Veinte años después de convertirse en todo un fenómeno, de arrebatar a 'Parque Jurásico' el récord de recaudación (aunque le duró poco, apenas un año) y de elevar a status de estrella a Will Smith, 'Independence Day' vuelve a las carteleras. La cinta de Roland Emmerich nos deparó momentos muy recordados (la destrucción de la Casa Blanca, el discurso del presidente...) pero ninguno como la "curiosa" manera en la que los humanos conseguíamos vencer a los aliens (Alerta Spoiler): un virus informático.
Por lo tanto lo que muchos deseamos ver en 'Independence Day: Contraataque', de nuevo dirigida por el ínclito Emmerich, es con qué nueva heroicidad "hacker" nos deleitará David Levinson, el personaje interpretado por Jeff Goldblum. Pero no adelantemos acontecimientos y volvamos a 1996 para analizar esa mítica escena con (poco) esmero y (mucha) sorna.
Vamos a hackear una nave extraterrestre
Los aliens llegan a la Tierra el 2 de Julio de 1995 con unas naves de combate gigantescas e impenetrables y las aviesas intenciones de cargarse la Tierra y o que es más grave: la fiesta del 4 de Julio. En minutos reducen a cenizas Los Ángeles, Nueva York y Washington (y unas cuantas ciudades del resto del mundo pero eso ya tal) y avanzan.
En dos días se prevé que la humanidad sea exterminada. Nuestra última esperanza es Obi-Wan son una nave alien estropeada (y escondida en el Área 51) desde Roswell y una idea: meter un virus en el sistema informático de los aliens para apagar los escudos impenetrables de las naves de combate y darles fuerte y duro con nuestros cazas y nuestra artillería.
Sin embargo en 1996 todavía no había wifi gratuito y de calidad en las grandes ciudades (bueno, ni en 2016, para que nos vamos a engañar) por lo que las naves aliens tienen que montar su propio wifi para conectarse y usar el whatsapp marciano para coordinar sus ataques. Obviamente, de esta súper wifi alienígena, no nos quieren dar la clave (tienes que ser cliente, como la del Starbucks).
Por lo tanto para infectar el virus habrá que pilotar la nave hasta la gigantesca nave nodriza (tamaño media Luna, más o menos 3800 millones de campos de fútbol, que es una medida muy española), colarse en ella, buscar un punto de acceso y subir el código. Luego soltar una bomba de muchos megatones y huir muy rápido. ¿Qué podría salir mal?
Los personajes de Goldblum (el genio informático) y de Will Smith (el súper piloto canallita pero muy patriota) son los encargados de una misión que en las casas de apuestas hubiera tenido una cuota de 1 a 1 a que iba a terminar muy pero que muy mal. Sorprendentemente consiguen la primera parte del plan (la de llegar hasta la nave nodriza) con bastante facilidad y entonces se inicia la magia: Levinson no utiliza la consola de la nave si no su propio Powerbook de mediados de los 90 para conectarse a la red, subir el virus y ejecutarlo.
El código se propaga más rápido que los spoilers de 'Juego de Tronos', los escudos caen, un poco de fanfarria y la humanidad prevalece. La venganza del hacker. "Yo soy humano, humano, humano". "Hemos venido a emborracharnos, el resultado nos da igual".
Por qué esto no tiene ningún sentido
En el gran clásico de las invasiones alienígenas, 'La Guerra de los Mundos' de H. G. Wells, los recordados trípodes son derrotados por las enfermedades terrestres, para las cuales no están preparados (no he puesto el Spoiler Alert esta vez porque si no sabes esto, te mereces que te spoilen todo en la vida). Los guionistas de 'Independence Day', el propio Emmerich y su colega Dean Devlin, decidieron homenajear al clásico pero adaptándolo al mundo de la informática, que con el abaratamiento de los PCs, la fascinación por la cultura hacker y el advenimiento de Internet empezaba a ser muy mainstream. Sin embargo no se preocuparon mucho por documentarse, la verdad.
El primer problema grave en la sinopsis loca que hemos comentado anteriormente es la compatibilidad. Que un virus creado en un PowerBook 5300, un pesado artilugio con 8MB de memoria, CPU a 100Mhz, escaso de conectores y con tendencia a prenderse fuego que apenas podría abrir con solvencia esta página que estás leyendo, pudiera resultar compatible y entendible por un sistema operativo de una raza alienígena miles de años más avanzada que la nuestra roza el disparate.
Pero es que, ¿cómo se conecta siquiera? ¿Por el puerto serie? ¿Por el paralelo quizás? ¿Usan los aliens la tecnología Ethernet? Mira que con esos dedacos pringosos que gastaban no los veo yo haciendo muchos cables de red, la verdad.
De todos modos, si gracias a Steve Jobs que estás en los cielos, consiguen conectar con la red de la nave y el virus resulta compatible (y ya estamos suponiendo), está el tema de la seguridad. ¿Tiene sentido que una raza que equipa sus naves con escudos invisibles indestructibles no tenga cortafuegos, comprobaciones o procedimientos de seguridad ante incursiones en su red informática? Por favor, ¡que le corten la cabeza al jefe de sistemas! Y un par de malos comentarios en Linkedin, ya que estamos.
Una de excusas
Lo cierto es que con un poco de preparación y documentación se podría haber sacado algo bastante potable para llegar al climax de la cinta. Pongamos por ejemplo que después de 40 años de ingeniería inversa a la nave del Área 51, los ingenieros han conseguido entender el funcionamiento del sistema informático de la nave y poder ejecutar código en él. Se escribe el virus en el lenguaje nativo, se carga en la propia nave y cuando la nave esté dentro del cinturón de seguridad, se ejecuta en el sistema central. Vale que el tema de la seguridad no lo salvas mucho pero por lo menos consigues arreglar las cuestiones de la compatibilidad y la conexión. Menos da una piedra.
Parece que hay una escena eliminada del guión que iría por estos derroteros pero curiosamente, en una entrevista comunitaria en Reddit (las famosas AMAs), el propio guionista Dean Devlin comentó lo siguiente cuando le sacaron el tema: "Ok: lo que descubre el personaje de Jeff Goldblum es que la estructura de programación de la nave alien es simple código binario y como cualquier programador junior te diría, el código binario es un conjunto de ceros y unos. Lo que hizo Goldblum fue convertir los ceros en unos y los unos en ceros y así revertir efectivamente el código enviado". Lo que usted diga, Mr. Devlin, lo que usted diga.
De todas formas que nadie se equivoque, a pesar de este imposible y loco hacking (y del ridículo discurso del presidente-piloto interpretado por Bill Pullman), 'Independence Day' es un entretenimiento noventero de primer nivel, cine palomitero de la gran época del cine palomitero. Y estaremos en primera fila para ver 'Independence Day: Contraataque'... aunque sólo sea para ver como Levinson lo consigue esta vez: ¿SQL injection? ¿Phising del Banco Central Alien? ¿El virus I Love You? ¿El príncipe Nigeriano? ¿Serán los Anonymous los que salven esta vez? Más aún, ¿los coreanos del norte?
Os dejo, me voy a hacer cola a la puerta del cine. ¡Ganazas!
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La noticia Todo lo que está mal en el "hackeo" de la 'Independence Day' original fue publicada originalmente en Xataka por Fernando Siles .
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