Aunque Acer tiene modelos con varios tipos de procesadores para que podamos gastarnos más o menos dependiendo de nuestras necesidades, la unidad de prueba que hemos estado utilizando es la que viene equipada con el Intel i7-6500U, por lo que las conclusiones no tienen por qué ser aplicables a los modelos de potencia inferior.
Durante nuestras pruebas hemos podido comprobar que el portátil se comporta perfectamente a la hora de utilizarlo para navegar, realizar videoconferencias o estar haciendo trabajos de oficina. En general su rendimiento no da ningún problema, y su fluidez es buena cuando estamos utilizando programas o navegando por los menús del sistema.
Eso sí, su tarjeta gráfica lo limita bastante a la hora de utilizar herramientas de edición exigentes como pueda ser Photoshop y similares. Además, aunque el Intel HD 520 nos permitirá disfrutar de juegos antiguos o de potencia media, no podemos esperar que sea capaz de mover los últimos lanzamientos del mercado de los videojuegos.
Sobre el papel, Acer nos dice que la batería de su portátil debería darnos una autonomía de cerca de 13 horas, pero la verdad es que esta cifra varía bastante dependiendo del uso que le demos. Por una parte, si utilizamos el modo de ahorro de batería sí que nos acercaremos a ella, pero si en cambio decidimos darle caña y exprimirlo con aplicaciones especialmente exigentes este máximo de autonomía fácilmente se reduce a la mitad, unas cinco o seis horas.
Si lo que queremos es utilizarlo para trabajar en una oficina escribiendo textos, utilizando editores básicos de fotografía y navegando en la red, la batería nos puede durar entre siete u ocho horas. Esto lo convierte en un buen candidato para quienes queramos cumplir con nuestra jornada laboral sin tener que preocuparnos por tener un enchufe cerca.
Acer Aspire S 13 (Intel Core i7-6500U) | Dell XPS 13 (9350, Intel Core i7-6500U) | Mountain Light 144G (Intel Iris Pro 5200) | ASUS NX500J (NVIDIA GTX 850M) | |
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PCmark Home | 2.712 | 2.827 | 3.729 | 2.746 |
PCmark Creative | 2.600 | 3.793 | 3.975 | 3.718 |
3DMark Cloud Gate | 8.130 | 5.613 | 9.829 | 12.512 |
En cuanto a los resultados de rendimiento bruto a través de bancos de pruebas, nos vienen a confirmar muchas de las sensaciones que nos había dejado. PCmark Home mide el rendimiento emulando una carga de trabajo doméstica, y aquí vemos que el equipo no se aleja demasiado de otras alternativas que hemos ido probando.
En cambio, con un Creative que mide el trabajo multimedia sí que vemos que se queda un poco por debajo de la competencia, mientras que en las pruebas de 3D Mark para medir potencia gráfica comprobamos que aunque los resultados no son malos, quedan muy lejos de los de otras alternativas que equipan gráficas dedicadas.
Otros aspectos que me han gustado a la hora de utilizar el portátil son su teclado retroiluminado con unas teclas con tacto agradable y que no hacen demasiado ruido, por lo que es muy agradable escribir con ellas. Tambiénme ha gustado el que tenga un touchpad preciso y bien acabado, y sobre todo un sonido Dolby Digital potente y de bastante calidad.
La opinión de Xataka
Acer ha demostrado conocer el público al que dirige su nuevo ultrabook, y ha conseguido ofrecer una alternativa solvente y bien acabada que con un precio de 1000 euros ofrece especificaciones parecidas a otros portátiles de 1500 euros. Para ello ha tenido que hacer concesiones en el acabado, aunque a la mayoría de ellas ha sabido sacarles partido para que no le perjudiquen.
Todo ello en un equipo idóneo para navegar, llevárnoslo de viaje gracias a su tamaño, y trabajar en una oficina gracias a su potencia y su autonomía. No es portátil con el que vayamos a poder utilizar aplicaciones de diseño exigentes o los últimos videojuegos del mercado, pero tampoco pretende dar la impresión de que vaya dirigido a ese tipo de usuarios.
Por lo tanto, El Acer Aspire S 13 es equilibrado, potente y con un buen acabado. Ofrece los suficientes argumentos como para ser una alternativa a tener en cuenta en su sector, pero no se arriesga a destacar en ninguno de sus aspectos para no poner en riesgo su gran baza, la del precio.
8,3
A favor
- Diseño serio y atractivo
- Autonomía notable
- Puerto USB tipo C y HDMI completo
En contra
- Demasiado bloatware
- Marcos excesivos
- Algunas concesiones como el plástico cromado de la bisagra
El ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de Acer. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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La noticia Acer Aspire S 13, análisis: potente y atractivo ultrabook a un precio competitivo fue publicada originalmente en Xataka por Yúbal FM .
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